En el mundo existen 40.9 millones de NNA migrantes para el año 2020, representan el 14,6 por ciento de la población migrante total y el 1,6 por ciento de todos los niños en el mundo.
Guatemala ha tenido una evolución notoria en los últimos años respecto de la protección a niñas, niños y adolescentes, ha generado leyes específicas para proteger sus derechos y en consecuencia ha creado instituciones que se encarguen de efectivizar la ley, han suscrito tratados y acuerdos, se han regionalizado y aliado con otros países para garantizar los derechos de los niños migrantes, sin embargo… la emigración de niños no cede, la problemática parece intacta, ¿qué está faltando?
Cada día salen de Guatemala en promedio 300 menores con rumbo a EEUU de los cuales 7% viajan solos y son menores de 11 años.
Fuera de todo concepto y análisis de lo que debe ser… estos niños sin saberlo, toman la decisión más trascendente de su vida, decisión que puede culminar en su propia muerte, la decisión de emigrar. Impulsados por las condiciones de pobreza en las que viven, el acceso a la educación, discriminación, la reunificación familiar y otros más por ser violentados en su propia casa o bien perseguidos por las pandillas; bajo este contexto al ser capaces de sentir y comprender la situación en la que se encuentran, a su corta edad e ignorando los peligros de emigrar pero atraídos por el sueño americano traducido en ver nuevamente a sus padres, sentirse seguros, tener un empleo para ayudar a su familia o simplemente el sueño de ir a la escuela; es entonces cuando deciden dejar los juguetes en casa y emprender el camino. Con suerte, algunos de ellos tendrán el apoyo de algún familiar que les pague “el coyote” para que los cruce por todo el territorio mexicano y frontera de EEUU; muchos otros, se van a su suerte.
Con un pequeño bolso donde lleva una muda de ropa, un papel con el número de teléfono de la persona que les recibirá en EEUU y un rosario, salen de su casa para emprender el largo trayecto por México. Les esperan 4000 km de Guatemala a la Frontera de México con EEUU.
Quienes viajen en el tren de carga conocido como la Bestia o el tren de la muerte primero deben caminar 275 km desde Hidalgo hasta Arriaga siguiendo las antiguas vías del ferrocarril o atravesando cerros en medio de la nada.
De la frontera con Guatemala hasta Arriaga caminan en promedio 18 días, mismos en los que básicamente son despojados de lo poco que tienen en manos de los asaltantes. En esta etapa del viaje, LAS adolescentes corren el riesgo de violación y en otros casos de ser captadas para explotación sexual en los burdeles al sur de México; por su lado los adolescentes están propensos a ser reclutados por la delincuencia organizada o para explotación laboral.
Los que logran llegar hasta Arriaga y suben al tren, pueden tardar semanas para llegar a la frontera con EEUU, para lo cual deberán tomar de 10 a 15 trenes dependiendo el punto fronterizo por el cual cruzará, subir al tren les costará entre 100 a 500 dólares pues la
migración de centroamericanos se ha convertido en un negocio para los locales, autoridades y delincuencia organizada.
En México las rutas de los migrantes empatan con las rutas del narcotráfico; por el atlántico encontrarán a los Zetas, por el pacífico al cártel de sinaloa, cartel de juárez y cártel del pacífico, por el centro a la familia Michoacana, Cártel de Jalisco nueva generación y finalmente al cartel de sinaloa, en el peor de los escenarios, cruzan sin saber los territorios en disputa.
En cualquiera de la ruta que elijan, deberán enfrentarse al riesgo de ser asaltados, sufrir daños físico y emocionales, explotación laboral y sexual, extracción de órganos, adopciones irregulares, abuso sexual, abandono o la misma muerte. Cruzar por México no es sencillo para un adulto y en los casos de menores los riesgos se agudizan. Teniendo en cuenta que dentro de los delitos que han ocurrido a los migrantes a lo largo de los años, se encuentran:
Masacre en San Fernando (2010) donde 72 migrantes fueron ejecutados, para 2012 se encontraron 33 migrantes desmembrados en Cadereyta NL y en 2011 la CNDH reportó 11 mil secuestros de migrantes que en la actualidad la cifra excede los 20,000; en 2013 la OIM catalogó la frontera norte de México la ruta terrestre más peligrosa, misma que ha cobrado la muerte de 101 menores de 2015 a 2018. (cifra mínima puesto que es difícil tener una aproximación a la totalidad pues no hay registro de ingresos y por lo tanto se convierten en los muertos de nadie).
Una vez que llegan a frontera norte de México, y en su cruce para EEUU son propensos a sufrir de hipotermia, deshidratación, enfermedades, abusos o ser abandonados por los traficantes; para los que van acompañados y logran el cruce, además de ser enviados a centros de detención para después ser juzgados por su cruce ilegal y eventualmente devueltos a su país de origen. (en 2018-2019 ya se registraron 5 muertes de NNA que estuvieron en las estaciones migratorias de EEUU, 2 de ellos de Guatemala).
Ante un panorama como este, es idóneo preguntarnos si viajan con el desconocimiento de los peligros a los que se enfrentarán o bien, las causas que lo motivan son aún mayores.
