APRO/Gabriela Sotomayor
“El papel de la influencia humana en el sistema climático es indiscutible y los daños ya son irreversibles’’, afirma el sexto Informe de Evaluación sobre Cambio Climático (IPCC siglas en inglés) de Naciones Unidas el cual advierte sobre una larga serie de efectos provocados por el ser humano que han trastornado el clima en la Tierra en las últimas décadas.
El informe clasificado como “histórico” elaborado por cientos de los principales científicos del clima del mundo es un llamado a la acción inmediata para reducir los gases de efecto invernadero ante un cambio climático “acelerado y sin precedentes”. El equipo de científicos de la ONU revisó más de 14 mil trabajos académicos para la realización de dicho documento que habla sobre lo que ocurrirá con el clima del planeta en las próximas décadas.
“Este informe es una verificación de la realidad”, dijo la Copresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC, Valérie Masson-Delmotte. “Ahora tenemos una imagen mucho más clara del clima pasado, presente y futuro, que es esencial para comprender hacia dónde nos dirigimos, qué se puede hacer y cómo podemos prepararnos”.
“La dura realidad del cambio climático se desarrolla en tiempo real ante nuestros ojos”, dijo a su vez el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, al presentar el informe en rueda de prensa en Ginebra.
“Es un anticipo de lo que enfrentarán las generaciones futuras. Algunos de los cambios negativos ya están encerrados en el sistema climático, pero otros aún pueden abordarse si hacemos reducciones fuertes, rápidas y sostenidas de las emisiones ahora. Sin embargo, las concentraciones de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono, se mantienen en niveles récord”, afirmó Taalas.
Tal como ha advertido la comunidad científica, se trata de malas noticias mezcladas con datos que podrían ser esperanzadores. Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, si no en cientos de miles de años. Además, algunos de los cambios que ya se han puesto en marcha, como el aumento continuo del nivel del mar, serán irreversibles durante cientos o miles de años.
La actividad humana ha supuesto un aumento de la temperatura sin precedentes en los últimos dos mil años. Los niveles de óxido de carbono han alcanzado un máximo histórico en 2 millones de años, lo mismo que el nivel del mar en los últimos tres mil y el retroceso de los glaciares en los dos últimos milenios.
Sin embargo, los científicos han concluido que reducciones fuertes y sostenidas de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero limitarían el cambio climático. Si bien los beneficios para la calidad del aire llegarían rápidamente, podrían pasar de 20 a 30 años para que las temperaturas globales se estabilicen.
Los expertos hacen un llamado urgente a los gobiernos de todo el mundo para que frenen sus emisiones: “La estabilización del clima requerirá reducciones fuertes, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero, y llegar a cero emisiones netas de CO2. Limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes del aire, especialmente el metano, podría tener beneficios tanto para la salud como para el clima”.
Temperaturas récord
El documento hace hincapié en los fenómenos más extremos del clima. En los últimos años, el mundo ha experimentado temperaturas récord, feroces incendios forestales e inundaciones devastadoras atribuidos al calentamiento global.
Este informe se publica cada seis o siete años. El último fue realizado en 2014 y aportó la base científica al Acuerdo de París. Es el primero de los cuatro informes que se publicarán en el marco del último ciclo de evaluación del IPCC, los siguientes verán la luz en 2022.
Por primera vez, se explora un escenario con el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 °C, añadido como consecuencia del Acuerdo de París. Se trata de un “adelanto” a la conferencia climática COP26, que tendrá lugar entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre en Glasgow (Escocia, Reino Unido). Allí se espera que países de todo el mundo presenten sus planes climáticos para 2030, nuevos o revisados, en línea con el límite de 1.5 °C.
El informe muestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de aproximadamente 1.1 °C de calentamiento desde 1850-1900, y encuentra que, en promedio, durante los próximos 20 años, se espera que la temperatura global alcance o supere los 1.5 °C de calentamiento.
