APRO/Sara Pantoja
A pesar de la crisis sanitaria que vive la Ciudad de México por el incremento de contagios y fallecimientos en la tercera ola de la pandemia por covid-19, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, se mantiene inamovible en su decisión de no restringir ni cerrar actividades económicas en la capital y apuesta toda su confianza en la vacunación masiva, aunque no ha cubierto ni 50% de la población adulta con esquema completo.
Además, el viernes 6, Sheinbaum desafió el mandato para que la CDMX retroceda a semáforo epidemiológico rojo, como lo marcó el Comunicado Técnico Diario Covid-19 de la Secretaría de Salud federal, el cual señaló que del 9 al 22 de agosto siete entidades estarán “en riesgo máximo”: CDMX, Guerrero, Jalisco, Colima, Nuevo León, Sinaloa y Nayarit.
“Para nosotros, estamos en naranja. En la mañana dimos todos los argumentos. Se está estabilizando. La ciudad está en naranja, y lo más importante es que todos nos sigamos cuidando”, reiteró Sheinbaum Pardo a la prensa. Y subrayó: “Lo más importante es que no se cierran actividades, sino que tenemos que seguirnos cuidando todos. Y a vacunarse, a vacunarse”.
Mientras eso ordena la mandataria capitalina, la capital vive como si no hubiera pandemia: grupos de amigos y familias enteras pasean por el Centro Histórico, hacen filas para entrar a restaurantes o cafeterías; acuden para distraerse –ya no para comprar lo esencial– a los centros comerciales, acuden a fiestas en casas particulares o atiborran bares que, en los hechos, ya operan sin restricciones sanitarias.
Afuera de los hospitales regresan las escenas de personas que exhiben su preocupación porque los nosocomios están saturados o de dolor por la muerte de familiares que perdieron la batalla contra el virus. En forma paralela, cientos llegan cada vez más temprano a los macrokioscos de la Secretaría de Salud local (Sedesa), para alcanzar una ficha que les dé derecho a una prueba rápida gratuita, pues tienen síntomas o sospechas del virus, o bien, porque en sus trabajos se las exigen.
Sheinbaum insiste en la vacunación masiva y sin tantos requisitos, aunque ello genere aglomeraciones alrededor de las sedes de aplicación y facilite que jóvenes de otras alcaldías y municipios mexiquenses acudan para ser inmunizados.
Números contra declaraciones
El pasado 26 de julio, con los nuevos lineamientos de la Secretaría de Salud federal, la capital mexicana retrocedió al semáforo epidemiológico naranja, después de estar cinco semanas en amarillo y apenas dos en verde, del 7 al 20 de junio. El retroceso a naranja ocurrió el 23 de julio, cuando en los hospitales públicos y privados había 2 mil 458 camas ocupadas, de las 3 mil 867 entonces disponibles. La ocupación hospitalaria estaba en 63% y las autoridades fijaron en 8 mil camas el número “máximo posible”.
Ante la incredulidad de miles, la mandataria local fue clara: “No, no hay ajustes (en actividades económicas). Hay una parte muy, muy importante que es que en la última semana se estabilizó la positividad. Eso habla, desde nuestra perspectiva, del impacto de la vacuna. Y como ocurre en otros lugares del mundo, lo mejor es seguir vacunando, vacunando, vacunando”.
Tres días después, el lunes 26 en Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador también fue cuestionado sobre posibles cierres de actividades por el alza de contagios en el país, a lo que respondió: “No vamos a tomar ninguna decisión de cierre. Ya sabemos cuidarnos todos, fue mucha la información que hemos recibido. Además, yo desde el principio he dicho que somos mayores de edad, que tenemos que cuidarnos y garantizar la libertad, no exagerar con medidas autoritarias”.
El mismo viernes 23 el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, anunció que la entidad regresaba a naranja, aunque él sí ordenó reducción de aforos en la mayoría de las actividades económicas a un máximo de 50% para disminuir la velocidad de transmisión del virus.
Para entonces, de acuerdo con cifras del gobierno capitalino, en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) había 3 mil 382 personas hospitalizadas y la ocupación hospitalaria estaba en 56%.
Dos semanas después, el 6 de agosto, la jefa de Gobierno anunció que la capital seguiría en ese color naranja los próximos 15 días, aunque las cifras eran más preocupantes: 3 mil 221 personas hospitalizadas –763 más que la quincena pasada– y la ocupación hospitalaria estaba en 62%, pero ya con la reconversión más reciente, a 5 mil 155 camas.
