Durante la pandemia global de COVID-19 han surgido diferentes teorías de conspiración que ponen en duda la evidencia científica al respecto. Estas teorías incluso han creado movimientos, los cuales se pretenden sustentar en especulaciones y supuestos sin probar. Uno de los más relevantes, que ha sumado adeptos en todo el mundo, es el movimiento antivacunas.
En pocas palabras, las personas antivacunas establecen que estas no tienen el objetivo de incrementar la respuesta inmunológica del organismo en contra del coronavirus SARS-CoV-2. Por el contrario, sostienen que a través de las inoculaciones se inyectan chips, metales magnéticos, otras enfermedades, sustancias tóxicas, entre otras suposiciones.
Sin embargo, cabe señalar que dentro del pensamiento antivacunas han surgido enfrentamientos, precisamente por la falta de acuerdo entre sus postulados. En España, específicamente, apareció un conflicto entre dos de los principales líderes de estas teorías de conspiración, los cuales antes eran aliados y ahora se consideran enemigos.
El punto de la discordia es el óxido de grafeno, una sustancia que supuestamente se encuentra dentro de las vacunas contra la COVID-19 y provoca que se adhieran metales al cuerpo. Se ha comprobado que las inmunizaciones no contienen esta sustancia ni otro metal magnético, sin embargo hay quienes insisten en esta desmentida teoría.
Uno de ellos es Ricardo Delgado, un antivacunas español que emite sus hipótesis a través de plataformas digitales como Twitch. Mediante estas obtiene una gran cantidad de ganancias, pues al transmitir incluye sus datos bancarios para que sus simpatizantes hagan donaciones.
Por otra parte, está Fernando Vizcaíno, quien también es negacionista de la pandemia y antivacunas. De acuerdo a él, Delgado ha utilizado su anterior alianza para difundir sus suposiciones y así generar ingresos. Vizcaíno afirma, además, que Delgado difunde “teorías conspiranoicas” al decir que las vacunas contienen óxido de grafeno. Cabe señalar que Vizcaíno ha organizado varias manifestaciones oponiéndose al uso del cubrebocas ya que según él la pandemia no existe.
Este caso muestra la falta de concordancia y congruencia con los movimientos antivacunas, cuyas afirmaciones han sido desmentidas en numerosas ocasiones por la evidencia científica. La pandemia de COVID-19 es real y las vacunas son una herramienta importante para prevenir muertes por el nuevo coronavirus.
No está demás decir también que todas las vacunas que se utilizan son seguras y eficaces, además que se sigue investigando y aprendiendo acerca del SARS-CoV-2. Prueba de la importancia de las inmunizaciones es la reducción en la mortalidad por COVID-19, pues ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y así prevenir cuadros graves de esta enfermedad.