El desorden está en la mente de cada uno de nosotros, estimado lector, la vida sigue y seguirá, con o sin nosotros en este planeta. Y usted se preguntará, qué pasa con Azocar, ahora por qué tan filosófico. Pues verá, el arranque de año no ha sido del todo bueno, aunque eso no es novedad, ya lo sabíamos, no sólo es la cuesta de enero que nos pega a la mayoría de los mortales, tampoco el famoso día más triste del año, son muchos factores que hacen que las cosas se tornen color de hormiga; apenas le había compartido mi reflexión sobre los asesinatos de periodistas en nuestro país y esto no para, el pasado siete de febrero ejecutaron a Marcos Ernesto Islas, en dónde creé, si en Tijuana, y en las cartulinas de los reporteros de esa entidad se podía leer “Sí las balas destrozan la tinta, con sangre escribiremos”. Sin duda es un fenómeno social que no se detendrá por obra y gracias del espíritu santo, mientras las autoridades locales, estatales y federales no tengan una estrategia bien definida, bien armada y libre de sesgos, desafortunadamente esto no va a parar, y mire, ya hasta suena a broma o a queja recurrente, pero esto no es culpa ni herencia de los gobiernos anteriores, por ahí dicen que el que tenga tienda que la atienda.
Lo que yo me temo es que el desorden de la percepción de los hechos está en nuestra mente y estamos alucinando cosas que no son, al parecer el país va por buen camino, no hay inflación, no hay ingobernabilidad, no se gobierna con el hígado, la venganza no está en el glosario de términos de esta administración, todo está en la mente de quien analiza, de quien reflexiona, qué afán de estar hablando mal de los gobiernos en turno y mire que yo hablé mal de la administración del sucesor del señor Fox y del heredero del trono del señor Felipe de Jesús; eso quiere decir que, desde el principio de los tiempos he tenido una percepción errónea de lo que pasa en nuestro entorno, tengo un desorden en mi cabeza que debo reparar, porque México es potencia mundial de toda la vida.
Tenemos un evento en puerta, el próximo 10 de abril, un acontecimiento único en la historia moderna de este país, algo que, desde mi perspectiva no era del todo necesario pero bueno, ya sabe, cada administración tiene sus prioridades y al parecer, la cúpula del poder que está en turno quiere perpetuarse en el trono por los siglos de los siglos, o por lo menos convertirse en el nuevo tricolor. Ve, es lo que le digo estimado lector, mi mente se tiene que apaciguar, dejar de pensar mal y ver la realidad; pero la cosa se torna complicada cuando los estímulos mediáticos me confunden. Esta semana la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) dictó una medida cautelar contra el mismísimo emperador azteca, si, aquel que vive en el palacio de la nueva Tenochtitlan, y sabe para qué, pues para que se ajuste a los principios de imparcialidad y neutralidad en ese evento que le digo que va a tener verificativo el próximo 10 de abril en todo el país. Dicho instituto, garante de la democracia del pueblo bueno, el malo y el feo, dejó claro que esa medida es una tutela preventiva y de protección contra un inminente peligro de conducta ilícita o sospechosamente ilícita para que el presidente de los habitantes del cuerno de la abundancia “se abstenga, bajo cualquier modalidad o formato, de realizar manifestaciones, emitir comentarios, opiniones o señalamientos sobre la Revocación de Mandato, así como revisar, ajustar, adecuar, modificar o actualizar sus estrategias, programas o políticas públicas”.
Qué cosas, no le digo, estimado lector, yo no quiero pensar mal ni del preciso ni del instituto, pero esas afirmaciones hacen que piense mal de la blanca paloma. Pero entonces, los súper entretenidos espectáculos de las mañanas, divertidos, educativos, llenos de civismo y educación, a poco se van a tener que cancelar, por favor, sin son el motivo de existir del pueblo, antes de misa las mañaneras, que me quiten el acceso al templo, pero no a la transmisión de ese ejemplar show matutino; y luego la inauguración del aeropuerto más moderno del mundo, qué va a pasar, es el 21 de marzo, no lo vamos a poder disfrutar por televisión o cómo. Mire que después del SoFi Stadium es la obra arquitectónica más importante del continente americano, que digo del continente, del mundo. El SoFi por lo menos lo he visto por tele toda esta temporada y el domingo los aficionados al fútbol americano de la NFL lo vamos a ver con sus mejores galas y más que juegan mis Rams; pero y el Felipe Ángeles con sus exquisitos acabados, con sus baños haciendo homenaje a la cultura popular mexicana, no lo puedo concebir, a ver que hace el INE pero que no nos quiete ese sano entretenimiento, porque no es atole con el dedo verdad, ni estrategia propagandística de la actual administración, o si.
Ve, es lo que le digo, estimado lector, mi mente y mi conciencia no me dejan ver más allá, por lo que, mejor me voy a concentrar en el evento deportivo del año, si, para aficionados de hueso colorado del deporte de las tacleadas en todo el mundo, para los villamelones, para los espectadores ocasionales y sobre todo para los seguidores de Los Ángeles Rams como un servidor. En casa de los Azocar los deportes predominantes son el box, mi abuelo fue el tercer mánager profesional en nuestro país, el béisbol por afición, el automovilismo también por afición y el fútbol americano por afición y por práctica, uno de mis tres papás, don Alfonso Azocar lo practicó y yo alguna vez lo jugué, así que desde pequeño me llamó la atención los cascos, las hombreras, los jerseys y en 1979 decidí por convicción seguir a los Rams. Cuatro apariciones en el Super Bowl, un solo Vince Lombardi en las vitrinas del equipo, no importa cuando la fidelidad sigue intacta.
Apaciguaré mi mente y mi conciencia este domingo viendo ganar a mis Rams, para así tener claridad y dejar de criticar al bien amado emperador mexica.
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