Palacio Nacional, Ciudad de México. 22 de noviembre de 2021. El hombre de cabellos blancos, rostro bronceado y hablar pausado, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, responde a una pregunta de la prensa sobre si trató el tema de la reforma eléctrica con sus contrapartes de América del Norte: el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
El político tabasqueño confiesa: “Bueno, fue muy buena visita a Washington, un encuentro con el primer ministro Trudeau, con el presidente Biden. Hubo muchas coincidencias, diría que ningún problema, ninguna diferencia de fondo” y agrega: “Yo llegué a decirles que era como una conferencia, un encuentro progresista, usé el término ´cumbre progresista´, por las coincidencias. Fue una reunión muy respetuosa”.
La imagen arriba narrada sirve como introducción al presente artículo, el cual pretende explicar por qué AMLO habla de “cumbre progresista” y explicar por qué también Justin Trudeau y Joe Biden son políticos liberales.
Vamos por partes, ¿qué es ser progresista? De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española (RAE), progresista es “dicho de una persona o de una colectividad: de ideas y actitudes avanzadas”.
AMLO es progresista porque su ideario político abreva de lo que él ha denominado las tres transformaciones de la vida pública nacional: la Independencia, la Reforma y la Revolución. En el primer caso, son los Sentimientos de la Nación, obra del caudillo insurgente José María Morelos y Pavón, el cual sostiene que: “la soberanía dimana inmediatamente del Pueblo”: que hay que “moderar la opulencia y la indigencia”: y que únicamente la virtud y el vicio distinguirán a los habitantes de México.
Asimismo, la creencia de la Reforma, urdido por Ignacio Ramírez El Nigromante y Melchor Ocampo, pero implantado bajo el pétreo liderazgo del mayor estadista que ha producido México: Benito Juárez, con su énfasis en la separación de la Iglesia y el Estado, el respeto de las garantías individuales y la defensa de la soberanía nacional forma parte de la caja de herramientas ideológica de AMLO.
Por último, la doctrina de la Revolución, con su realce en: una educación laica, gratuita y obligatoria (Artículo 3 Constitucional); en la propiedad del Estado mexicano de las riquezas que hay bajo el subsuelo (Artículo 27 Constitucional); en una política exterior nacionalista y soberanista (Artículo 89 Constitucional); y la defensa de los derechos laborales (Artículo 123 Constitucional) son piedra angular de la cosmovisión del líder de la llamada Cuarta Transformación.
En el espectro político canadiense, Justin Trudeau es un progresista porque abreva en el ejemplo de su padre: Pierre Elliot Trudeau, líder del Partido Liberal, organización de centro-izquierda, y primer ministro de su país. Trudeau padre, formado en las universidades de Montreal y Harvard y en la prestigiada London School of Economics, basó su oferta programática en la “Sociedad Justa”, un programa destinado a proteger a las minorías de “los berrinches de las mayorías”.
Igualmente, Trudeau padre estableció su actuación gubernamental en tres pilares: el federalismo, el mazacote para mantener unido al Canadá y evitar la secesión de la provincia francófona de Quebec; el bilingüismo, los idiomas francés e inglés son oficiales, y, por último, el multiculturalismo, el respeto a la identidad de cada uno de los grupos migrantes.
El Partido Demócrata es, en el sistema electoral estadounidense, un ente político de centro-izquierda porque apoya a las centrales obreras, la protección al medio ambiente, la reforma del sistema de salud. En temas sociales, promueve los derechos de la comunidad LGBT, la reforma migratoria, el aborto y la legalización de la mariguana.
En el caso de Joe Biden, en 1972, cuando realizó su primera campaña para ocupar un lugar en el Senado de los Estados Unidos, su plataforma política se enfocó en el medio ambiente, la retirada de Vietnam, la tributación equitativa, y el sistema de salud.
Biden, a pesar de ser un devoto católico, ha apoyado las uniones de las personas del mismo sexo y el caso Roe v. Wade, una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Unión Americana, la cual despenaliza el aborto inducido. En el plano global, el mandatario estadounidense es crítico de China y, al mismo tiempo, ha votado a favor del TLCAN y de la Alianza Transpacífico.
El escribano concluye: Biden, López Obrador y Trudeau son políticos de centro-izquierda, lo cual hace que estén en las mismas coordenadas ideológicas. Este hecho facilita los trabajos entre los países signatarios del T-MEC. Segundo, como en toda relación humana, hay puntos de fricción. En este caso, la reforma energética y la migración. Finalmente, es reconfortante para los habitantes de Canadá, los Estados Unidos y México que las reuniones entre sus líderes hayan vuelto. Algo que se había perdido gracias a las maniobras del díscolo neoyorquino: Donald J. Trump.
Aide-Mémoire. – Vladimir Putin mueve sus tentáculos en Bielorrusia y en Ucrania.
Bibliografía recomendada
Building Back Better Together: A Secure, Prosperous North America
Fact Sheet: Key Deliverables for the 2021 North American Leader´s Summit