Advierte que, de no haber reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1.5°C o incluso 2°C estará fuera de nuestro alcance. Si el mundo se volviera 4 °C más caliente, como podría suceder en un escenario de altas emisiones, las olas de calor extremas, ocurrirían cada uno o dos años.
Afectará a todas las regiones
El informe está especialmente enfocado en el cambio climático regional, cuestión que se puede observar en un mapa interactivo disponible por primera vez para todo el público en la página del IPCC.
Si bien muchas características del cambio climático dependen directamente del nivel de calentamiento global, cada región las experimenta de diferente forma. Por ejemplo, el calentamiento de la tierra es mayor que el promedio mundial y es más del doble en el Ártico: “El cambio climático ya está afectando a todas las regiones de la Tierra, de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con un calentamiento adicional”, afirmó el copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC, Panmao Zhai.
La investigación proyecta que en las próximas décadas los cambios climáticos aumentarán en todas las regiones. Con 1.5 °C de calentamiento global, habrá crecientes olas de calor, temporadas cálidas más largas y temporadas frías más cortas. A 2 °C de calentamiento global, los extremos de calor alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.
Así, se prevén “nuevos descensos” en el permafrost, la nieve, los glaciares y las capas de hielo, los lagos y el hielo marino del Ártico, unos cambios que “serían mayores o superiores con un calentamiento global de 2 grados que con 1.5° C”.
Más precipitaciones, inundaciones y sequías
Las intensas precipitaciones y las inundaciones asociadas “se intensificarán y serán más frecuentes” en la mayoría de regiones de África y Asia, América del Norte y Europa con un calentamiento global de 1.5 °C.
Según el informe, las sequías agrícolas y ecológicas serán más habituales y/o graves en algunas regiones de todos los continentes, salvo en Asia, en comparación con el periodo correspondido entre 1850-1900, así como un aumento de las sequías meteorológicas en algunas regiones.
La investigación recoge que, a partir de un calentamiento global de 2 grados, el nivel de confianza y la magnitud del cambio tanto en las sequías como en las precipitaciones fuertes y medias aumentan en comparación con los 1.5 °C.
El profesor Taalas remarcó que “el calor extremo que hemos presenciado en 2021 tiene todas las características del cambio climático inducido por el hombre. Columbia Británica en Canadá registró una temperatura increíble de 49.6 °C, rompiendo todos los récords anteriores, como parte de una ola de calor intensa y extensa en América del Norte.
“Los incendios en América del Norte avivados por el calor y la sequía han enviado columnas de humo a través del Atlántico. En los últimos días, hemos visto incendios devastadores en Turquía y Grecia en medio de una ola de calor intensa y duradera en el Mediterráneo. Siberia, una región tradicionalmente asociada con el permafrost, ha vuelto a sufrir enormes incendios forestales después de las olas de calor excepcionales, los incendios y la escasez de hielo marino del Ártico en 2020”.
El Ártico se está calentando más del doble de rápido que el promedio mundial. Un mayor calentamiento amplificará el deshielo del permafrost y la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo y la pérdida del hielo marino del Ártico en verano, según el informe.
El informe del IPCC muestra cómo el cambio climático está intensificando el ciclo del agua. Esto trae lluvias más intensas e inundaciones asociadas, así como una sequía más intensa en muchas regiones.
“Muchos países este año están dando testimonio de ello. Por ejemplo, solo en el mes de julio, hasta dos meses de lluvia cayeron en dos días en Alemania, mientras que partes de la provincia central china de Henan recibieron más precipitaciones acumuladas en el espacio de cuatro días que el promedio anual. Esto resultó en cientos de víctimas y muchos millones de dólares en pérdidas económicas”.
En consecuencia, el IPCC prevé que las lluvias intensas y las inundaciones asociadas sean más fuertes y frecuentes en las islas del Pacífico y en numerosas regiones de América del Norte y Europa, así como en algunas regiones de Australasia y América Central y del Sur. Además, varias regiones de África, América del Sur y Europa experimentarán un aumento de la frecuencia y/o la gravedad de las sequías agrícolas y ecológicas, una situación que también podría darse en Australasia, América Central y del Norte y en el Caribe.
