En poco más de dos años de haber aparecido, el coronavirus SARS-CoV-2 ha ocasionado grandes problemas en todo el mundo. La pandemia de COVID-19 ha evidenciado las debilidades y fallas en los sistemas de salud mundial, así como la incapacidad de muchas instituciones y gobiernos para actuar en el contexto de una crisis global.
Si bien el mayor problema ocasionado por este coronavirus han sido las hospitalizaciones y la pérdida de vidas humanas, no podemos dejar de lado las consecuencias adicionales que provocaron las medidas de contención implementadas por los distintos gobiernos. Las cuarentenas, obligatorias o no, trajeron grandes perjuicios económicos y sociales, ensanchando aún más las desigualdades entre distintos sectores de la población a nivel mundial.
El Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República ha publicado un documento llamado Aspectos de la Desigualdad por la pandemia. En este se retoman otras publicaciones de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en las cuales se analizan los efectos de la emergencia sanitaria sobre aspectos más allá de la salud.
Efectos de la pandemia
De acuerdo a la CEPAL, esta región fue una de las más afectadas por la pandemia en términos sanitarios. Esta organización “considera que los efectos sociales directos e indirectos de la pandemia en ALC han sido principalmente la salud y el bienestar de las personas ya que en esas regiones se han concentrado el 18.5% de los contagios y el 30.3% de la muertes por Covid-19 de una población que representa a nivel mundial el 8.4%.”
Otro de los problemas más importantes que han dejado los dos años de pandemia es el decrecimiento o estancamiento económico, el cual, como muestra el mencionado documento, ha afectado principalmente a las personas con menor capacidad adquisitiva. La pérdida de ingresos debido al desempleo, reducción de jornadas laborales, corte en las cadenas de producción, entre otros inconvenientes, terminaron por tener efectos aún más negativos en sectores poblacionales ya precarizados anteriormente.
Desigualdad de género
Además, no podemos dejar de lado las brechas salariales por género. Durante el confinamiento, las labores domésticas y de cuidado aumentaron, las cuales implicaron una mayor carga de trabajo principalmente para las mujeres. Para cuantificarlo, la CEPAL señala que la reducción del empleo a nivel regional para mujeres fue del 10.1%, mientras que para hombres fue del 8%.
Lo que indican estos datos es que el impacto económico de la pandemia incrementó aún más las brechas laborales entre hombres y mujeres. Para estas últimas incrementaron sus ocupaciones no remuneradas y a la vez más de porcentaje de ellas perdieron sus fuentes de ingresos.
Jóvenes y educación
Por su parte, el Banco Mundial indica que existen varios factores que dificultan la recuperación económica de la región. La falta de planeación de los gobiernos para atender estos asuntos podría ocasionar un lento crecimiento, aumentando también la desigualdad con otras regiones o incluso en su interior.
Para esta organización, es fundamental poner atención en la reintegración a los mercados laborales e incentivar la participación de mujeres y jóvenes. Estos dos sectores son los más propensos a abandonar sus fuentes de empleo, por lo que establecer programas acorde a sus necesidades y prestar especial atención en la educación podría ser una solución eficaz para reducir las brechas.
Fondo de ayuda
Finalmente, la OIT recalca la diferencia de las capacidades macroeconómicas entre los países considerados desarrollados y el resto. Estos primeros pueden afrontar de mejor manera las consecuencias de la pandemia, al tener poder de inversión para mejorar sus sistemas de salud, crear nuevos empleos y atender la desigualdad.
Este organismo internacional propone la creación de un fondo de ayuda para las naciones con menor renta, así como se hizo en otros momentos históricos de crisis, como la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, es posible mitigar los efectos de las medidas de contención, entendiendo que continuar con políticas proteccionistas solo agravará las consecuencias generalizadas de la pandemia.
Aquí se puede revisar el documento completo.