En la ZMVM las cifras son mayores: 4 mil 671 personas hospitalizadas; es decir, mil 289 más que el mismo lapso anterior; y una ocupación hospitalaria similar, de 62%. Ese total ya rebasó en más de mil casos el escenario “más drástico” de 3 mil 500 hospitalizaciones que proyectó el gobierno capitalino el pasado 9 de julio.
Y pese al aumento de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, Sheinbaum reiteró la orden presidencial: “No va a haber restricción… Hoy estamos en una condición distinta a la que teníamos en enero, porque tenemos vacunas… y no estamos solamente con una herramienta, un instrumento que era la sana distancia y el cierre de actividades para evitar la congregación de personas”.
Hasta el viernes 6, en la CDMX se llevaba 83.3% de cobertura en personas mayores de 18 años con la primera dosis, mientras que 43% ya tiene el esquema completo. La semana entrante se pondrá la primera dosis a residentes de 18 a 29 años de cuatro alcaldías y la segunda a los de 40 a 49 de dos demarcaciones.
Saturación y sufrimiento
Para la tarde del viernes 6, el mapa de la página de internet hospitales.covid19.cdmx.gob.mx del gobierno capitalino –la cual muestra la disponibilidad de camas para atención del covid– ya marcaba múltiples puntos rojos o “sin disponibilidad” en la CDMX y la ZMVM.
En esta situación estaban los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición, de Enfermedades Respiratorias, de Cardiología y el Gea González; así como el Ajusco Medio de la Sedesa, el Centro Médico Naval de la Secretaría de Marina y el Central Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional; los generales de zona 1 y 1A, C, 8, 24, 32 y La Raza del IMSS; el López Mateos, el Ignacio Zaragoza, Tacuba, el 1 de Octubre y el José María Morelos y Pavón del ISSSTE; el Juárez de la Secretaría de Salud federal. Todos en la CDMX.
Para los municipios conurbados, el escenario era similar. Los principales hospitales del IMSS, ISSSTE y del ISEM de Chalco, Texcoco, Los Reyes La Paz, Coacalco, Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan, Metepec y Toluca se encontraban “sin disponibilidad”.
Como ocurrió en mayo de 2020 y en enero de 2021, a las afueras de los hospitales se vuelve a ver a personas envueltas en cobijas y sentadas a un lado de las rejas de la entrada, en espera de que su familiar tenga alguna señal de recuperación o de que en el informe telefónico de las 13 horas les digan algo que les mantenga la esperanza. Los menos afortunados se llevan las manos al rostro para ocultar su llanto y su dolor al recibir la única noticia que no quieren escuchar.
En los kioscos donde se hacen pruebas rápidas gratuitas, las filas son cada vez más grandes y con más niños a los que también llevan para saber si están contagiados. Las razones: “Fuimos a ver a sus abuelos y alguien salió positivo”, “hubo un convivio en la casa y luego nos avisaron que había alguien enfermo”, “salimos al parque y días después, empezó con síntomas”, se escucha entre los papás que los llevan de la mano.
La diferencia con las dos primeras olas es que, para entonces, no se había detectado la variante Delta, que es dos veces más contagiosa. A principios de julio, la titular de la Sedesa, Oliva López, dijo a Proceso (edición 2331) que esa variante identificada en la India en octubre de 2020 sería la dominante en las próximas semanas. Un mes después, esta cepa ya domina en 90% de los casos analizados en las secuenciaciones, según declaró la funcionaria el viernes 6.
Un día antes México registró en 24 horas 21 mil 569 nuevos casos de covid-19, la segunda cifra más alta registrada en ese periodo en lo que va de toda la pandemia, después del 21 de enero pasado, cuando hubo 22 mil 339 casos. De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, la CDMX y el Estado de México encabezan la lista de las cinco entidades con mayor número de casos, seguidas, en ese orden, por Nuevo León, Guanajuato y Jalisco.
En el reporte nocturno de ese día, Sheinbaum informó en su cuenta de Twitter los números que suma la capital desde el inicio de la pandemia: 804 mil 298 casos confirmados acumulados, de los cuales 4 mil 992 se sumaron en las últimas 24 horas; 37 mil 914 casos confirmados activos estimados, de los cuales mil 386 fueron en un solo día; 46 mil 127 defunciones confirmadas con prueba covid, de las cuales 119 fueron en el último día.