La Colonia Ferronales es una de las zonas habitacionales más emblemáticas de la ciudad y el estado de Aguascalientes. Sus casas, calles y construcciones cuentan parte importante de la historia de este territorio, la cual ha estado marcada de forma profunda por el ferrocarril.
A mediados del siglo XIX llegó a México el ferrocarril, un invento que terminaría por transformar radicalmente el panorama del país. Las vías, estaciones y conexiones pasaron por gran parte del territorio mexicano, lo que significó una enorme oportunidad de trabajo y vivienda para muchas personas.
Aguascalientes no fue la excepción, pues en este lugar se instalaron estaciones y talleres mecánicos para dar mantenimiento a los trenes que pasaban por aquí y de esta forma continuar con sus trayectos. La necesidad de contar con mano de obra experimentada trajo consigo el reclutamiento de trabajadores extranjeros, provenientes principalmente de los Estados Unidos, quienes llegaron a estas tierras a vivir junto con su familia.
De esta forma se formó la Colonia Ferronales, la cual está ubicada cerca de Tres Centurias, donde en esos tiempos estaban las naves industriales y talleres donde trabajaban los ingenieros estadounidenses. Ya que llegaron en grupo, trajeron consigo muchas de las costumbres que tenían en su país de origen, las cuales trasladaron a la arquitectura de sus viviendas.
Por ello las edificaciones en esta colonia se diferencian de lo acostumbrado en el estado, específicamente de las haciendas y fincas construidas durante la época del Virreinato. Las casas de esta zona son típicamente de una planta, con techos en dos niveles, chimeneas, pórticos y sótanos incluidos, las cuales cuentan además con patios exteriores amplios.
El material de construcción es principalmente madera, mientras las calles son empedradas. Además cabe señalar que hay muchos árboles en esta zona, varios de los cuales tienen varias décadas de vida.
Durante la década de 1950 los ingenieros mexicanos comenzaron a sustituir a los trabajadores extranjeros, por lo que muy pocas de estas personas decidieron continuar viviendo en Aguascalientes. Debido a ello, la colonia sufrió una especie de abandono, lo que terminó por afectar el mantenimiento de la zona por varios años.
Afortunadamente se ha hecho un esfuerzo por rescatar esta localidad, restaurando las construcciones afectadas y renovando los espacios en malas condiciones. Hoy en día esta colonia es considerada una de las zonas más bellas para vivir en Aguascalientes.
Actualmente son cerca de 50 casas las que se mantienen en pie. La gran mayoría de ellas se encuentran habitadas, ya sea por las y los descendientes de las familias que llegaron a este estado por causa del ferrocarril o bien por quienes adquirieron una de estas propiedades por su valor histórico y arquitectónico.
