El 22 de septiembre se celebra el Día mundial sin auto, esta es una fecha de reflexión sobre el impacto del auto en nuestras vidas, es la oportunidad de tomar una postura crítica ante la tecnología y el mercado. Aprovecharé este espacio para abordar algunas de las razones detrás del uso de distintos medios, creo que permitirá esclarecer donde nos estamos equivocando como ciudad.
Realmente hay varios motivos por los que se usa el automóvil en México, pero mucho tiene que ver con el gran gasto público que se hace para hacerlo conveniente. Tan solo en el proyecto de segundo anillo flujo continuo, Gobierno del estado gastó casi 2,000 millones de pesos ¿Se puede decir que se ha hecho lo mismo para otros modos de transporte? Es claro que no. El trasporte público apenas recibió fondos para hacer cambio de unidades y la construcción de terminales, la inversión para agilizar el tránsito de los camiones es cuestionable, se proyectan poco mas de 10 millones de pesos para cada corredor (https://www.heraldo.mx/es-el-turno-de-ejes-troncales/?fbclid=IwAR19Rp79IZ7MFgngcicZ7OxsE20kSY9BN0jsufAfSh_dFZ3197v4w0ttY2I) ¿Realmente que se podrá hacer con ese presupuesto?¿Poner pintura y un par de paradas nuevas? Por su parte, la inversión en movilidad ciclista se limitó a cuestionables ciclovías, tanto en trazo como en calidad. No me parece que se haya hecho nada relevante al respecto de la movilidad peatonal, solo una banqueta que se reconstruyeron en el centro de la ciudad. Incluso el transporte público, ciclistas y peatones vieron una movilidad perjudicada por el proyecto en segundo anillo, pues la eliminación de intersecciones y el incrementado riesgo a hechos viales ha sido contraproducente para estos medios.
Si queremos una ciudad sin autos, o con un número menor de autos (realmente es crítico ante la emergencia climática que enfrentamos), debemos de generar las condiciones favorables para que sea así. Hay que invertir enserio, aquí varias acciones necesarias:
El transporte público necesita carriles exclusivos en algunos corredores, hay que dárselos, va a incrementar su velocidad, su confiabilidad y reducir su coste operativo. Necesitamos que los camiones funcionen como red, los transbordos deben de estar incluidos en el pasaje.
Las ciclovías deben de estar conectadas, ser seguras y de calidad. También deben de estar sobre los corredores más importantes de la ciudad. No hay porqué darle al carro exclusividad sobre estos, lo debe compartir con el resto de los ciudadanos. Ya basta de entregar a los ciclistas los espacios de sobra de la calle, o seguir prefiriendo mantener los estacionamientos sobre una ciclovía que mejore la seguridad vial, la bicicleta merece espacios adecuados e inversión.
Los peatones necesitan más que mediocres banquetas. Las calles deben de ser arboladas, algo que es fácil olvidar al ir aislado en un auto. Los cruces deben de ser seguros y las distancias de estos minimizadas. Los puentes antipeatonales deben de ser sustituidos por pasos a nivel.
Me parece que como ciudad deberíamos de establecer nuestras metas, así como una estrategia de acción. Quizá cada año en el día mundial sin auto, deberíamos de evaluar que tanto nos acercamos a estos objetivos, aunque sean pocos, siempre debería haber avances. No se trata de eliminar los autos, también tienen ventajas, pero ciertamente se puede reducir sustancialmente su uso. Además, no hay que olvidarnos que una gran cantidad de la población no se mueve en auto, especialmente por motivo de clase. Abordar la movilidad urbana de manera integral y desarrollar otros medios de transporte es fundamental para hacer frente a la desigualdad, calentamiento global y mejorar la calidad de vida de todos los hidrocálidos. Ya basta de ir en la dirección incorrecta, no hay excusas.