Tirria. En el PRI local muchos o casi todos prendieron una veladora a San Judas Tadeo, intercesor de los casos difíciles, para que sea cierto el rumor de que Rogelio Ramírez Soto, presidente de la Fundación Colosio, sea el próximo presidente del Comité Directivo Estatal. El rumoreo inició a partir de que desde el PRI nacional llamaron a presencia a Antonio Lugo, presidente y delegado a la vez, con el objetivo de entregar la dirigencia a Alejandro Moreno Cárdenas y a Augusto Gómez Villanueva. Mientras que eso sucedía, acá en Aguascalientes, Ramírez Soto se reunió una camarilla priistas, entre quienes estaba el regidor capitalino Tagosam Salazar y Francisco Guel, cuyo real interés es que quede su hermana Norma Guel en la presidencia, ya que está a punto de acabarse su beca como diputada federal. A pesar de las maromas que hagan los priistas, finalmente será Alito Moreno quien decida qué sucederá en estas tierras y con lo que queda del partido, al habérsele dado manga ancha en todo lo referente a los órganos de decisión, lo que trajo como consecuencia que a la fecha nadie sabe si mando recursos acá, ni cuánto ni a quienes llegaron, lo que despertó la inconformidad de candidatos y militantes y reforzó la urgencia de que Antonio Lugo se vaya, al menos de la presidencia estatal, ya que su actuar es histórico, dicen algunos, pues ningún dirigente local se hiciera de tantos enemigos entre los mismos tricolores en tan poco tiempo, sino pregúntenle a Roberto Tavares, a quien distingue con su tirria personal.
Personal, no se vaya con la finta, si señalamos que hay tirria personalísima no significa que la antipatía hacia el “liderazgo” (sí, así entre comillas) de Antonio Lugo Morales no esté justificado, desde marzo que llegó a Aguascalientes, no ha cumplido las promesas que les hizo a los militantes del tricolor, ni se ha esforzado para reunir a las diferentes cabezas de grupo priistas; ha evitado la necesaria evaluación de los resultados en las elecciones pasadas y sólo parece nadar de muertito hasta que la dirigencia nacional le cumpla el capricho a alguno de los grupos locales, que antes buscar el apoyo de la militancia, se la pasan en encerronas para negociar quién se queda con el cascajo que es el PRI; ante la indiferencia de aquellos que alguna vez pertenecieron al PRI y lograron los triunfos de Gabriel Arellano, Lorena Martínez y Carlos Lozano de la Torre.
Rancheras, pero el resto de los partidos no cantan mal las rancheras; ¿se acuerda del escándalo que provocaron las declaraciones de Saraí Ornelas, la candidata a la presidencia municipal capitalina del Verde?, ¿no?, pues parece que en el PVEM tampoco, porque la en ese entonces candidata le quitó la máscara a la franquicia al señalar que seguía estando manipulada por Sergio Augusto López Ramírez, pero nada de eso trascendió; lo mismo ocurre en otros partidos, los que desaparecieron se van multados y sin muchas ganas de rendir cuentas, los que se quedaron andan a la expectativa de qué harán los triunfadores rumbo al 2022 para ver qué sacan.
Mal ejemplo. No nos vamos a cansar de decirlo, el resultado de las elecciones no ha sido analizado por las dirigencias porque no les conviene, mejor seguir con las alianzas piteras antes de aceptar que ganó la marca antes que los candidatos. El pobre desempeño de los candidatos panistas no se refleja en el arrasada que el PAN hizo con sus contrincantes, pero a la dirigencia blanquiazul no le interesa estudiar qué pasó porque sería usado para sacar las cuentas claras a la dirigencia de Gustavo Báez Leos y su deseo de reelegirse, más allá de lo que puedan decir las cabezas de grupo.
Afgascalientes. Las mujeres en Afganistán podrían retroceder hasta 200 años en sus derechos más básicos, señaló la activista por los derechos de las mujeres afganas, Seraj Mahbouba, quien dijo que una generación entera de mujeres perdería lo poco que ha ganado de terreno ante el regreso de los líderes talibanes al emirato islámico después de que este fin de semana el presidente de EU, Joe Biden, retiró las tropas estadounidenses de Afganistán, por lo que talibanes y Al Qaeda retoman el control de la última capital de Afganistán y todas sus fronteras después de veinte años de haber sido expulsados. Como consecuencia de esto, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, tuvo que huir del país, pero quien se quedó fue la población, que huye atemorizada hacia ninguna parte ahora que regresaría un régimen totalitario, uno en donde la población femenina afgana ha sido la más vulnerable debido a una rigurosísima e irreal interpretación del islam, en la que las niñas volverían a tener prohibido asistir la escuela, se restauraría los azotes y ejecuciones en plazas contra mujeres que participen de la vida pública, convertidas en prisioneras de sus casas, de sus vestimentas, a la vigilancia absoluta de sus tutores, todas las violaciones a los derechos humanos que ninguna mujer de Occidente puede imaginarse, por eso mismo, activistas de todo el mundo reclaman al mundo su indiferencia. Sabemos que esta situación está muy lejana de nuestro ranchito creador de los bolillos con crema, sin embargo, nos dio para pensar cómo los grupos conservadores insisten precisamente en que las mujeres pierdan derechos ya garantizados e impiden el acceso a otros con su imparable estrategia rancia de desinformación, criminalización y discriminación hacia las mujeres. No en balde, la incidencia que han tenido y que siguen teniendo en todo el país habla de su fortaleza y estrategia, unas que por desgracia aún no se nota en las organizaciones por los derechos de las mujeres. Por supuesto que Aguascalientes no es ni remotamente Afganistán ni que los conservadores no son grupos terroristas, pero por esto mismo, la defensa de los derechos de las mujeres debe continuar en todos los ámbitos y sobre cualquier Congreso, Gobierno, Fiscalía que pretenda hacerlos retroceder o no garantizarlos y llevarlos a cabo. Este nuevo Congreso tendrá la vara muy alta para medirse si quiere seguir hablando de perspectiva de género, más allá de sólo un discurso, porque ya intuimos cómo el único panista reelecto a base de triquiñuelas, Luis Enrique García, volverá a sentarse a la mesa de los conservadores y a estrechar sus manos para imponerse como lo hizo en esta pésima y deplorable Legislatura Gustavo Báez Leos contra los derechos humanos de prácticamente toda la población aguascalentense. Si no se nos olvida que el tal Quique Galo era el que presumió a los vecinos de Pilar Blanco en su campaña cómo trabajó incansablemente para meter a la cárcel a las mujeres que abortan. Por eso destacamos que ni un paso atrás por los derechos humanos, mucho menos en estos contextos de violencia hacia las mujeres.
La del estribo. En lo que dejan las cúpulas de negociar en lo oscurito, las militancias de todos los partidos siguen en espera de ser tomados en cuenta, seguro tendrán que esperar sentados.
@PurisimaGrilla