Tenía mis dudas, dedicar este Banquete a los 48 años del lanzamiento del disco Tales from topographic oceans del grupo británico Yes, aniversario celebrado el pasado 7 de diciembre y que representa uno de los más excelsos discos en la historia del rock, un trabajo inmaculado, pero ya habrá ocasión de ocuparnos de esta soberbia producción discográfica.
Lo cierto es que no puedo dejar de pasar la oportunidad de recordar en estas líneas al guitarrista, bajista y cantante Greg Lake y toda su brillante e irreprochable carrera en el rock, el progresivo fue el subgénero musical que lo proyectó con luz propia y le dio vida inmortal en la siempre inconclusa historia del rock.
Murió hace cinco años, el 7 de diciembre de 2016, curiosamente el mismo año, pero algunos meses después de su colega, el tecladista Keith Emerson quien partió a la eternidad el 11 de marzo, ellos fueron compañeros de fórmula en una de las entidades musicales más solventes y virtuosas en este género, hablo de Emerson, Lake & Palmer, de los tres solo vive el baterista Carl Palmer y con la muerte de estos dos grandes músicos se descarta toda posibilidad de un retorno.
Pero hablemos de Greg Lake, él era originalmente guitarrista y compañero de escuela de Robert Fripp, autor intelectual de una de las más grandiosas y exitosas entidades del rock progresivo en Inglaterra, incluso no estaríamos tan errados si lo señalamos como el iniciador de este lenguaje musical con su agrupación King Crimson, claro, el tema está sujeto a discusión, habrá quien levante la voz con motivos muy justificados para decir que el origen del rock progresivo lo encontramos en Moody Blues, por ejemplo, pero independientemente de eso, es incuestionable que el primero de los discos de la Corte del Rey Carmesí, llamado justamente In the Court of the Crimson King, es una piedra angular en la construcción de este impresionante edificio llamado rock progresivo.
Pues bien, Robert Fripp invitó a Greg Lake a tocar en su grupo, pero como bajista, ya que la guitarra era su responsabilidad, así que Lake se sumó a las filas de las huestes de Robert Fripp para dar inicio a una entidad musical que más que ser una agrupación de rock, representa toda una institución musical que además de los excelsos discos que han grabado, funge también como una escuela que provee al rock de algunos de sus más dignos representantes. Definitivamente, King Crimson, las Madres de la Invención de Frank Zappa y los Bluesbreakers de John Mayall, son eso, verdaderas escuelas en la escena internacional de la música.
Greg Lake estuvo en King Crimson en sus primeros dos discos, In the court of the Crimson King y el segundo: In the wake of Poseidon, después de estos extraordinarios discos sale de la agrupación para dar vida a una de las entidades musicales más solventes, impresionantes y majestuosas en la siempre inconclusa historia del rock, me refiero a Emerson, Lake & Palmer. Oficialmente esta agrupación británica que lleva el término de trío hasta sus últimas y más radicales consecuencias, inicia su vida en 1970 con la publicación de su primer disco que es homónimo y verdaderamente sorprendente en su discurso musical. Creo que con Emerson, Lake & Palmer sucede algo parecido a lo que vimos con Pink Floyd, la música de ambas entidades musicales no es exactamente un caramelito de fácil e inmediata digestión, todo lo contrario, reclama del espectador toda la atención y es música cuyo nivel exige también oídos entrenados y educados, sin embargo, a pesar de estas -cómo llamarle, ¿dificultades?- las ventas alcanzaron cifras inéditas en estos lenguajes musicales, y eso es un curioso paralelismo entre Pink Floyd y Emerson, Lake & Palmer.
De hecho me queda claro que los primeros discos de esta agrupación son verdaderos referentes en lo que es la más ortodoxa, pura y cristalina expresión del rock progresivo inglés, además del primero, que como ya comenté es homónimo, el segundo es una verdadera joya: Tarkus, que no solo se reduce a la canción que da nombre a la producción, que por otro lado es un referente en el rock, sino que todo el disco está rebosante de buena música. El tercer disco es un manjar llamado Trilogy, vendría después el legendario Brain salad surgery que cierra el ciclo de esta primera etapa del grupo. No olvidemos incluir en este período dos grandiosos discos en concierto, el primero de 1971 en donde hace un versión libre de la obra de Mussorgsky Cuadros de una exposición compuesta en 1874 originalmente para piano solo y orquestada en 1922 por Maurice Ravel. Vendría después el disco Welcome back my friends to the sow that never ends de 1974, y por supuesto, su gran participación que quedó grabada en el Festival de la Isla de Wight de 1970.
La carrera del grupo se extendió hasta la publicación de In the hot seat de 1994, o al menos este fue su último disco grabado en estudio. Paralelamente, Greg Lake participó en algunos otros proyectos, por ejemplo, fue convocado para sustituir a John Wetton en la gira de Asia por Asia en el año de 1983, por cierto, salvo tu mejor opinión, me parecen muy parecidos los dos, ambos bajistas que destacan también como cantantes muy solventes, incluso con un timbre de voz muy parecido, así que Lake era el sustituto ideal para Wetton, que por otro lado, tiene también una carrera impresionante.
Hoy recordamos al gran músico Greg Lake a cinco años de su muerte, pero con vida inmortal en el siempre inagotable y alucinante mundo del rock.