La Fiscalía General de la República (FGR), dirigida por Alejandro Gertz Manero, solicitó la detención de 31 personas que forman o formaron parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Esta es la segunda vez que la Fiscalía solicita la detención de estas personas, luego que en la primera ocasión esta petición fuera desechada por un juez federal.
La dirección general del CONACyT, al mando de María Elena Álvarez-Buylla, presentó estas denuncias por peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Específicamente, se acusa a las personas que aprobaron la transferencia de fondos al Foro Consultivo Científico y Tecnológico A. C., señalando que su operación es irregular pues sus actividades son responsabilidad del propio CONACyT.
Aún no hay una resolución definitiva a este caso, pues aunque fue rechazada la segunda petición de aprehensión, la FGR puede apelar y volverla a presentar.
Esta no es la primera disputa entre Gertz Manero y miembros del CONACyT. La historia comenzó en 2010, cuando pidió ingresar al Sistema Nacional de Investigadores y fue rechazado hasta en cinco ocasiones. Después de varios litigios y quejas, por fin le concedieron el ingreso e incluso le otorgaron el nivel III, el más alto al que se puede aspirar. Cabe mencionar que Álvarez-Buylla ya presidía este organismo cuando se permitió esta admisión.
Primera solicitud de Ingreso
Como se mencionó, la primera solicitud de ingreso del actual Fiscal General fue en 2010, cuando era rector de la Universidad de las Américas. Esta fue rechazada, ya que quienes evaluaron su candidatura consideraron que “tenía una insuficiente producción científica” y además “no demostró una productividad para la generación y transmisión de nuevos conocimientos”.
Las entradas al SNI son examinadas por comisiones de pares, es decir académicas e investigadoras que ya forman parte del Sistema. Estas personas realizan un análisis riguroso de las solicitudes y se apoyan en el reglamento de operación de esta organización, el cual menciona que cada miembro debe cumplir estándares de calidad, producción, trascendencia e impacto.
Litigios y Quejas
Gertz Manero apeló la decisión y pidió la reconsideración de la misma, sin embargo fue nuevamente negada, esta vez por una comisión revisora. La apelación fue rechazada dando como fundamentos los mismos razonamientos que expresó la primera comisión.
Entonces, en 2011 Gertz Manero presentó una denuncia de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Federal Fiscal y Administrativa, comenzando numerosos litigios. Se le concedió un amparo y consiguió la nulidad que pidió, sin embargo cuando se evaluó por tercera vez su entrada al Consejo volvió a ser negada.
Presentó otro recurso alegando incumplimiento de la sentencia. Por lo tanto, el CONACyT tuvo que procesar otra vez su petición de ingreso, que fue rechazada por cuarta vez. En 2015 Gertz Manero buscó un nuevo amparo, el cual se le otorgó, dejando sin efecto la última decisión de la comisión evaluadora. Sin embargo, su quinta solicitud de ingreso fue rechazada también.
Finalmente el solicitante dejó de acudir a tribunales y presentó una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), argumentando un trato diferenciado y pernicioso. Hasta el 2020 esta queja fue admitida, por lo que este organismo resolvió que el CONACyT debía reconsiderar el ingreso de esta persona.
Un elemento relevante son las declaraciones de María Elena Álvarez-Buylla, quien asumió la dirección de CONACyT en 2018. Ella envió un oficio firmado a la CONAPRED que fue tomado en cuenta para su resolución. En este oficio menciona que la evaluación de Gertz Manero no se llevó de forma completamente objetiva y que otras personas han ingresado al SNI sin cumplir con todos los requisitos.
Resolución final y admisión
Aunque la determinación de CONAPRED no es vinculante, la dirección de CONACyT decidió acatarla y por lo tanto creó una comisión especial para evaluar únicamente este caso, lo cual no se encuentra dentro de la normativa. Se tomó en cuenta el criterio pro persona, es decir, que otorgue mayor beneficio al individuo en cuestión, para procesar la solicitud dado que en la resolución mencionada se recomendó reparar el daño.
Esta vez no solo se permitió el ingreso de Gertz Manero al SNI, sino que se colocó en el nivel III, el mayor. Este otorga un apoyo económico de 14 veces la UMA mensual, el cual asciende actualmente a cerca de 40 mil pesos. En 2021, después de esperar 11 años, finalmente consiguió formar parte de este Sistema.
Varias personas dentro del SNI han criticado esta decisión, pues consideran que hubo tráfico de influencias y el proceso fue completamente irregular. De acuerdo con sus argumentos, decisiones como esta ponen en entredicho la calidad de la investigación en México al no tomar en cuenta criterios estrictamente académicos para permitir el ingreso.