La actual administración municipal de Aguascalientes ha emprendido distintas actividades encaminadas a recuperar espacios públicos existentes en la ciudad, incluyendo desmalezado, limpieza, pintura y, en algunos casos, instalación de mobiliario urbano. Es importante que el gobierno municipal se esté enfocando en el mejoramiento de estos espacios, pues éstos representan uno de los principales lugares de convivencia, esparcimiento e interacción con que cuentan todas las personas independientemente de su lugar de procedencia, nivel socioeconómico, edad, etcétera. Sin embargo, las acciones del municipio son limitadas y no comprenden lo que sería una recuperación integral de espacios públicos. ¿Qué sí y qué no es la recuperación de espacios públicos y qué otras acciones podrían implementarse para lograr beneficios más significativos? Veamos.
¿Qué no es la recuperación de espacios públicos? No es solo el desmalezado o la poda de la vegetación existente –aunque es importante para mejorar la imagen urbana y la percepción de seguridad–, pues ello no garantiza por sí mismo el uso activo de los espacios ni una experiencia entretenida o agradable. Por ejemplo, un parque con el pasto podado pero sin sombra o actividades qué realizar, difícilmente se utilizará. De la misma manera, no es solo la instalación de mobiliario urbano, especialmente si éste no responde a las costumbres o necesidades de los posibles usuarios. Por ejemplo, construir canchas de básquetbol o fútbol donde las personas realizan un deporte distinto puede garantizar el fracaso de ese espacio, al igual que instalar máquinas de ejercicio en lugares sin sombra o a donde acuden principalmente niñas y niños en lugar de adultos.
La recuperación de espacios públicos tampoco consiste exclusivamente en pintar el pavimento o el mobiliario existente –como porterías, canastas de basquetbol, etcétera–, pues ello por sí mismo no asegura que las personas lo utilicen ni se sientan atraídos o seguros, especialmente si las personas no se sienten atraídas al lugar, o no existen condiciones térmicas agradables ni elementos de resguardo y protección. Y finalmente, la recuperación de espacios públicos no es una estrategia que deba implementarse de manera fragmentada, es decir, que las distintas acciones de mejoramiento se ejecuten de manera desarticulada sin considerar, de forma integral, todos los elementos necesarios para hacer al espacio público realmente atractivo, cómodo, seguro e incluyente.
Entonces, ¿qué sí es la recuperación de espacios públicos? Es una estrategia integral –urbana, social y ambiental– que entiende al espacio público desde una lógica multidimensional, es decir, no solo desde la estética o apariencia física, sino sobre todo desde la manera en que las personas lo utilizan o pudieran utilizarlo, y la forma en que cada espacio puede proveer beneficios tangibles para la población en términos de seguridad, movilidad, esparcimiento, salud, entre otros. En ese sentido, la recuperación de espacios públicos debería estar encaminada, de manera simultánea, a incentivar su uso y aprovechamiento a través de distintas actividades; a ofrecer experiencias sensoriales agradables para las personas; y a proteger a los usuarios de factores poco placenteros en una ciudad.
Por ejemplo, la recuperación de espacios públicos debe considerar acciones para proteger a las personas del tráfico vehicular, del ruido y de la contaminación visual, así como de condiciones climáticas adversas como la lluvia, el sol o temperaturas extremas, lo cual puede lograrse mediante equipamiento, infraestructura y vegetación adecuada. Asimismo, debe prever estrategias para mejorar la percepción de seguridad e inhibir actividades delictivas, como proveer una excelente iluminación y facilitar “más ojos en la calle” a través de actividades deportivas, recreativas, comerciales, entre otras, que aumenten la presencia de personas en el espacio a lo largo del día –los cafés o establecimientos similares con asientos al exterior suelen ser una medida efectiva–.
La recuperación de espacios públicos también contempla medidas para realmente invitar a las personas a utilizarlos, como medidas de accesibilidad universal para que todas las personas puedan llegar al espacio público sin obstáculos, y acciones para facilitar la entrada al espacio desde su alrededor, por ejemplo, removiendo rejas o mallas perimetrales que, a pesar de parecer contraintuitivo, con frecuencia aumentan la inseguridad. Asimismo, el proceso de recuperación debe incluir espacios para sentarse, recargarse, acostarse, ejercitarse, jugar, y otras actividades que incentiven a las personas a utilizar y permanecer más tiempo en ese espacio, y debe ofrecer vistas agradables para las personas –las vistas desde un parque o una plaza a un paso a desnivel o un distribuidor vial afectan significativamente la calidad de esos espacios–. Y finalmente, la recuperación de espacios públicos considera la programación de actividades tanto permanentes o temporales para elevar el atractivo de cada lugar y aumentar el número de usuarios, como pequeños mercados al aire libre, conciertos o festivales, bibliotecas y exhibiciones itinerantes, entre otras.
En conclusión, las acciones emprendidas por el municipio de Aguascalientes para la recuperación de espacios públicos, si bien son necesarias y positivas, también son parciales y limitadas. Esperemos que el municipio invierta más recursos, tiempo y esfuerzo en una estrategia más ambiciosa e integral para la recuperación de estos espacios vitales de la ciudad.
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