APRO
La empresa estadounidense Johnson & Johnson dio a conocer este miércoles que las dosis de refuerzo de su vacuna contra el covid-19 generaron un gran aumento de los anticuerpos, la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra la infección.
Detalló que las personas que recibieron una dosis de refuerzo entre seis y ocho meses después de las primeras inyecciones vieron cómo los anticuerpos se multiplicaban por nueve en comparación con los 28 días posteriores a la primera inyección.
Los datos proceden de dos estudios de fase 2 llevados a cabo en Estados Unidos y Europa.
“Los nuevos datos provisionales de estos estudios demuestran que una dosis de refuerzo de la vacuna covid-19 de Johnson & Johnson generó un aumento rápido y robusto de los anticuerpos anti-spike, nueve veces mayor que 28 días después de la vacunación primaria de una sola dosis”.
El doctor Mathai Mammen, jefe global de investigación y desarrollo de Janssen, explicó que si con una inyección se generaron respuestas inmunitarias fuertes y robustas y con una duración de ocho meses, con los nuevos datos obtenidos existe la convicción de que una dosis de refuerzo aumentará aún más las respuestas de anticuerpos.
Por esa razón, J&J dijo que estaba en conversaciones con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC), la Agencia Europea de Medicamentos, la Organización Mundial de la Salud y otras autoridades sanitarias sobre la necesidad de ofrecer una dosis de refuerzo de la vacuna Janssen.
“Esperamos discutir con las autoridades de salud pública una posible estrategia para nuestra vacuna Johnson & Johnson covid-19, reforzando ocho meses o más después de la vacunación primaria de una sola dosis”, añadió Mammen.
La vacuna de Janssen se autorizó a finales de febrero, más de dos meses después de que se autorizaran las vacunas de Moderna y Pfizer. Unos 14 millones de estadounidenses han recibido la vacuna de J&J, según los CDC.
El doctor Dan Barouch, investigador de vacunas del Centro Médico Beth Israel Deaconess y de la Facultad de Medicina de Harvard, que no participa en los dos estudios clínicos pero que colabora en el estudio de las vacunas de J&J, dijo que los resultados apoyan la aplicación de una vacuna de refuerzo, pero sólo después de un retraso.
“El refuerzo a los seis meses va a parecer muy impresionante y sustancialmente mayor que lo que ya se ha informado en términos de refuerzo a los dos meses. Eso es significativo porque, en mi opinión, el refuerzo no debería ser a los dos meses, sino que realmente debería ser a los seis meses o más tarde”, dijo Barouch a CNN.
La vacuna de Johnson & Johnson se fabrica de forma diferente a la de Pfizer y Moderna. Esas dos vacunas utilizan ARN mensajero o ARNm, encerrado en pequeñas partículas de lípidos, para llevar las instrucciones al cuerpo para iniciar una respuesta inmunitaria.
La vacuna covid-19 de Janssen utiliza un virus del resfriado común lisiado, llamado adenovirus, para transmitir instrucciones similares. Se temía que una dosis de refuerzo de este tipo de vacunas con vectores víricos no fuera eficaz debido a la posibilidad de que el organismo generara una respuesta inmunitaria también contra el vector.
“Existía la preocupación teórica de que la generación de anticuerpos antivectoriales por la primera inyección pudiera impedir su uso de nuevo”, dijo Barouch. “Creo que estos datos acaban con eso”, afirmó.
Las autoridades sanitarias federales han dicho que creen que en algún momento será necesaria una dosis de refuerzo de la vacuna de Janssen.
“Estoy bastante seguro de que la FDA, los CDC, los NIH y la Casa Blanca utilizarán estos datos para justificar o recomendar probablemente un refuerzo para las personas vacunadas con J&J, probablemente con una segunda inyección de J&J”, dijo Barouch.