Hindemith, Sejourne y Mozart, en ese orden, fueron los compositores convocados para el cuarto concierto de la tercera temporada y segunda presencial del año 2021 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Es el primer concierto de esta temporada, y de hecho el primero del año en realizarse en la nueva Sala de Conciertos de la OSA, con todas sus deficiencias acústicas y gracias a un excelente trabajo de amplificación de sonido pudimos disfrutar dignamente del programa diseñado para esta ocasión. El maestro José Luis Castillo, ya muy conocido en Aguascalientes, fue convocado como director huésped para hacerse cargo del programa.
La sesión musical inició unos minutos después de las 20:30 horas con la obra Kammermusik No.2 y No.12 de Paul Hindemith. Es una obra con un lenguaje nada convencional, lo que por supuesto la hace extremadamente interesante, sobre todo por la oportunidad que tenemos de disfrutar de la voz de varios instrumentos que cuentan con una participación protagónica en esta partitura. Es una obra de música de cámara conforme ha sido la constante en esta temporada y la anterior con el fin de que los músicos también puedan guardar la sana distancia en el escenario. De hecho este cuarto concierto de temporada tuvo la característica de que cada una de las obras programadas exigían de menor a mayor número de atrilistas, digámoslo en términos musicales, fue in crescendo. La obra de Hindemith con solo un puñado de músicos, el Concierto para marimba de Sejourne ya requiere de mayor participación, y la Haffner de Mozart, considerando que exige ya una orquesta de formación clásica, no se necesitan más de unos 30 maestros, y como el escenario es muy amplio, seguramente podría caber una orquesta de un centenar de músicos, se puede abordar este repertorio sin el menor problema.
La Kammermusik de Hindemith representa un reto para los músicos convocados para esta obra, como ya comentamos, es una partitura que exige la participación solista de varios instrumentistas y, además de disfrutar de la belleza de la obra, nos damos cuenta de la solvencia de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, aunque evidentemente no necesitamos probarlo, ya lo sabemos pero es bueno recordarlo y reafirmarlo con obras musicales de este nivel de exigencia.
Para ser sincero, el Concierto para marimba de Sejourne yo no lo conocía. Me sucede algo, cuando veo en el programa una obra o un compositor que me es desconocido, representa esto un estímulo extra para asistir al concierto, siempre es apasionante, incluso emocionante tener la oportunidad de conocer una nueva obra o conocer y degustar de la música de un compositor que nos es desconocido. Por eso a veces no entiendo cómo es que cuando se programan obras como Carmina Burana de Orff, la gloriosa novena de Beethoven o el Réquiem de Mozart entre otras obras favoritas de las audiencias, el teatro, o la sala lucen repletos y con muchas personas que se quedaron sin boleto pero cuando se programan estas obras desconocidas, la taquilla se ve medio desairada. En este caso es imposible juzgar con un criterio objetivo la respuesta del público considerando que el acceso, por obvias razones, ha sido reducido en un porcentaje importante, aunque evidentemente, y esto nos queda perfectamente claro, la OSA tiene un fuerte y sólido poder de convocatoria independientemente de lo que se tenga programado.
Pero te decía del Concierto para marimba de Sejourne, pues viendo la obra en el programa, lo único que teníamos claro era el interés por conocer esta obra musical y desde el primer acorde nos quedó perfectamente claro que estábamos ante una verdadera joyita concertante. El solista, muy joven por cierto, es el maestro Bryan Flores, solvente e irreprochable su ejecución, si acaso algo habríamos de objetarle es que nos quedó a deber el encore, pero hasta eso tenemos que entender, los conciertos deben ser breves en estos difíciles tiempos de pandemia. Exquisito el concierto, que por otro lado nos sirvió para conocer más de este compositor Sejourne y buscar darle seguimiento a la carrera de este joven percusionista. De hecho me voy a permitir el atrevimiento de decir que por algunos instantes las partes solistas de la marimba me hacían pensar en esos impresionantes solos de rock progresivo. Al terminar el concierto tuve la oportunidad de saludar a una amiga conocedora del rock progresivo, Gaby Mendoza, que me decía que le parecía estar escuchando alguna obra de Mike Oldfield, entonces me di cuenta que no estaba tan disparatada mi apreciación.
El concierto terminó con un verdadero manjar, la Sinfonía No.35 en re mayor conocida como la Sinfonía Haffner de Wolfgang Amadeus Mozart. Una sinfonía estrictamente apegada al clasicismo vienés con cuatro movimientos en la misma estructura dominante en este período en donde, por cierto, surgió el lenguaje sinfónico cuya paternidad se a Franz Josph Haydn, me refiero a cuatro movimientos en donde el primero es un movimiento rápido seguido por un segundo movimiento lento, viene entonces el inamovible Menuette, inamovible hasta el revolucionario movimiento sinfónico propuesto por Beethoven, y la sinfonía termina con otro movimiento rápido.
El maestro José Luis Castillo, como siempre, comprometido con la obra y adueñándose de la misma, no solo nos propuso una puntual lectura de las partituras que le fueron encomendadas, sino una verdadera interpretación con todo lo que esto significa.
La próxima semana será el concierto mexicano por aquello de los días patrios, disfrutaremos de un concierto compuesto por Ometeotl, Concierto para percusiones prehispánicas de D. López, el Vals Generación del 57 del maestro José Guadalupe Robles Guel, gran compositor de Aguascalientes de quien destacan sus polcas y que fue también integrante de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes hace ya varias décadas. El concierto termina con Arias de ópera mexicana del siglo XIX. Este concierto será dirigido por nuestro titular, el maestro Marcellettti y con la participación de David López en la percusión, e intuyo que es el mismo compositor de la obra, me refiero a Ometeotl, y la soprano Ana Rosalía Ramos en el repertorio operístico.
El concierto será el viernes 10 a las 20:30 horas y una segunda función el domingo 12 a las 12:00 horas, ambas fechas en la Sala de la Sinfónica. Por ahí nos vemos si Dios no dispone lo contrario.