Siempre he soñado con la posibilidad de tener una charla con Don Miguel Cervantes Saavedra, naturalmente eso no es posible por lo que en un anhelo de haberlo conocido en más de una ocasión he pensado en qué le preguntaría si hubiese tenido la posibilidad de vivir en el mismos país, año, siglo que él después de haber escrito el Quijote.
Sin duda alguna si hubiese conocido a Cervantes habría escrito su biografía, y con lo preguntona que soy hubiera intentado saber cómo es que se inspiró para poder escribir la primera novela moderna.
Varios siglos después, podemos encontrar a nuestros autores favoritos gracias a las redes sociales y, aunque inocentemente creamos que ellos son quienes las manejan, la verdad es que la mayor parte de ello, una vez que son célebres tienen un equipo de personas que se encargan de ello.
Existe actualmente un grupo de jóvenes escritores que han sido llamados por las casas editoriales gracias a lo que publican en redes sociales. De un día al otro los encontramos como escritores consolidados y sabemos que ellos mismos escribieron sus libros gracias a los continuos errores en la sintaxis. Lo interesante en estos casos el tratamiento que le da la editorial y permite que se publiquen de esta manera ya que es diferente a una errata.
Pienso que, finalmente lo que buscan las editoriales es capturar a todos los seguidores de las redes de estos jóvenes autores e influencers por lo que les dejan una parte de su esencia, aunque esta sea justamente una escritura diferente.
Sin duda alguna, quienes tienen la oportunidad de publicar de esta manera logran que sus libros se vendan como pan caliente y las personas llenan sus redes sociales de comentarios de y sobre su obra.
Hay otros autores que no tienen tanta suerte, tratan de lograr colocar sus obras sin tener éxito y recurren a los sitios que publican libros en línea sin paga. Estos sitios, como ya le había comentado, son portales donde los escritores pueden subir sus obras esperando gusten y sean leídas teniendo poca o nula ganancia.
Derivados de estos sitios y aplicaciones se crean grupos de las redes sociales donde los autores pueden promocionar directamente sus obras y recibir comentarios sobre las mismas.
El objetivo inocente de estos autores es la promoción de sus obras pero ¿qué pasa cuando las obras no les gustan a los lectores?
Nos acostumbramos a leer libros de corridos, obras completas, así que para muchas personas es muy difícil el poder leer un libro por partes por lo que, en los sitios donde los libros se publican por capítulos en ocasiones los usuarios son muy impacientes cuando no pueden leer todos los días el libro electrónico que eligieron.
En los grupos o bien, en los comentarios que se pueden escribir en la aplicación los lectores insultan y presionan a los autores porque no pueden seguir su lectura de manera corrida.
Como lectora, siempre deseosa de poder compartir un instante con Don Miguel de Cervantes no comprendo cómo es que la satisfacción de leer un libro puede convertir a un lector insatisfecho en una persona agresiva.
Cuando se acepta leer libros en esta nueva modalidad debemos de tomar en cuenta justamente que nos enfrentamos a la posibilidad de no tener un libro terminado en una semana o inclusive meses.
Lo que me pregunto es, si los autores de estas obras las tienen ya terminadas o solo corren el riesgo de escribir cada día a fin de satisfacer las necesidades expuestas por sus lectores a partir de la interacción directa que tienen con estos.
Lo interesante es la interacción. Algunos autores se justifican por no continuar las novelas mientras reciben mensajes de apoyo y la promesa de sus lectores de seguir leyendo, en tanto que otros escritores exhiben a los lectores que los insultan y atacan vía redes sociales sin remedio alguno.
Indiscutiblemente, ahora es más difícil mantenerse oculto pues las redes sociales, el internet hace que ya no podamos ser anónimos, como en el pasado. Así cualquier cosa que hagamos pública puede ser a favor o en contra de nosotros mismos por lo que estos escritores son muy valientes al hacer la publicidad de sus libros de propia mano, soportando halagos y reproches al mismo tiempo.
Si analizamos esto desde otra perspectiva, esto es solo un gran experimento social donde se puede analizar el comportamiento de las masas en cuestión de gustos literarios, uso de libros electrónicos, plataformas y aplicaciones de lectura.
Nunca imaginamos que podría llegar a tener la posibilidad de escribirnos textos con los escritores de manera directa, poder discutir con ellos sobre ciertos temas de sus obras, sin embargo, el cómo se puede uno acercar a estos es lo que marca la diferencia.
Naturalmente que, entre estos escritores no se encuentran aquellos quienes son conocidos por su trayectoria en libros impresos y amamos leer cada nueva obra que publican y que, naturalmente, tienen un equipo de personas que llevan sus redes sociales.
Si tiene curiosidad busque las aplicaciones para leer libros por capítulos, entre a los grupos de estas en redes sociales y observe el cómo la relación entre lectores y autores está cambiando.
Laus Deo
@paulanajber