Con el ánimo pendenciero que lo caracteriza, Paco Ignacio Taibo II aseguró que el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador va a triunfar, en una charla en la Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México, recordó su bravata “se las metimos doblada, camaradas” y empleó el mismo tono para afirmar “¡Vamos a ganar la Reforma Energética, compañeros! ¡Nos los vamos a chingar!”, los tetratransformistas no siguen el ejemplo del presidente y suelen desvariar eufóricos y amenazantes para defender su fe.
Los fieles de la Cuarta Transformación no saben ganar, la pasión que los embarga desde el triunfo de Andrés Manuel López Obrador los mueve a transformar la acción política en reyerta, hartos de las viejas formas corruptas de los regímenes anteriores, sólo están dispuestos a destruir las formas antes que proponer nuevas maneras de entendimiento.
Las huestes tetratransformistas no son las únicas culpables de la imposibilidad de la civilidad política, no importaría que todos los días en todas partes, los Taibos dos de México, se jactaran insultando, el problema es que los otros han caído en el juego, con sus posicionamientos reactivos, la oposición sólo piensa en cómo llevar a cabo su revancha.
Los partidos de oposición son incapaces de reconocerse en las prácticas corruptas que, supuestamente, derrotó López Obrador, no asumen ninguna responsabilidad por los hechos del pasado y únicamente reaccionan como peleadores que buscan la oportunidad de recuperar lo que se les arrebató. Así, como piratas que buscan recuperar el botín, presentan el “relanzamiento” del PRD para convertirlo en un partido socialdemócrata, refrendan la alianza Va por México que une a PAN, PRD y PRI en contra del presidente, o Marko Cortés, reelecto como dirigente nacional del PAN presenta una baraja de aspirantes para atraer a los “amlopentidos”, sin ningún otro argumento que estar en contra del proyecto personal de López Obrador.
Para generar los consensos que no logró para ser candidato único, Marko Cortés suelta los nombres de los aspirantes, supuestamente, para buscarles piso parejo, por supuesto, menciona a Ricardo Anaya Cortés, dedicado a la producción solitaria de videos en contra de López Obrador, así como a los gobernadores de Yucatán, Mauricio Vila; de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca; la de Chihuahua, Maru Campos; Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez; y a los diputados federales Juan Carlos Romero Hicks y Santiago Creel Miranda.
Marko Cortés representa a la perfección a la oposición revanchista, la que envalentonada responde invariablemente a las provocaciones de los Taibos dos, antes que un proyecto, argumentos o ideas, convoca a oponerse y a buscar entre quienes estén arrepentidos, no necesita presentar una idea, le basta con presentar soldaditos, piezas que puedan oponerse a López Obrador, aunque el presidente no vaya a estar en la boleta del 2024.
Lo que esta oposición revanchista no se pregunta, es qué sigue para el país tras el proyecto personalísimo de López Obrador, cuáles serán los escenarios para México ante la posibilidad de una Cuarta Transformación sin que la correa la lleve el presidente, ¿será necesario restaurar la institucionalidad?, ¿cuáles de todas las instituciones que han sido descalificadas por prácticas corruptas necesitan cambiar, cuáles mantenerse, cómo reinventarlas?
Las causas o movimientos sociales no están en el discurso de la oposición revanchista, están convencidos de que no se trata de hacer política sino de combatir a López Obrador, por lo que no atienden los reclamos de la ciudadanía porque esos no se relacionan con la obtención del poder.
Y de la civilidad política, ni hablar, todo lo que quiere la oposición es revancha, ganar lo que siente que le arrebataron, sin pensar en por qué lo perdieron.
Coda. No comparto el pesimismo de Hobbes, pero lo cito ante la insistencia de los partidos políticos de cumplir vendettas antes que hacer política: “Así que en primer lugar yo pongo como una inclinación general de toda la humanidad un deseo perpetuo y sin reposo del poder tras el poder, que sólo cesa con la muerte de toda la humanidad un deseo perpetuo y sin reposo del poder tras el poder, que sólo cesa con la muerte”.
@aldan