Tres Regalos, Quintana Roo, circulados en la división Sub-22, con 399 tantos se sostuvieron sólida y firmemente en el primer sitio del pergamino global del I Campeonato Millonario Nuevos Valores, allá, sobre la superficie del Poliforum Charro de la Isla San Marcos de la ciudad capital de las aguas tibias, que el domingo llegó a su fin.
El segundo puesto fue para Charros de Coleto, Jalisco, cuyos miembros hicieron lo necesario para firmar una hoja con 281 totales. Con 275, los potosinos Charros RG2 ostentaron la tercera casilla, dejando en la cuarta a Hacienda Morgan, Nuevo León con 258; Los hidrocálidos Amigos de Aguascalientes alcanzaron la quinta posición por una actuación que les redituó 238 bonos. Otros neoleoneses, ahora Perla Negra, ocuparon el sexto espacio con una suma de 237; el séptimo y octavo lo obtuvieron dos hidalguenses, Hacienda Texcaltitla y Sangre Hidalguense con dividendos de 154 y 44, respectivamente.
En cuanto al punto de la categoría infantil “A”, el título fue a dar a la galería de Rancho La Presita, Hidalgo con el respaldo de 299 totales. En el mismo encuentro, para etiquetarse con el subcampeonato, Rancho San Lorenzo, Aguascalientes acabó con 218. El tercer casillero lo ocuparon los pequeños “quijotes” de Rancho San Ramón, Zacatecas con 200 y el cuarto La Esperanza Ikal por haber sumado solo 150.
Bojan Raúl Avilés, entrados en las especificaciones de La Presita, abrió fuego con una cala de caballo que le fue colgada de 38 bonos; Emilio López, en su espacio de la manga, forjó un par de piales que agregaron a la cuenta 36 tantos; la tercia de coleadores fue hecha con David Dávila, Bojan Avilés y Geovani Uribe, quienes dieron a la bandera del equipo, respectivamente, 38, 29 y 25.
Metidos en el anillo, la jineteada de novillo fue por cuenta y responsabilidad de Antuan Uribe, mismo que al apearse del dorso de su antagonista dejó a la tabla 16 puntos; vino la terna, de la cual pudieron cobrar el cabecero según los modos de David Dávila de 19 y 23 por el peal de los de Emiliano López, con un punto agregado por igual tiempo ahorrado, exponiendo la particularidad que, sin ser obligación, derribaron al bóvido.
Apareció nuevamente en el redondo escenario Antuan Uribe, esta vez para jinetear el equino, haciéndolo bien y recompensándolo con 17.
Lamentablemente no se vieron manganas a pie, no así las de a caballo de las que Geovani Uribe buriló dos para 38, acabando la actuación con paso de la muerte de 20 a la responsiva de David Ávila.