Solemos calificar todo proceso electoral como una fiesta democrática, estamos tan convencidos de que es la mejor manera de participar para lograr los cambios que deseamos que para convocar a las urnas invitamos a la celebración; quienes se han encargado de organizar alguna reunión sabe que uno de los riesgos que se corre es la llegada de los gorrones, al escenario político nacional ya se presentaron los primeros, la recientemente formada Fuerza Solidaria Progresista.
Los gorrones son una plaga, viven a costa de los demás, piden cosas y “olvidan” devolverlas, se invitan a las reuniones sin pagar lo que consumen, hacen uso de los recursos sin ningún mérito que les permita hacerlo. Hace unos días se confirmó que tres organizaciones perderían su registro como partido por no lograr al menos 3% de los votos a nivel nacional: Fuerza por México (FXM), Redes Sociales Progresistas (RSP) y Encuentro Solidario (PES); agraviados, los dueños de estas asociaciones patalearon cuanto pudieron para que no los alejaran del presupuesto público, calificaron la decisión de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de tener una visión conservadora, el hecho de hacer cumplir la ley lo consideraron como un retroceso.
Indignadísimos, estos vivales se reunieron para anunciar que van a juntarse en un bloque que se denominará Fuerza Solidaria Progresista para poder participar en las seis elecciones de gobernador del 2022 y en las presidenciales del 2024. Los dirigentes Hugo Eric Flores (PES), Gerardo Islas (FXM) y Fernando González (RSP) aseguraron que van con todo y propondrán una reforma electoral “de vanguardia” que se adapte a la dinámica de los nuevos tiempos políticos, en un documento de seis puntos se llenan la boca usando palabras grandes como democracia, participación ciudadana, sociedad civil y ciudadanía, pero no pueden esconder que lo único que les interesa es seguir manteniéndose del erario.
A Hugo Eric Flores, Gerardo Islas y Fernando González les basta cambiar de etiqueta sin considerar la contradicción que es unir lo que esos tres partidos representan, sin el mínimo análisis de las razones por las que no alcanzaron el mínimo de la votación, en defensa de su permanencia alegaron que no obtuvieron los votos necesarios porque la pandemia de covid-19 se los impidió, además de que les modificaron las fechas de registro y hubo retraso en la entrega de prerrogativas por parte del INE; los magistrados del TEPJF evidenciaron a estos vivales señalando que no había elementos ni presentaron pruebas de sus dichos. Lo poquito que alcanzaron en las urnas son lo que representan: nada.
Cabalgando en esa contradicción, los votos reunidos por los tres partidos, Fuerza Solidaria Progresista se presenta como una organización que representa a casi cuatro millones de votos, ¿en serio?, ¿esos millones de mexicanos votaron por lo mismo?, ¿qué uniría un voto por este “nuevo partido”, el conservadurismo retrógrado de Encuentro Solidario, las prácticas corporativistas de Redes Sociales Progresistas o la ambición de Fuerza por México?
Sin importar las contradicciones, Fuerza Solidario Progresista se prepara para caer de sorpresa en las elecciones del 2022, en el caso de Aguascalientes sí hay algo que unifica a estas tres organizaciones, todas ellas presentaron candidatos de pena ajena, desde exgobernadores corruptos hasta vivales ignorantes que organizaban bailes durante la pandemia, y sin embargo, por el bien de la fiesta democrática, habrá que ver cómo nos deshacemos de estos gorrones.
Coda. Llegaron los gorrones, cantaba Chava Flores: “Se da uno cuenta que nadie los invitó, ¿por qué, manito? Por múltiples razones, se cuelan cuatro, cinco, seis o siete o diez o todo un regimiento, y se dedican las botellas a vaciar, en menos que lo cuento, pero eso sí, llegaron los gorrones, hay que esconder botellas y platones”, ya está aquí Fuerza Solidaria Progresista, a esconder el presupuesto.
@aldan