APRO/Beatriz Pereyra
La crisis que la Selección Nacional de México padece prácticamente cada cuatro años en las eliminatorias mundialistas apareció este 2021 tras una histórica derrota 2-1 ante Canadá, precedida del descalabro 2-0 ante Estados Unidos, resultados que tienen al equipo tricolor en el tercer sitio del octagonal clasificatorio, empatado en puntos (14) con Panamá.
Como suele ocurrir, ya se encendieron las alarmas y aparecieron las voces que exigen “cortarle la cabeza” al director técnico, Gerardo Tata Martino, quien hasta ahora se mantiene firme en su puesto.
No pasa de largo que México llegó a la última fecha de la FIFA de 2021 como líder de la eliminatoria rumbo a Qatar 2022, pero terminó casi en zona de repechaje; supera a los panameños sólo por diferencia de goles.
Sin embargo, los pases mundialistas están todavía en la incertidumbre, pues se ha jugado la mitad de la eliminatoria de la Confederación del Norte, Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf). A cada selección le faltan seis partidos por disputar.
Por ahora Canadá es líder del octagonal, con 16 puntos (es el único invicto de la eliminatoria), y Estados Unidos es segundo, con 15. El triunfo inesperado de los canadienses sobre México los catapultó hacia la primera posición, resultado que se combinó con un empate de EU (1-1) ante Jamaica.
El 27 de enero de 2022 el Tri visitará a Jamaica, sexto de la tabla, con siete puntos; y el 30 de enero recibirá a Costa Rica, quinto lugar, con nueve puntos, y sin gente en el estadio por el castigo de la FIFA, a consecuencia del grito homofóbico. A Panamá lo recibirá, también a puerta cerrada, el 2 de febrero próximo.
México debe estar preocupado por los panameños, quienes clasificaron por primera vez a un Mundial en Rusia 2018, pues en la fecha FIFA de noviembre se llevó dos triunfos y seis puntos ante Honduras (3-2 de visita) y El Salvador (2-1 en casa).
México, como local, enfrentará el 24 de marzo a Estados Unidos; el 27 viajará a Honduras y el 30 de ese mes cerrará en casa ante El Salvador. Panamá tendrá como rivales, además de México, a Costa Rica (como visitante) y Jamaica (como local).
Después de no haber calificado al Mundial de Rusia 2018, Estados Unidos está resuelto a llegar a Qatar 2022.
Canadá está empecinado en clasificar por segunda ocasión en su historia a una justa mundialista. No lo ha logrado desde México 86.
Los planteles estadunidense y canadiense han prosperado en lo futbolístico en los últimos años. Actualmente en la Concacaf no hay un equipo que domine la región; se trata, mejor dicho, de saber cuál es el menos malo. No obstante, estos dos países norteamericanos ya le mostraron su mejor versión a México.
Europa, la clave
Estados Unidos destaca por tener 19 jugadores en equipos europeos. Ya superó a México, que tiene 11 futbolistas en el viejo continente. Pese a que no todos son titulares, sí superan en minutos de juego a los mexicanos; aunque algunos están en equipos de mayor envergadura, generalmente su lugar está en la banca: Héctor Herrera, con el Atlético de Madrid; Jesús Tecatito Corona, con el Porto; Hirving El Chucky Lozano, con el Nápoles.
Por los estadunidenses están: Christian Pulisic, del Chelsea; Weston McKennie, en la Juventus; Gio Reyna, en el Borussia Dortmund; Sergiño Dest, con el Barcelona; Chris Richards, en el Hoffenheim; Tyler Adams, con el Leipzig; Antonee Robinson milita en el Fulham; Brenden Aaronson, en el Salzburg; Yunus Musah, con el Valencia; Konrad de la Fuente está en el Olympique de Marsella; Matthew Hoppe, con el Mallorca, y Joe Scally, con el Gladbach. Ellos son algunos de los jugadores que se están formando fuera de Estados Unidos.
La diferencia entre los seleccionados es consecuencia de que la Federación Estadunidense de Futbol (US Soccer) se dio cuenta de que, para que sus jugadores pudieran competir al más alto nivel, era necesario venderlos a precios bajos. Además han aprovechado la doble nacionalidad con la que muchos de los jugadores estadunidenses cuentan, lo cual permite que sean primeras opciones para los equipos europeos.
En 1996 comenzó a funcionar la Major League Soccer (MLS) como uno de los compromisos que tuvo que cumplir la US Soccer para que Estados Unidos fuera sede del Mundial 1994. Establecer una liga profesional de primer nivel abrió la puerta a buscar futbolistas en el extranjero, pero también para formar y desarrollar a sus propios jugadores.
Así, la US Soccer impulsó el programa de residencia de futbol en la Academia IMG. Landon Donovan perteneció a la primera generación. La MLS comenzó a fungir como un semillero para aportar jugadores a la selección estadunidense.
La MLS ha trabajado con academias de talento reclutando jugadores locales que son detectados en universidades o proyectos futbolísticos consolidados, pero simultáneamente comenzaron a exportar a sus futbolistas.
Por el contrario, los clubes mexicanos no han permitido que más jugadores salgan con facilidad a Europa. De tal suerte que mientras los estadunidenses emigran para formarse en ligas de élite, para después nutrir a su país, en México la Liga MX sigue siendo el lugar donde se forman los seleccionados nacionales.
La eterna discusión de reducir el número de extranjeros en el balompié nacional, los cuestionamientos sobre que el ascenso y descenso fueron abolidos, o la falta de oportunidades para los jugadores jóvenes no parecen ser la respuesta para generar futbolistas de élite que alimenten al Tri.
Entrenadores nacionales van y vienen y hay más mexicanos en Europa, pero aún así el nivel del futbol mexicano sigue estancado: se sufre para calificar al Mundial y no se alcanza el anhelado “quinto partido”.