- Esperan excelente cosecha gracias al buen temporal de lluvias
- Esquemas certeros de comercialización y producción la conservan en lugar importante
El cultivo de guayaba es aún redituable para los productores de Calvillo gracias a sus esquemas certeros de comercialización, al conservar este municipio el segundo lugar en la cosecha de esta fruta a nivel nacional, después de Michoacán, informó Miguel Muñoz de la Torre, secretario de Desarrollo Rural y Agroempresarial en Aguascalientes (Sedrae).
Al destacar que este año se ha tenido un buen temporal de lluvias y que no se han registrado granizadas atípicas en Aguascalientes, la expectativa es que la producción de guayaba tenga una buena ventana comercial en diciembre y enero, los mejores para el productor de guayaba en Calvillo y el estado, ya que es muy común que granice en junio, julio o agosto.
Apuntó que en estos momentos se encuentran cerrando números la Sedrae y los productores respecto a un diagnóstico de cuánto se va a cosechar en esta ocasión en las más de 4,100 hectáreas comerciales en producción.
Recalcó que la producción sigue siendo rentable gracias a que se han logrado esquemas más certeros de venta, pues cuentan con los clientes para vender la guayaba inmediatamente después de que se cosecha y con precios estandarizados, “sigue siendo un gran producto y creo que se han ido especializando los productores, es gente muy especializada en la guayaba, el productor de Calvillo es muy emprendedor”, subrayó.
Añadió que el estado de Aguascalientes es el segundo en importancia en el ámbito nacional en cuanto a productores y a hectáreas después de Michoacán, además que la exportación va principalmente a los Estados Unidos, donde la ventana comercial y posicionamiento es excelente.
El secretario advirtió que viene un invierno frío como consecuencia del buen temporal, y este año fue un año atípico en lluvias, lo que coincide con la etapa más productiva de cultivos de invierno como avena y alfalfa.
El funcionario destacó que los productores ahora tienen la visión del llamado “valor agregado”, es decir, que si cultivan uvas además tienen la idea de generar una casa vitivinícola, lo cual es muy importante, ya que representa en este caso un resurgimiento de la producción vinícola en la entidad con más de 1,300 hectáreas de uva.