La noche de hoy -compartamos o no las creencias religiosas que evidentemente celebramos los que profesamos el catolicismo- se ha convertido en una fecha que nos llama a la unión familiar y por supuesto a la unión con nuestros seres queridos; sea pretexto o no, lo que importa es que la noche del 24 de diciembre se destina por la mayoría para reunirnos y celebrar, no solo el concepto de navidad, sino celebrar la unión, el estar presentes, valorar que por muy adverso que se nos pueda presentar el panorama, somos agraciados por poder contar con gente que nos arropa y a la cual arropamos ya sea por un vínculo familiar o de amistad.
El punto al que quiero llegar es que buena parte de la actividad al final del año en nuestra sociedad se concentra en la noche buena: la gran mayoría de los comercios y centros laborales cierran sus puertas a tempranas horas, todos para tener la oportunidad de preparar y alistarse para la cena de navidad, algunos contarán que se visten con sus mejores galas, otros tantos que esa noche se prepara algún platillo especial, o bien destinan sus esfuerzos en preparar los regalos para los intercambios. Volviendo al punto, la fecha por sí misma, representa uno de los pocos momentos en el año en el que destinamos para detener la marcha, sea grande o pequeña la familia, se reúne y convive, siendo esa la que creo que es la mayor valía de la noche buena, el regresar a lo básico, al núcleo principal de toda sociedad.
Dicha reunión por sí misma, reviste la mayor de las importancias, sobre todo tomando en cuenta los gravísimos problemas por los que transitamos, en el ámbito económico, con una profunda crisis nutrida dramáticamente por los efectos de la pandemia, una inflación rampante que se ve reflejada en el aumento drástico de los precios no solo de la canasta básica, sino prácticamente en todos los rubros y con un desempleo a la alza; en el ámbito de la seguridad pública, con niveles nunca antes vistos en cuanto a delitos ya sea relacionados con el fuero común, tanto como con la delincuencia organizada, con una crisis sanitaria que parece no tener fin, que aunque nos hemos acostumbrado a vivir con la pandemia, la realidad es que día con día siguen perdiendo la vida muchas personas con motivo del Covid-19, y así pudiera continuar haciendo mención de todos los problemas que como sociedad enfrentamos diariamente.
Así pues, el destinar una noche, para convivir y reunirnos con nuestros seres queridos y festejar lo que se tenga que festejar, resulta muy importante, no tanto por el relajo y la fiesta, sino porque nos recuerda la importancia que representan la familia y los cercanos, no solo a nivel personal sino como sociedad en general.
En el ámbito electoral, si bien también hacemos una pausa ese día, la actividad de los últimos días de diciembre sigue siendo intensa: pasada la noche buena, tenemos frente a nosotros la importante decisión respecto a la integración de quienes fungirán como consejeras y consejeros electorales en los 18 distritos electorales en que se divide nuestro Estado, que si bien es cierto, en este proceso en curso, no se renueva el Congreso del Estado, son los consejos distritales quienes en su ámbito territorial de competencia, contarán una a una las actas de todas las casillas que se instalarán dentro de su distrito, cómputo que remitirán al Consejo General para que a su vez, realice la sumatoria de las 18 actas distritales y con ello, se determinará la candidatura que resulte ganadora y así conocer quien será la persona que ocupará la gubernatura en nuestro Estado. Aunado a ello, en lo que resta del año fenecerá el plazo para recibir los posibles convenios de coalición que celebren los partidos políticos, que por lo que ha trascendido en los medios de comunicación, es casi un hecho que se presentarán por lo menos un par de coaliciones. El plazo vence el día 2 de enero, y con ello se configurará el tablero electoral que transitará durante las precampañas todo el mes de enero y hasta el 10 de febrero, así como las campañas electorales en el mes de abril y mayo próximo.
Así pues, estimado lector, estimada lectora, les invito a que la pausa que hoy por la noche tendremos, sirva para valorar lo que nos es propio, lo que hicimos durante el año y sobre todo lo que queremos hacer para el 2022. Como lo mencioné líneas arriba, nuestra situación a todas luces exige nuestra intervención, debemos hacer mejor las cosas como partícipes sociales, requerimos de una mejor ciudadanía, y eso se logra, sí o sí, a través del principal núcleo o pilar de cualquier sociedad, que es la familia.
Que la noche buena refrende los lazos familiares y unifique el objetivo común de vivir en un mejor entorno, siendo la próxima jornada electoral del 5 de junio del 2022 una excelente oportunidad para buscar ese bien común. Por nuestra parte refrendaremos de nueva cuenta que Aguascalientes cuenta con un árbitro electoral profesional, imparcial y a la altura de las circunstancias y por ende, garantizaremos que Usted pueda ejercer libremente su derecho a elegir a quien ocupará la gubernatura en nuestro estado.
Por lo pronto no me resta más que desearle una muy feliz navidad; ya mañana será otro día.
/LanderosIEE | @LanderosIEE