Un pequeño número de regiones de África, Australasia, Europa y América del Norte se verían afectadas por incrementos de las sequías hidrológicas, mientras que varias regiones sufrirán aumentos o disminuciones de las sequías meteorológicas, con un mayor número de ellas perjudicadas por una intensificación.
Las precipitaciones medias aumentarán en todas las regiones polares, del norte de Europa y del norte de América del Norte, en la mayoría de las regiones asiáticas y en dos regiones de América del Sur. Se prevé que un mayor número de impactos climáticos cálidos cambie en más regiones a partir de 2 grados en comparación con un calentamiento global de 1.5 °C.
Estos cambios específicos de las regiones incluyen la intensificación de los ciclones tropicales y/o tormentas extra tropicales, el aumento de las inundaciones fluviales y la reducción de las precipitaciones medias, así como el aumento de la aridez y de los incendios.
Aumento del nivel del mar
El aumento medio regional del nivel del mar es “muy probable y prácticamente seguro” que continúe a lo largo del siglo XXI, salvo en unas pocas regiones con “importantes tasas de elevación geológica del terreno”.
Aproximadamente dos tercios del litoral mundial poseen una previsión de aumento del nivel del mar relativo regional dentro del ±20% del incremento medio mundial.
Ante una subida relativa del nivel marítimo, se prevé que los fenómenos extremos del nivel del mar que se producían una vez por siglo en el pasado reciente tengan lugar al menos anualmente en más de la mitad de las ubicaciones de los 2100 mareógrafos.
De este modo, la subida relativa del nivel del mar contribuye a aumentar la frecuencia y la gravedad de las inundaciones costeras en zonas bajas y a la erosión costera en la mayoría de las costas arenosas.
Olas de calor más graves en las grandes urbes
Según el IPCC las urbes intensifican el calentamiento inducido por el hombre a nivel local y una mayor urbanización junto con una mayor frecuencia de temperaturas extremas aumentará la gravedad de las olas de calor.
La urbanización también incrementa las precipitaciones medias y fuertes sobre las ciudades y/o a favor del viento y la intensidad de la escorrentía resultante.
En las ciudades costeras, la combinación de eventos extremos del nivel del mar más frecuentes y los episodios intensos de lluvia/caudal harán más probables las inundaciones.
“Estos detalles regionales centran las mentes de los gobiernos y las sociedades a nivel mundial, en lo que está en juego y por qué debemos limitar el calentamiento, para minimizar estos impactos y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París”, instó Taalas.
“Además de la mitigación climática, es esencial invertir en la adaptación climática, ya que la tendencia negativa en el clima continuará durante las próximas décadas independientemente de nuestro éxito en la mitigación. Una forma poderosa de adaptarse es invertir en sistemas de alerta temprana y observación del tiempo. Solo la mitad de los 193 Miembros de la OMM cuentan con la capacidad de servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos de última generación. También tenemos importantes lagunas en las redes de observación en África, algunas partes de América Latina y los estados insulares del Pacífico y el Caribe, lo que tiene un impacto negativo importante en la calidad de los servicios de alerta temprana en esas áreas, pero también a nivel mundial ”, alerta la OMM, voz autorizada del sistema de la ONU sobre el tiempo, el clima y el agua, ya que la tendencia negativa en el clima continuará durante las próximas décadas independientemente de nuestro éxito en la mitigación. Una forma poderosa de adaptarse es invertir en sistemas de alerta temprana y observación del tiempo”.
“Solo la mitad de los 193 Miembros de la OMM cuentan con la capacidad de servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos de última generación. También tenemos importantes lagunas en las redes de observación en África, algunas partes de América Latina y los estados insulares del Pacífico y el Caribe, lo que tiene un impacto negativo importante en la calidad de los servicios de alerta temprana en esas áreas, pero también a nivel mundial”, alerta la OMM que es la voz autorizada del sistema de la ONU sobre el tiempo, el clima y el agua.