AMLO, presidente o fajador/ Bravuconadas  - LJA Aguascalientes
22/11/2024

A manera de contexto. En el mundo deportivo formal, organizado, sí, ese que se desarrollo mediante ciertas reglas, está el boxeo. El boxeo es un deporte de combate entre dos oponentes, quienes dentro de un ring y a través de una cierta cantidad de rounds, luchan entre sí, mediante ciertas técnicas de pelea y únicamente con golpes que van sobre la cintura (reglas). La gracia del boxeo es quién golpea más y de mejor manera. El que mejor conoce las fortalezas y debilidades de su oponente, será quién tendrá más posibilidades de llevarse la victoria. Este deporte tiene distintos tipos de boxeadores que se adecúan según las características del luchador, del oponente y de la lucha en sí. Uno de los estilos más socorridos entre los boxeadores es el conocido como “fajador”, mismo que se le reconoce por ser un luchador que es capaz de pelear a corta distancia, a través de una combinación de técnica, rapidez y fuerza. Buscan dañar a su oponente de manera oportuna. Son aquellos que prefieren golpear y luego moverse rápido; sus contraataques llevan un fuerte impulso hacia adelante y sus salidas a zona segura los protege de la respuesta del adversario. Es por ello que los nocauts son más efectivos y comunes entre ellos. (https://tequiladigital.com.mx/los-5-tipos-de-boxeadores-que-existen/)

Rememora el periodista de El País, Francesco Manetto, que: “La mañana del 31 de diciembre López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, grabaron un video en el Jardín de la Emperatriz del Palacio Nacional. Enseñaron un ahuehuete sembrado un año antes y el presidente felicitó a los mexicanos con un mensaje de optimismo. ´Tengo mucha fe en el porvenir´.” En la visión presidencial, todo marchaba según lo planeado. El terreno que había designado para sus próximas acciones, el definido por la consulta por la revocación de mandato avanzaba “con el viento a favor” en el marco de una soterrada campaña electoral, su terreno preferido. Pero, como comenta Manetto, “comenzó a llover”.

El 27 de enero, un reportaje promovido por la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y replicado por Carlos Loret de Mola a través de su agencia LatinUs al día siguiente, acerca de la casa que habitó entre 2019 y 2020, José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente López Obrador, en un privilegiado sector de Houston, que hoy popularmente se le identifica como la Casa Gris o la Casa del Bienestar, y que, inevitablemente llevó a la opinión pública a la investigación sobre posibles conflictos de interés al detectarse que el propietario de la misma era un alto ejecutivo de una empresa petrolera norteamericana (Baker Hughes) con contratos abiertos con PEMEX, y que justamente en los años de referencia, obtuvo modificaciones y mejoras en ellos hasta alcanzar cifras de miles de millones pesos, ¿casualidad? ¿Dónde quedaba el discurso de la austeridad republicana, la justa medianía y la tan sobada lucha contra la corrupción de AMLO?

En respuesta, el presidente optó, en una primera instancia, fiel a su estilo, descalificar la seriedad de la noticia, afirmando que sólo era otra intentona más de sus adversarios conservadores y neoliberales desesperados por la pérdida de sus privilegios. Esa estrategia le había funcionado antes en otros casos de similar naturaleza, pero algo pasó esta vez, la noticia trascendió la airada respuesta presidencial y siguió su creciente e incisivo curso. El presidente cambió su estrategia y pretendió redireccionar su respuesta y atacó al gobierno de España y a sus “voraces” empresas. Se le ocurrió proponer una “pausa” entre las relaciones con ese país europeo, que para más datos es el segundo inversor más importante en México, sólo atrás de los Estados Unidos, con una inversión de más de 76 mil millones de dólares, con empresas de la talla de BBVA, Santander, Iberdrola, Repsol, Mapfre, entre otras. Menuda ocurrencia diplomática (¿?). En este mismo ámbito internacional, se peleó con Panamá, por rechazar su propuesta de Pedro Salmerón como embajador, acusando a su Canciller de actuar como “la santa inquisición”, con relación a los antecedentes de la propuesta; y más tarde con Perú, a quién acuso por su “conservadurismo”. En este mismo sentido, pero en el ámbito de las relaciones comerciales y económicas con los Estados Unidos referente a la reforma eléctrica, está provocando la tensión con el poderoso vecino, ignorando el impacto de posibles decisiones soberanas, sólo basta con observar qué pasó con la suspensión de la importación del aguacate. ¿Se enfrió el asunto de la Casa Gris? No.

Persistente (terco) como es el presidente, siguió desviando la atención del tema parental respecto a la ruptura de la fortaleza de su discurso de la austeridad y el combate a la corrupción, y enfiló contra el periodista Loret de Mola, cuestionando el monto y origen de sus ingresos. No conforme, arremetió contra otros periodistas y medios de comunicación y demandó “transparentar” sus movimientos financieros. Ignorando descaradamente lo que la ley establece. Consultó al INAI y la respuesta fue clara, la institución no es competente constitucionalmente a la petición. Berrinche presidencial. Además, habría que sumar otro embiste contra el gobierno norteamericano, por la no respuesta a la nota diplomática de mayo de 2021 donde exige la suspensión de los apoyos a organizaciones civiles por ser contrarias a la 4T, y que los EU soberanamente han ignorado a la fecha.

Encima, a través de sus afines, léase gobernadores y legisladores morenistas, insiste en promover sus “logros” transformadores, y violentan la veda electoral relacionada con la consulta de la revocación del mandato, y confronta al INE.

El presidente, decidió que en la tribuna o ring de las mañaneras seguirá fajándose, en una lucha directa con sus adversarios políticos, la atención del Ejecutivo ronda en los ingresos de Loret de Mola, de la prohibición de información por la veda electoral, de los gobiernos soberanos que no atienden sus caprichos. Mientras la economía sigue decayendo, los pobres aumentan día a día, no se resuelve la provisión de medicamentos, el crimen organizado avanza. Como en toda pelea, en un descuido, el fajador es noqueado ¿será?

 

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