La discusión pública en México, sobre todo a partir de la semana pasada 6-12 de febrero, subió fuertemente el tono de las increpaciones provenientes de la superior tribuna de Palacio Nacional, en cuyo hilo discursivo destacan dos temas: uno, la pretendida pausa presidencial en la interlocución con España, y dos, la persistente muina del padre y presidente Andrés Manuel López Obrador causada por la revelación periodística de la ocupación de una lujosa casa por su hijo mayor. En palabras de la agencia EFE: La lujosa casa del hijo mayor de Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, en la que ha vivido en Houston (Texas, EU) puso en jaque el discurso moralista y de austeridad del presidente mexicano.
Tema que irritó sobremanera al primer mandatario, especialmente bajo la frecuencia vibratoria del mensaje que pronunciara el periodista Carlos Loret de Mola, y del que reseña El Universal (Nación. 27/01/2022): En un nuevo episodio, el periodista Carlos Loret de Mola presentó en su espacio para Latinus una investigación en colaboración con Mexicanos Contra la Corrupción, la cual revela los lujos con los que vive José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el extranjero. Casonas en Houston con alberca y una sala de cine, e incluso una camioneta Mercedes Benz, son algunos de los bienes que documenta el reportaje y que contrastan con el llamado a la austeridad de su padre, sin embargo, el nombre de Carolyn Adams, esposa de López Beltrán, juega un papel importante en la investigación, puesto a que, de acuerdo al reportaje, tanto uno de los inmuebles como el vehículo se encuentran a su nombre.
Nota que abrió un largo hilo de conversación pública y publicada que aún no termina, pero que sí está marcando un antes y un después tanto en el empaque emocional del presidente como en su animosidad contra la prensa y periodistas que a su juicio le son críticos y, por tanto, enemigos. Vemos un tramo de esa cadena. Latinus @latinus_us 4 feb. Exejecutivo de Baker Hughes reconoce que rentó su casa al hijo de AMLO, pero afirma que no sabía quién era. @latinus_us 5 feb. #Loret Capítulo 70. La respuesta a los ataques del presidente tras revelar la lujosa vida de José Ramón López Beltrán. Además, los contratos millonarios del emporio Bartlett. Y en el estudio, Roberto Palazuelos. https://t.co/EEjHP0Ebfq.
Y luego un verdadero punto de quiebra en la andanada presidencial: Latinus @latinus_us 6 feb. AMLO busca desaparecer el Sistema Nacional Anticorrupción en medio del escándalo de su hijo, acusan senadores del PAN. @CarlosLoret 7 feb. La libertad de expresión está bajo ataque constante del presidente, pero aunque no le guste, nosotros vamos a seguir haciendo periodismo al costo que sea. #Loret en @latinus_us: https://youtu.be/DealOp4tCSE. Latinus @latinus_us 8 feb. En opinión de @jshm00: Que AMLO insulte a la prensa crítica no es sólo impropio de un presidente, sino antidemocrático.
Latinus @latinus_us 9 feb. “AMLO no tiene autoridad legal ni moral para corregirle la plana a los periodistas; debería pedirle cuentas a su hijo”, acusa Lilly Téllez. @latinus_us 11 feb. “En medio de la violencia contra los periodistas, hasta dónde está dispuesto a llegar AMLO para callarnos”: Loret.
Respecto del otro tema, primero enunciado, debo reconocer que dudé en abordarlo, porque me parece un despropósito tal que difícilmente encontraría una razón de Estado para siquiera explicarlo. Pero, es gracias a la publicación de un autor y comunicador de alto reconocimiento en esta materia, me refiero a Jorge Volpi, que me alentó a expresar mi punto de vista sobre tal entuerto, diría el Quijote.
Me refiero a su reciente artículo: Ficciones españolas (Fuente: El País. Opinión. Jorge Volpi. Ficciones españolas. 10 de FEB 2022).
Que encabeza diciendo: Desde la independencia, México también se ha inventado una España a modo: primero, para adquirir nuestra propia identidad; luego, para burlarnos de su tozudez y su literalidad; y, luego, para achacarle todos nuestros males presentes. Esta su clave interpretativa la ficción, me parece no sólo afortunada, sino sumamente sugerente para interpretar algo tan evanescente e inexistente en el ámbito protocolario de la diplomacia internacional, por un lado; y por otro lado algo tan remoto de nuestra realidad histórica y cotidiana, a partir de nuestra nutrida vivencia mexicana con esa alteridad española, que a fuerza de un continuum ininterrumpido desde nuestro encuentro existencial, nos ha vinculado en una relación yo-tú verdadera y prácticamente inseparable. ¿O cree usted posible pausarla?
Dice Volpi: Los países son ficciones: abigarrados, fascinantes y terribles conjuntos de ficciones, derivadas de las obsesiones de la tribu, que nos sirven para inventar identidades y anclarnos a una tierra, unos cuantos valores y unos cuantos mitos; para dividirnos los unos de los otros y dibujar inexistentes límites en mares, ríos o sierras; para hacernos sentir únicos y construir idiosincrasias de las cuales sentirnos orgullosos. Su planteamiento original es demoledor, ya que invoca los miedos, temores y mitos ancestrales anclados en el Etnocentrismo, y éste que yo sepa ya pasó por el crisol de una amalgama tan inesperada como real e histórica en el intrincado mestizaje del que estamos hechos hoy en México, tanto como allá en España.
