- Insuficiente, la oferta de centros residenciales certificados para atender adicciones
- En Aguascalientes hay sólo 13 centros con certificación Conadic, contra más de 105 anexos
Los costos de los centros de atención a las adicciones en Aguascalientes y la falta de lugares públicos y certificados hace inaccesible la atención a un gran sector de la población a pesar del incremento en la demanda de este servicio.
Mientras que gobierno estatal sólo cuenta con el Centro de Atención para la Rehabilitación de las Adicciones (Capra) que por el tratamiento integral, por paciente cobra seis mil pesos; aunque la capacidad es insuficiente frente a la demanda; en el caso de los llamados anexos cobran entre 1,500 pesos a 2,000 por semana –entre los más baratos, mientras que existen otros lugares que cuestan hasta 30 mil pesos por mes.
Francisco Pedroza Cabrera, titular de la Dirección de Salud Mental y Adicciones del Issea, recomendó a la población que en caso de tener un familiar con adicciones no los lleve a un anexo, y sí a los centros de atención primaria a fin de que sea evaluado y diagnosticado, y con base al nivel de consumo sea canalizado a un programa de rehabilitación; es decir, recibir un diagnóstico del nivel de adicción antes de ir directamente a un centro residencial de rehabilitación.
Explicó que a fin de que un centro de atención a las adicciones esté certificado, debe estar acreditado por la Conadic (Comisión Nacional contra las Adicciones) y la Dirección de Regulación Sanitaria del estado, situación en la que sólo están 13 establecimientos residenciales y están a punto de abrirse cinco más antes de que termine este año, contra un censo de 105 de los llamados Anexos, aunque podrían haber muchos más.
Detalló que la Norma Oficial Mexicana es la que respalda estos 13 centros con cédulas en cada uno de ellos, mismos que son supervisados desde los programas de intervención, los expedientes de cada persona, las instalaciones, la alimentación, la infraestructura como baños y regaderas existentes por cada determinado número de personas, así como la cantidad de camas; todo es regulado y supervisado, reiteró.
En contraparte existe un censo de establecimientos residenciales que brindan atención a las adicciones que no están regulados ni reconocidos por la Conadic, reconoció el funcionario quien invitó a los conocidos popularmente como Anexos a que regularicen su situación y cumplan con los mínimos criterios para cumplir con un programa de rehabilitación, ya que hay lugares que ni siquiera tienen el conocimiento de dónde están, pues lo abren en un domicilio, al poco tiempo cierran y aparecen en otro edificio.
Pedroza Cabrera dijo que a pesar de los esfuerzos que hacer por monitorear de manera constante estos lugares, gracias y a partir de las mesas regionales de Coordinación por la Paz, integradas por el Ejército, la Guardia Nacional y las secretarías de Seguridad Pública estatal y municipales.
Además, a través de la Comisión Mixta de Regulación de establecimientos Residenciales, en donde participa Regulación Sanitaria, Derechos Humanos estatal, Fiscalía General, Protección Civil y el DIF, para cuidar la situación en especial de menores de edad realizan dos revisiones a estos establecimientos cada 15 días, además de las visitas que hacen en caso de alguna problemática.
Explicó que para abrir alguno de estos Anexos es necesario un permiso por parte del municipio donde se va a instalar, el permiso de funcionamiento por parte de Regulación Sanitaria y someterse a un escrutinio ante la Conadic, lo cual no sucede.