Contar con una orquesta sinfónica, contrario a lo que muchas personas piensan, no es un lujo, es en realidad una necesidad que además de que activa la economía y seduce a muchos inversionistas, ofrece una mejor calidad de vida, esto según los criterios de la UNESCO.
En Aguascalientes contamos con una gran orquesta, la joya de la corona de la robusta y generosa oferta cultural de nuestro estado. La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes cumple este mes de febrero 30 años de existencia, aunque en realidad debería decir que es esta nueva versión de la OSA la que cumple tres décadas de llenar de música nuestras vidas. En realidad la OSA tiene ya casi un siglo de que fue fundada, no obstante se considera la Orquesta Sinfónica de Xalapa, fundada en 1929, como la decana de todas las orquestas de México por considerarse que fue la primera en activo en existir, sin embargo, en los pasillos del Teatro Morelos hay fotografías de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes que tienen fecha de 1928, es decir, por lo menos un año antes que la Sinfónica de Xalapa y que era dirigida por el maestro Arnulfo Miramontes, aunque sabemos que algunos años antes de 1928 ya existía una entidad musical llamada Orquesta Sinfónica de Aguascalientes que ofrecía conciertos en ese escenario, el Teatro Morelos, por lo que concluimos, sin falso orgullo, que la primera orquesta en activo en haber sido creada es justamente nuestra sinfónica, aunque eso sí hay que reconocerlo, la Orquesta de Aguascalientes había tenido una vida intermitente mientras que la de Xalapa ha tenido una existencia ininterrumpida. Dejo ahí el dato que por supuesto requiere, incluso exige, un estudio más detallado de nuestros historiadores.
Pues bien, la OSA como la conocemos actualmente, inició su actividad en el mes de febrero de 1992 teniendo como sede el recientemente inaugurado Teatro Aguascalientes y trabajaba bajo la dirección del maestro Alfred Ibarra quien buscó un nombre para la nueva orquesta que la relacionara con su sede, más o menos como sucede con la Orquesta de la Royal Concertgebow de Ámsterdam, o con la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, así que el maestro Ibarra, buscando esa identidad de la orquesta con su casa, la llamó Orquesta del Teatro Aguascalientes.
No recuerdo la fecha exacta del primer concierto, solo recuerdo que fue en febrero de 1992, lo que sí tengo perfectamente claro es el programa a interpretarse, el concierto inició con la Obertura el Cazador Furtivo de Carl Maria von Weber, continuó después con el Concierto para piano No.2 de Sergei Rachmaninov siendo convocada como solista la maestra Guadalupe Parrondo y después del intermedio se interpretó la Sinfonía N.5 de Ludwig van Beethoven. Como ya lo comenté, la dirección orquestal quedó bajo la responsabilidad del maestro Alfredo Ibarra, primer director titular de nuestra orquesta.
El nombre que tiene actualmente le fue dado por el segundo director, el maestro Gordon Campbell quien estuvo al frente de esta organización musical durante seis años, fue en 1994 cuando finalmente se llamó Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y como tal ha trascendido ya como una de las mejores orquestas de México.
No pretendo hacer aquí un recorrido histórico de nuestra amada sinfónica, en mi libro Su majestad la música, la música clásica en Aguascalientes publicado por Editorial Mester el año pasado, tiene un capítulo dedicado a la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y ahí podrás conocer un poco más de esta historia llena de claroscuros, de momentos luminosos y otros muy complicados, lúgubres, incluso tétricos a los que la OSA se ha tenido que enfrentar, lo que sí puedo decir con satisfacción, incluso por orgullo, es que los momentos más brillantes de la Sinfónica es ella la que ha sido la gran protagonista, y por el contrario, en esos momentos de oscuridad ha sido la víctima y que gracias a su calidad, talento, consistencia y otros atributos más, ha sabido salir airosa.
Comentaba en una entrega anterior que nuestra Sinfónica es una orquesta muy noble y disciplinada, se ha visto metida en verdaderos apuros de los que se las ha arreglado para salir con entereza y orgullo, y sin ánimos de pretender meterme en las profundidades de la historia -esto lo dejo a los expertos-, solo hago un breve repaso de un par de eventos en los que nuestra orquesta ha tenido que echar mano de una fortaleza extrema para salir bien librada y no expuesta, recuerdo aquel concierto en la era del maestro Barrios cuando se interpretó música de José Luis Córdova y que fue dirigida por él mismo, si la Sinfónica le hubiera hecho caso al maestro, aquello hubiera sido un verdadero desastre, no cuestiono su calidad como compositor, pero está, o estaba en aquel tiempo, muy lejos de tener una idea clara de lo que es dirigir una orquesta. La OSA supo sacar dignamente el concierto a pesar de que el maestro Córdova insistía en dirigir, de esta misma forma he visto a nuestra Sinfónica salvar el pellejo a algún presunto director, salvarlo de ser expuesto públicamente ante su evidente incapacidad ante determinado repertorio o simplemente por no entender de qué se trata el trabajo del director.
Actualmente la OSA inicia una nueva etapa bajo la dirección del maestro Emmanuel Siffert, una batuta de primer nivel que sin duda habrá de seguirla proyectando como el gran orgullo que representa para Aguascalientes. Como lo hemos comentado en este y otros espacios, ha sido nombrada con toda justicia por la presente administración, como Embajadora Cultural del Estado, yo espero y hago votos para que en un futuro no muy lejano, sea reconocida como lo que realmente es, patrimonio cultural de Aguascalientes. Larga vida a nuestra gloriosa Sinfónica.