Las jornadas de vacunación contra covid-19 trajeron consigo un efecto secundario al abrir la oportunidad para muchas personas que atendieron una necesidad primaria, el alimento; ya sea que la espera para la inoculación se prolongue por horas, o bien un antojo al salir de la vacunación, si algo se ha visto presente en todos los puntos de vacunación de la ciudad capital son los puestos de comida ambulante ofreciendo tamales, papas, tortas, gorditas, aguas frescas, conchas gigantes, fruta, dulces, burritos e incluso tacos al pastor. Desde antes de las 7:00 de la mañana los triciclos rondan entre las largas filas vendiendo tamales y atole, conforme avanzan las horas los puestos se van aglomerando a la salida de las sedes de vacunación, poco más de 30 puestos de comida se pudieron contar a las afueras del salón de Locomotoras. Ahí va saliendo la venta de a poco, comenta el joven mientras sirve un tamal oaxaqueño en un plato de unicel, hoy llegué apenas hace rato y aquí le damos hasta que se acabe.
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Cristian de Lira
Cristian Gerardo de Lira Rosales. Edición y fotografía. De temple relajado y reflexivo, curioso y observador. Gustos por descubrir nuevos sabores y probar buena cerveza. Intereses en temas ambientales, culturales y deportivos, villamelón del futbol. En busca de contagiar el ánimo por participar.