Y continúa Volpi: Las modernas naciones, seguimos empeñados en sacralizar estas feroces herramientas de la diferencia: el nosotros presupone irremediablemente un ellos, un vago conjunto de adversarios o rivales -los bárbaros que están siempre al acecho-, (…) para recordarnos quienes somos o quienes queremos ser. Nos inventamos así herederos directos de un variado conjunto de pueblos -muchos de ellos enfrentados entre sí- que habitaron Mesoamérica hace 500 años, e inventamos, igualmente, que los actuales españoles son continuadores directos del vasto imperio de Carlos I de Habsburgo, donde nunca se ponía el sol.
Pretender retrotraernos a ese pasado es precisamente una ficción. Y con ello fortalece su argumento: Ficciones, insisto, necesarias para articular historias y espacios de resistencia o de poder. Que lo sean no implica, sin embargo, que no tengan consecuencias y no den vida a problemas contemporáneos. Asumirnos como víctimas o verdugos fija sobre todo la posición que queremos representar en el presente: el oscuro territorio del pasado puede ser invocado, a fin de cuentas, al antojo o la interpretación de cada quien.
Para luego reportarnos las consecuencias duras, reales y macizas que trae aparejado una ficción de tal magnitud. Desde la independencia, México también se ha inventado una España a modo: primero, para distinguirnos de los antiguos amos coloniales y adquirir nuestra propia identidad; luego, para burlarnos de su tozudez y su literalidad; y, luego, para achacarle, de ser posible, todos nuestros males presentes a su violentísima —no hay duda en ello— colonización armada y espiritual. Con cierta recurrencia, volvemos a ellos como enemigos ancestrales: un recurso tan gastado como eficaz.
España también tiene sus fantasmas, pero ello demuestra que cada cual debemos luchar contra nuestros demonios dentro. Volpi lo consigna así: España, a su vez, no ha dejado de crear ficciones de sí misma, de las que sigue promoviendo la derecha y ultraderecha estilo Vox, como civilizadores de América, a las que la asumen ya parte integral y moderna de esa Europa que durante siglos la desdeñó. El anacrónico orgullo español es, en este caso, lo de menos: hay que reconocer que, en el último rifirrafe con el Gobierno mexicano, España -la España real o, en otras palabras, el Gobierno de Pedro Sánchez- no ha cometido ningún agravio contra México. Todos nuestros argumentos son pretéritos, de los remotos soldados de Cortés a los no menos brutales años del neoliberalismo.
Aquí inserto la línea discursiva que ha desatado el presidente López Obrador: Retomo la cadena de mensajes digitalizados. Tweet: Latinus @latinus_us 11 feb. Las empresas españolas en México, en alerta ante “pausa” a la relación bilateral propuesta por AMLO. Al que precede: Latinus @latinus_us 10 feb. Gobierno de España “rechaza tajantemente” las descalificaciones de AMLO contra el país y las empresas nacionales. Y su antecedente:- Latinus @latinus_us 9 feb. “Vamos a darnos tiempo para respetarnos”, dice AMLO sobre la relación diplomática con España.
La construcción de una ficción que tiene y está demostrando graves consecuencias. Cito: The Economist, la revista británica dijo este jueves (10 feb) que México cayó al lugar 86 de 167 en Índice Democrático 2021 publicado hoy. El país se encontraba en el lugar 79 en 2020. De acuerdo con la publicación, México ya no es una “democracia defectuosa”, sino que se convirtió en un “régimen híbrido”, que es una categoría situada entre el autoritarismo y la democracia.
Así somos vistos desde fuera de nuestro etnocentrismo regresivo al pretérito histórico. Hecho proveniente del intercambio que nuestro analista Volpi reconoce: Sin duda unas cuantas empresas españolas se aprovecharon al máximo de la desregulación y la complicidad de nuestra clase política para obtener inmensas —y oprobiosas— ganancias, pero también lo hicieron conglomerados estadounidenses, británicos, franceses o chinos. (…) Por fortuna, frente a las ficciones políticas hay siempre realidades: miles y miles de personas —de vidas individuales— que mantendrán el camino abierto entre los dos países.
Hago un interludio para afirmar que yo mismo sin mi referente de España no podría entenderme ni reconocerme a mí mismo. Resulta que mi esposa se llama María del Carmen Pagoaga Lamadrid, y mi hija María Fernanda Chávez Pagoaga; sus padres José Pagoaga Iriarte y Beatriz María de la Luz De Lamadrid Fernández. Él con todos los ocho apellidos vascos y ella con sus respectivos ocho de Asturias. Mi hija Fer realizó un ingenioso juego de palabras, cuando nosotros dos, Carmentxiu y yo, visitábamos junto con mi cuñado Francisco Victoriano el muy escondido y secreto monumento al Mestizaje mexicano, en un parque de los alrededores del Río Churubusco, y muy ufanos le mandamos nuestra foto enmarcada por tal conjunto escultórico; a lo que mi cuñado con gran eficiencia histórica apostilló: Fer, es el monumento al mestizaje! Y ella pícaramente respondió: No Tanito, son mi papá y mi mamá. Después de mi media vida en matrimonio es difícil reconocerme sin este referente.
Nuestro autor referido concluye: Los humanos somos seres ficcionales: necesitamos estas fantasías para sobrevivir y medrar. Pero, frente a aquellas que nos separan y distancian, debemos replicar y reforzar las que nos unen: esos incontables viajes de ida y vuelta a través del Atlántico que, desde hace 500 años, construyen otra fantasía paralela e imprescindible: la hermandad.