Guatemala
La OIM realizó un estudio en Guatemala donde indica que el 70% de las personas conoce los riesgos de migrar, y aun con ello persiste en su decisión, cada año con mayor intensidad. Es evidente que el motivo que impulsa es mayor que su miedo.
Para entender la decisión de los niños migrantes es necesario preguntarnos, ¿por qué se van? Entre las respuestas que se tienen son:
Búsqueda de empleo
Problemas con pandillas o amenazas
Por la violencia
Reunificación familiar
Discriminación por preferencias sexuales. Inseguridad
Casi el 50% de los menores lo hace por cuestiones económicas, entonces es idóneo verificar el contexto socioeconómico de guatemala:
Actualmente Guatemala cuenta con 16 millones de habitantes de los cuales 11 millones están en edad de trabajar. La tasa de desempleo es de 2,1% (baja), en EEUU se tiene una tasa de desempleo del 3,8% es decir, más elevada que la de Guatemala; sin embargo, el salario mínimo en EEUU es 400% más elevado que el mejor salario promedio de Guatemala. Actualmente el salario mínimo en EEUU es de $1250 USD y en Guatemala el salario promedio ronda los 1700 a 2700 quetzales mismos que no cubren el costo de la canasta básica (3500 Quetzales). La canasta básica rebasa por mucho el salario promedio esto mantiene al 59% de la población en situación de pobreza de los cuales el 21% se encuentra en pobreza extrema (subsisten con menos de un dolar por dia).
Estos índices de pobreza repercuten de manera directa en el porcentaje de desnutrición crónica de los niños en guatemala donde hay 27 muertes por cada 1000 nacimientos. Al ser insuficientes los ingresos muchas familias no pueden darle educación a sus hijos y en muchos casos los niños trabajan para ayudar a sus familias.
Entonces, bajo este panorama que no solamente implica un mejor salario sino la posibilidad de acceder a la salud, educación y alimentación no resulta raro que entre las causas de porqué eligen migrar se traduzcan en causas económicas.
En Guatemala el 88% de los hogares que reciben remesas son pobres o están en riesgo de caer en la pobreza, la mayoría están encabezados por mujeres; sin embargo las remesas sólo constituyen el 44% de sus ingresos, es decir, el resto lo deben generar ellas mismas y en su mayoría lo generan haciéndose cargo de los campos de cultivo junto con sus hijos.
Tampoco resulta raro que emigren los adolescentes pues en Guatemala las pandillas justamente reclutan a jóvenes de entre los 15-24 años y en este punto se convierte en una situación de persecución pues si se niegan a integrarse los acosan y amenazan.
Otras causas vinculadas a la migración son el aumento de extorsiones (9,5%) secuestros (27%) la percepción de corrupción y el debilitamiento institucional alimentan la percepción de inseguridad de manera constante.
En tanto las causas que los impulsan a irse no cambien, los niños seguirán optando por el riesgo de tener una vida mejor y en muchos casos de preservar la vida.
La migración es una consecuencia, debemos dejar de tratarlo como la causa. Solo así podremos generar políticas preventivas y no reactivas.
Cada año se invierten millones de USD en tratar de frenar la migración, lo cierto es que mientras las condiciones que la originan no cambien, la migración seguirá dándose; lo que hace la diferencia en el contexto actual es que el migrante está cada vez más expuesto en su intento por cruzar fronteras.
A mayor riesgo, mayor es el costo tanto económico como en la seguridad del propio migrante.
Se sigue optando por EEUU porque es el camino que se conoce, las redes comunitarias ya establecidas son polos de atracción para los nacionales, son el espejo de lo que aspiran y hasta cierto punto se llega a minimizar el riesgo y las consecuencias basados en las experiencias de los que ya alcanzaron el sueño americano.
Los acuerdos no solo se deben dar como efecto dominó a la securitización de las fronteras, también se pueden dar para diversificar las migraciones, dejar de ver al norte y encontrar acuerdos con los países seculares.
La única forma de rescatar a los niños y con ello el futuro del triangulo norte es brindarles igualdad de oportunidades, optar por la educación, el sano desarrollo de los menores, este año el ministerio de educación en guatemala invirtió el 60% del total de sus recursos en la educación primaria, lo cual es un gran inicio, sin embargo las aulas siguen quedando vacías, es indispensable garantizar el acceso a la educación, ya que la competencia actual es por talento, al no hacerlo en este sentido cada día estaremos dando un paso atrás.
se imaginan cuál hubiese sido su futuro si en vez de migrar, los niños hubiesen tenido la oportunidad de estudiar? la oportunidad de desarrollarse en un entorno seguro?
No todo está perdido, en 1920 Finlandia era de los países con mayor índice de pobreza y delincuencia en Europa, en 30 años lograron cambiar el futuro del país para convertirse en uno de los países con mayor desarrollo, lo lograron cuando enfocaron sus recursos en la educación y el sano desarrollo de los niños.
Los países que atravesamos esta crisis migratoria podemos convertirnos en la Finlandia de américa, rescatemos a los niños para que migrar no sea su única alternativa.
Más importante que las cifras, es lo que está detrás de ellas, los rostros de los niños, las niñas y los adolescentes. A veces, son rostros ocultos, pero siempre son personas con nombre concreto, una historia y con vidas en pleno desarrollo. (UNICEF)