Where have all the rebels gone
Hiding behind their computer screens
Where’s the spirit, where is the soul
Where have all the rebels gone
En la primera estrofa de la canción más reciente de Slowhand & Van (el dúo Eric Clapton y Van Morrison), se preguntan ¿a dónde se han ido todos los rebeldes?, ¿por qué están escondiéndose detrás de las pantallas de sus computadoras, ¿dónde quedó el espíritu, dónde está el alma?, y al escucharlos me pregunto lo mismo que ellos, ¿a dónde se fueron?
Uno de los efectos de la hipercomunicación a través de las redes sociales es que confundimos rebeldía con negación sádica, si hace mucho tiempo se consideraba rebelde a quien levantaba la voz ante la injusticia, hoy los haters y los trolls se adjudican esa etiqueta porque cumplen decididamente la función de llevar la contraria por el simple hecho de demostrar que los otros están equivocados, no importa el tema, en muchas ocasiones sus comentarios ni siquiera se relacionan con el asunto que se plantea, el chiste es demostrar que se está en contra; y es que aquello que consideramos injusto cada vez tiene fronteras más difusas.
Los presidentes municipales que recién acaban de asumir el cargo están obligados a conformar gabinetes paritarios, al menos en Aguascalientes, eso ha generado una discusión en redes sociales que se aleja y distorsiona de la acción afirmativa para transformarla en una injusticia contra nosotros, los pobres onvres.
Si un alcalde ratifica en su encargo a un par de funcionarios indicando que es temporal y que puede cambiar de opinión, se hacen a un lado las funciones que realizan esas áreas para señalar a lo que se arriesgan esos hombres porque el presidente municipal les puede quitar el privilegio de ser ratificados nomás porque ahí estaban cuando llegó la nueva administración, para destacar cómo es que se exponen a ser removidos porque el presidente municipal tiene que integrar un gabinete paritario.
Quienes defienden desde la histeria los privilegios de los hombres en el servicio público atacan las acciones afirmativas haciéndose las víctimas de una injusticia, eso les da para presentarse como audaces guerreros ante la “ideología de género”. Rabiosos insultan a todas las mujeres por el simple hecho de serlo y por ello deban ser consideradas para ocupar un cargo en el servicio público municipal. Están tan satisfechos con su disfraz de rebeldes que dejan a un lado que siempre ha habido mujeres con la capacidad y preparación para tomar decisiones, y las transforman en un grupo sediento de poder que aprovecha la necesaria reivindicación de sus habilidades y conocimientos para hacer a un lado a los pobres onvres que toda su vida se han preparado para estar en el poder.
Los rebeldes disfrazados esgrimen argumentos biologicistas para remarcar las diferencias entre géneros y acusar de hacerse las víctimas a las mujeres, pero son incapaces de ver que en su diatriba cierran los ojos ante prácticas corruptas como el nepotismo, amiguismo, compadrazgo y el premio a la lambisconería que, históricamente forman parte del comportamiento de muchos hombres que intentan integrarse al servicio público.
Estamos a tiempo todavía de llevar a cabo todas las acciones afirmativas con el propósito de generar las condiciones para que en el futuro haya piso parejo para todos, para cumplir con el principio de igualdad que está en la ley. Todos lo merecemos todo, es necesario trabajar para erradicar las desigualdades, renovar la infraestructura institucional que está acostumbrada al privilegio por el simple hecho de compartir características físicas, la verdadera meritocracia parte de reconocer a quienes se destacan en igualdad de condiciones, no de repartir prebendas entre los cuates.
Asegurar que una acción afirmativa como integrar un gabinete paritario vulnera a los hombres y daña la capacidad de decisión del jefe de grupo, no es un acto de rebeldía ante la injusticia de los avances de la supuesta ideología de género, es simplemente jugarle al imbécil.
Coda. La misma canción de Slowhand & Van finaliza así:
Why don’t they come out of the woodwork now
One for the money, two for the show
I can’t find anyone at all
Where have all the rebels gone
La respuesta es que no se fueron, ocuparon su lugar otros, disfrazados y con el megáfono de la ira pegado a la boca.
@aldan