Presentación del libro El poder de la oratoria/ La columna J  - LJA Aguascalientes
24/11/2024

 Estimado lector de LJA.MX, le saludo con afecto y quiero invitarle a la presentación de mi tercer libro, el próximo viernes 4 de febrero a las 19:00 hrs, en Av. Independencia 1865, Desarrollo Especial Galerías, 20124 Aguascalientes, Ags. A continuación, le extiendo una reseña del contenido del libro, agradezco del mismo modo a Rubén Díaz, Carmina de Ávila, Alex Monreal, Jorge Santoyo y Erick Fermín, por apoyarme en ser presentadores de esta obra.

El preámbulo mundial que encamina a las sociedades, y por ende a los alumnos a una vida multifacética, genera que en muchas de las ocasiones los alumnos pierdan el enfoque y la importancia sobre su carrera académica y el modo de hablar en público. Resulta un reto cuando pierden el enfoque esencial, se ven saturados por tareas abrumadoras, ejercicios no significativos, es decir, el sentido de estudio se desvirtúa, se persigue de una manera dogmatizada, pero carente de conciencia y voluntad.

Por lo tanto, en una proporción de elevada magnitud, se puede apreciar que el sistema educativo nacional no está en su mejor momento, los alumnos universitarios revelan deficiencias académicas y ausencias de procesos de aprendizaje. La situación respectiva familiar, la tesitura socioeconómica, también juegan como elementos que contribuyen a que exista una desproporción en un nivel académico óptimo. Muchos diccionarios mencionan que la oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia. La posibilidad de que un ser humano pueda tener una competencia argumentativa se ve aplicada en el ámbito diario, ya que es una herramienta, que nos permite desarrollar técnicas por medio de las cuales podemos expresarnos con mayor seguridad y transmitir pensamientos, defender argumentos y posturas, y del mismo modo buscar esclarecer una verdad objetiva.

La práctica constante de la oratoria coadyuva a potenciar la autoestima de toda persona, del mismo modo propicia a que existan momentos en los que se puedan expresar con tranquilidad los argumentos y las ideas principales, desde un salón de clases hasta un foro de miles de personas, o del mismo modo, una reunión de ventas. Siempre permeando una expresión en libertad y fomentando la comunicación eficaz. Al adquirir confianza y seguridad toda persona puede expandir sus posibilidades. Siempre es grato poder escribir sobre lo que nos apasiona, resulta aún más loable el poder levantar la voz y decir lo que pensamos y lo que sentimos, la principal finalidad de este libro es poder dejar una reflexión en el lector, sobre si ha expresado lo que ha pasado por su mente, la interminable invitación a poder enfrentar uno de los mayores miedos que tiene el ser humano, el hablar en público.

Existe una diferencia abismal entre las personas que hacen uso de la oratoria y los que no, los poderes son invisibles, pero son contundentes, pueden sacudir a cualquier multitud y tienen tal fuerza que pueden sembrar ideas en las personas. La oratoria es un poder, a lo largo de la historia y en las reseñas de esta obra se puede apreciar; pero los poderes no son para leerse, los poderes son para utilizarse, para romper y destrabar los desafíos que nos extiende la vida.

El orador no nace, se hace, se hace después de muchos intentos y de enfrentar a las multitudes y sus críticas, el orador forja su carácter en las temperaturas más elevadas, pues lleva una aleación que le permite tener el filo exacto para que cada palabra sea utilizada con dominio de ciencia y con la trascendencia de que hará una diferencia, conectará un sentimiento, e inspirará a alguien más.  

El poder de la oratoria es una oportunidad para despertar el liderazgo que hay dentro de nosotros y entender que en esta vida no hay tragedias, no hay límites y no hay miedos que no se puedan romper, la vida es un suspiro y en cualquier momento se nos puede ir, es importante hablar con prudencia, pero decir todo lo que tengamos que decir en esta vida, hay letras muertas y también palabras muertas. La palabra conquista a la muerte y construye la virtud.

Los seres humanos debemos de tomar conciencia del poder de nuestras palabras y de nuestros pensamientos, si existieran más oradores, entonces existiría una sociedad letrada y educada que buscará el camino a la virtud, enfocándose en lo más importante que está en el mundo abstracto, no en el material.

El orador utiliza su poder para darle esperanza a quien la ha perdido y también para inspirar la filantropía. Además, hace uso de ella para retomar fuerzas y reforzar los conocimientos que ha adquirido, ya que cada vez que repite una idea, es una idea que se hace más fuerte y también un proceso cognitivo reforzado.


La oratoria siempre será buen refugio, es como la ciencia y como el deporte, cuando el ser haya perdido su camino, lo puede encontrar en este loable andar y en este bello arte.

Las máximas del orador son: tener fe en sus ideales, esperanza en realizarlos, por amor a la humanidad.

Sería un honor que me pudiera acompañar.

In silentio mei verba, la palabra es poder.

 


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