Eduardo Mosches
La sensualidad se desenvuelve, enreda, ahonda, respira con dificultad placentera, se orilla a los huesos , a las pieles, las rocas se transforman en terreno fértil, a medida que vamos abriendo las compuertas de esa catarata poética que nos abraza en los distintos poemas presentes en Fragmentos de una noche.
Iniciamos la lectura donde Las ataduras amorosas se dan. “ Distendidas/sobre espuma/ estas alas/han soltado lentamente/la soga con hambre/ de tus dedos. La sensualidad de y en la vida, se da punzante y desgarrada, el sufrir es doloroso cuando, en intervalos, los Dioses, conversan con el Otro, mientras los deseos de ser escuchado los formula el poema, de larga respiración . De pecados capitales, donde se desarrollan con ternura , en una oración mística en la que se retoman los siete pecados, aunque , irónicamente , el de la Lujuria y la Pereza los da por hecho, por obvio y en otro momento, para no crear cansancio. Y así conversamos sobre la Soberbia , de cierta forma hincada ante los dioses, los variados, que se unen para una declaración amorosa donde el juicio al otro se expresa, con sarcasmo:Se ensombreció mi lengua/se hizo larga:/ le hice crecer, le exigí que fuera magno/cuando sólo era un burdo enano/ que juega a hacer fortunas con el aire. , y se queda envuelta en ironía poética. El banquete de palabras se da con La Gula,en que las carnes entran con pasión a ser comidas, a ser tomadas, mientras humean en el aroma de lo asado, y todo se agita y se mueve con vértigo del placer , cerrando con cargada ironía, al decir: Como cuando su carne se agitaba entre mis sábanas,/como cuando su carne se agitaba en mi boca;/ la lengua baila von ella, otra vez,/ aunque tenga que sufrir indigestión y vómito / hasta el amanecer.
Entramos a navegar en otros versos, Del Cosmos y los Dioses, donde la multiplicidad de momentos e imágenes, de ramas y árboles sacudidos por el vuelo de la intensidad de la naturaleza, de las orquídeas que se vuelven religiosas, que el abrazar a la tierra y revolcarse, mientras los llamados y soflamas a los Dioses dice: Hace falta alzar la voz y dirigir un rezo antiguo/un canto en náhuatl/un grito que sofoque esta inmensidad/esta luz que sale entre mis dedos/y me confiere la forma de abeja, cirro o clítoris/Soy aquella que ha aprendido de tu nombre/ Soy aquella que posee el lenguaje de las olas/canta a la noche y baja como estrellas fugaces/enredándose en la voz.
Y continúa en varios poemas su conversación unilateral con los dioses múltiples, el Occidental y los amerindios, desde una mirada intensa a partir de la mujer que forma y es parte activa del universo y la creación. Señora que domina la escultural presencia de los montes/Señora/tu doble faz hace tronar en segundos la faena. Y amplía ese universo femenino con Mujer que flota en la suave certidumbre de la arena,mujer que conoces el lenguaje de las olas/de los enigmas encriptados en tus sienes,/de la metáfora con la que explicas este eco; mujer a quien le duelen los ojos de ver tan de cerca el horizonte.
Avanzado el poemario nos acerca a ver el país doloroso, las mujeres y sus escarnios sufriendo y sufridos, de los desaparecidos. En una decena de poemas, punzantes, atormentados, dolidos, asfixiados por la falta de oxígeno existencial percibimos la tragedia con mayúscula que viven hombres y mujeres en nuestro país. Un breve poema titulado 43 percusiona sobre la tela del sentir, con” Ruinas que crecieron sobre voces inhumadas/ Apenas murmullos entre esta luna nueva/México es el sueño de un psicópata herido/ Maraña enloquecida de sangre y lodo.
En el poema Tu Nagual está muerto en la plaza, dedicado a Betty Cariño, denosta en oración: No salgas , niña; a la calle: sirocos violentos te arrancarán de tu tierra. /No te alejes:/ los cerros te cortarán las alas, saldrás de sus campos enredada en el rebozo,/con los pies desnudos por delante.
Deseo agregar palabras que fueron expresadas por la poeta Irma Pineda, en su mirada de la lectura del poemario:” …Este libro sacude el deseo tanto como la conciencia, para recordarnos que hay noches largas como la de los desaparecidos, como las de las mujeres que luchan y mueren por sus causas. Por ello, es justo ahora, cuando más necesitamos a la poesía, como antídoto contra los males modernos”.
El libro circundado en sus fragmentos se despide del lector con poemas amorosos , como un cántico esperanzador ante tanta destrucción que el humano realiza. Amar es una esperanza. Amar a los otros, amar la indignación, al amor carnal, a los dolientes, a las mujeres violadas y asesinadas, a los niños desafiados por la vida del desamor. Para todos nosotros, los lectores , este poemario creará un vínculo de diálogo a elegir, conversaremos con Grissel Gómez Estrada.
Fragmentos de una noche, de Grissel Gómez Estrada. Poemario publicado por la UACM, en enero 2022.