Yo he visto un motoperro es una dulce canción infantil rockera dedicada a los policías de tránsito motorizados de los que, se dice por ahí, muchos hemos sido víctimas en alguna ocasión.
Se dice que cada vez hay menos corrupción sin embargo, algunas prácticas neoliberales se han incrementado irremediablemente en los últimos meses, como lo es el que los policías de tránsito paren a los vehículos con placas foraneas solo por ser foráneos esperando hacer su agosto en cualquier momento.
Pienso que tantos recortes presupuestales ha afectado el salario de los policías de tránsito y por ello buscan sacar dinero a como sea lugar.
Un amigo, que tiene a bien visitar Aguascalientes cada mes, de septiembre a diciembre invirtió cerca de 1500 pesos en “propinas” a policía de tránsito quienes lo paran cada vez que entra al municipio.
Sabe ya bien donde se encuentran los tránsitos, se ubican pasando la Universidad Tecnológica el Retoño, le piden orillarse y, en cada ocasión, le objetan algo distinto como el polarizado de su auto, aunque tiene el tono legal; que su licencia es de otro estado, que bien si es un vehículo particular no circula en la hora indicada (si alguien sabe cual es por favor infórmenos) y en una ocasión, por circular a 60km por hora ¡hágame usted el favor! así que, el pretexto es cualquiera y no lo dejan ir hasta que no les da “algo para desayunar”.
Antes creíamos que eso solo ocurría en el Estado de México, pero ahora tan bien lo vemos en nuestro terruño y eso convierte a nuestro estado en uno donde la corrupción está continuamente latente.
Pero mientras usted lee esta columna mi vehículo y yo estamos presos en CDMX porque, desde que salió de la agencia no trae engomado, así que según el reglamento de del Estado de México incurrimos en una infracción con un total de 12,000 mil pesitos que se podía remediar si en ese momento le entregábamos al tránsito 4,000 mil pesos con la garantía de un pase que nos permitía salir gracias al nombre del comandante. Naturalmente que dicho pase no era más que un papel arrugado con unas letras inteligibles.
Aunque, naturalmente, la tarjeta de circulación y en engomado pequeñito que se coloca en la ventanilla con el año y el logotipo coincidían, para el oficial no era suficiente pero tampoco nos dejaba ir. Me pareció muy sencillo pedirle al policía que verificará la información con el código QR que viene ahí y ¿qué cree que sucedió? pues ese código tan moderno no sirve para nada, solo direcciona a la página de Gobierno del Estado, si usted necesita verificar algo de su vehículo pues no, no es útil para eso.
Para poder regresar a Aguascalientes tuvimos que pedir el engomado que nos faltaba a fin de colocarlo al vehículo y esperar que no quieran trazarnos por nada más. Debo de confesar que después de 8 años de entrar y salir a la CDMX continuamente es la primera vez que tenemos este problema, sabíamos que ocurría pero nunca habíamos sido victimas de tal barbajanería.
En todos lados se cuecen habas, pero además de coraje, si da tristeza el que encontremos esa situación ya en nuestro bello terruño y, recalquemos que eso lo notan los turistas y es un tache para la “tierra de la gente buena” .
Como foráneos que experimentan este tipo de problemas tenemos la esperanza en encontrar un buen retorno sin el acoso de los policías de tránsito. Deseamos circular con tranquilidad, con el tránsito habitual de CDMX y el Estado de México pero libres, libres del acoso.
Ahora tenemos que viajar y tener a la mano los reglamentos de tránsito de los estados donde los policías hacen de las suyas para poder, con la ley en la mano argumentar en pro de la no mordida y la libre circulación pues como dice la canción de Patita de Perro: “Yo he visto un motoperro platicando con papá, le quitaron su dinero, pobrecito de papá”.
Es importante cotejar, en nuestro caso como circulantes, en línea el reglamento de tránsito porque la verdad son tan tranzas que existe la posibilidad de que el reglamento que nos muestran sea falso por lo que, es muy importante el estar como se dice “ a las vivas” para evitar salir más perjudicados.
Por lo demás, los gobiernos deberían darles un mejor salario a los policías para que los ciudadanos tengamos que enfrentarnos cada vez menos a este tipo de situaciones porque la cuestión de la corrupción, finalmente, es una elección personal.
Si va a salir de la ciudad, lleve todo en regla, engomados, verificaciones, respete el límite de velocidad, porte el permiso de la ciudad o estado a donde va si es necesario a fin de poner salir de las garras de los motoperros.
Pase felices fiestas, mis mejores deseos para el 2022.
Laus Deo
@paulanajber