A good newspaper, I suppose, is a nation talking to itself.
Arthur Miller
- No es fácil definir una noticia. La primera acepción que brinda el diccionario de la RAE no sirve de nada: “información sobre algo que se considera interesante divulgar.” Según esto, entonces, todo lo que publica un periódico es una noticia porque lo publicó un periódico —dado que alguien consideró “interesante” divulgarlo—. Es una definición tautológica.
El segundo significado resulta un poco más esclarecedor: “hecho divulgado”, es decir, algo que sucedió y de lo cual se da cuenta a muchas personas. Sin embargo, estará usted de acuerdo que el hecho no es la noticia. Hay hechos que no son divulgados y no por ello dejan de ser hechos: si el licenciado MC soñó que el presidente de la República le echaba chile en los ojos y eso lo trae de malas, pero no se lo ha contado ni a su señora esposa, el hecho no es noticia, pero tampoco deja de ser un acontecimiento—. Si el licenciado narra su pesadilla con lujo de detalles en el pleno del instituto político en el cual cobra sus emolumentos, quizá el relato podrá entenderse como una noticia, pero no como el sueño mismo. Así como decimos que el mapa no es el territorio, la noticia no es el hecho.
La tercera acepción agrega un ingrediente indispensable a la noción de noticia: “dato o información nuevos, referidos a un asunto o a una persona”. Ciertamente, una noticia —news en inglés, nouvelles en francés— debe ser una información novedosa. Con todo, la definición no delimita al menos uno de los cantos de la noticia. Voy a revelar un dato nuevo: hace un instante acaba de cruzar por mi conciencia el recuerdo de que olvidé mi gorra en la casa de mi prima CA. ¿El dato tiene importancia para alguien además de mí?
La última acepción adolece de tal vaguedad que la invalida: “noción o conocimiento sobre una materia o sobre un asunto”.
Ni engarzando las cuatro acepciones resolveríamos del todo la cuestión. Así que, enseguida, trataré de enunciar algunos elementos para que el lector pueda armar una definición de noticia por negación.
- Una opinión no es noticia. Por ejemplo, el sábado, El Universal tenía como noticia principal la siguiente: “Critican a AMLO por usar el gobierno para divulgar datos”. Desde el encabezado se evidencia que lo que se divulgaba no era un hecho sino una opinión, en este caso una opinión crítica en contra del presidente. Curiosamente, en el titular no se informa quiénes son los que aprecian críticamente al mandatario. En el cuerpo de la nota, desde el primer párrafo, se dice que la opinión alude al siguiente hecho: “El presidente… exhibió ayer supuestos ingresos del periodista Carlos Loret de Mola…”
- Un pronóstico no es noticia. También el sábado, La razón de México publicó como nota principal: “Alertan por riesgo persistente de que el crimen reclute a 250 mil menores”. No se reporta que el crimen haya reclutado a un cuarto de millón de menores, sino que alguien avisa que es posible que eso ocurra en el futuro, es decir, se difunde un augurio, un augurio que, ¡para colmo!, predicen que puede quedarse corto: “ONG advierten que cifra puede ser mayor ante más criminalidad…”.
- Un anuncio no es noticia. No es necesario ejemplificar esto. Baste recordar que, aunque le digan “infomercial”, un mensaje publicitario no deja de ser un comercial. Si el objetivo de una nota es venderte algún producto o servicio no es una noticia, es un anuncio.
- Una proclama proselitista no es noticia. Excélsior divulgó el sábado en su portada: “PAN, PRI y PRD alistan estrategia. Arman proyecto antipopulista y antiliberal”. Una arenga política, por lo demás redundante: que la oposición es oposición, que el principal propósito de la oposición es estar en contra.
- Una suposición no es una noticia. Reforma publicó el día 12 pasado en su primera plana: “Amplían a B. Hughes montos a 343 mdd”. Cualquier lector medianamente informado debería preguntarse qué tiene de noticia una actividad administrativa usual en Pemex… Quien lea la nota encontrará la médula: “… estos hechos… al menos crean la percepción de un posible conflicto de intereses y un potencial escenario que pudo haber cruzado la línea de lo legal…” No creo que sea necesario buscar en el diccionario el significado de las palabras que transcribí en cursivas para saber que lo que estamos leyendo es una suposición.
- Un chisme no es una noticia. ¡Y sigue la mata dando!: este fin de semana los lectores del impreso metro pudieron deleitar su morbo gracias a los últimos capítulos de una telenovela que nos salió muy cara: “De chivo los tamales. Que Peña le puso los cuernos a la Gaviota”. Claro, usted podrá pensar que ese tipo de tabloides a eso se dedica, al chisme descarado, y que quienes lo consumen ya saben a lo que van… Bueno, aquí tiene ahora lo que, también en primera plana, publicó ese mismo día el otrora respetado diario Reforma, con todo y foto de la aludida: “Sabía de infidelidad. Angélica Rivera conocía de la infidelidad de Enrique Peña Nieto, pero quiso aguantar hasta el último día como Primera Dama [sic], asegura su amiga Cynthia Klitbo”.
- Un rumor no es una noticia. Si no es un hecho ocurrido y constatable, si es algo que alguien o algunos dicen, si es algo que se oye por radio pasillo, aunque el medio llame pomposamente al mensaje “un trascendido”, no es una noticia, es un rumor, es ruido.
@gcastroibarra