- A pesar de estar mejor preparadas, la desigualdad de género permanece
- Además ganan 10 por ciento menos que los hombres
La presencia de mujeres al interior de las secretarías de Estado disminuye conforme se eleva el puesto y el nivel de ingresos, señala el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al analizar más de 290 instituciones del Gobierno Federal y hacer evidente que, a pesar de que las mujeres están mejor preparadas, la desigualdad de género en los puestos directivos permanece.
En el estudio se puso énfasis en el puesto y nivel de ingresos de más de 168 mil personas que trabajan en las secretarías de Estado, y arrojó que las mujeres ganan 10 por ciento menos que los hombres en los puestos de mando medio y superior.
A pesar de que en México los esfuerzos como las cuotas de género han sido efectivos para alcanzar mayor igualdad entre hombres y mujeres en la vida política y contar con un Congreso paritario, con el 48 por ciento de mujeres en la Cámara de Diputados y el 49 por ciento en el Senado de la República, así como con el mayor número de secretarias de Estado en la historia del país, pues nueve de 19 secretarías están encabezadas por una mujer (47 por ciento). Si bien esto representa un aumento en la participación política de las mujeres, la desigualdad de género en la Administración Pública Federal (APF) persiste.
La presencia de mujeres al interior de las secretarías de Estado disminuye conforme se eleva el puesto y el nivel de ingresos. Sólo el 30 por ciento de las direcciones generales son ocupadas por mujeres, mientras que este porcentaje disminuye al 28 por ciento para las jefaturas de unidad, el tercer puesto de mando más alto.
Esta baja participación de las mujeres en los puestos más altos tiene un impacto en la brecha salarial; en las secretarías de Estado, las mujeres ganan, en promedio, 10 por ciento menos que los hombres en los puestos de mando medio y superior. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los puestos directivos dentro de las instituciones del Gobierno Federal, lo que refleja una desigualdad en los puestos y salarios dentro de la estructura gubernamental.
Aunque las mujeres tienen mayor nivel de escolaridad, persiste la desigualdad en los puestos; el 43 por ciento de las servidoras públicas cuenta con una licenciatura, en contraste con el 35 por ciento de los servidores públicos. Sin embargo, hay 33 por ciento menos mujeres en los puestos de mando.
En la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y en la Secretaría de Educación Pública no hay mujeres al frente de las jefaturas de unidad. Existen tres puestos y ninguno lo ocupa una mujer.
En la APF, por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer percibe, en promedio, 74 pesos. La brecha salarial promedio es de 26 por ciento; esto a pesar de que el Gobierno federal cuenta con un tabulador de sueldos, este no compensa la desigualdad de género que existe en los puestos directivos. Una menor participación de las mujeres en los cargos jerárquicos más altos tiene un impacto en la brecha salarial.
Sólo el seis por ciento de los puestos de jefatura de unidad en el mayor nivel de ingreso (154 mil 472 pesos) es encabezado por una mujer. A pesar de que existe paridad en las secretarías de Estado, esto no se traduce en todos los niveles.
En la medida en que se identifiquen las principales brechas de género, así como las barreras en el acceso y promoción de mujeres a puestos directivos dentro del Gobierno Federal, será posible implementar acciones informadas para disminuir estas desigualdades.
Para conocer más sobre qué puestos ocupan las servidoras públicas, cuánto ganan y cuáles son las brechas de género en la APF, el equipo del IMCO ampliará este análisis al resto de las instituciones para aportar indicadores de género que ayuden a la autoevaluación de cada dependencia, así como a medir avances y retrocesos, de manera que sea un insumo para la toma decisiones con base en evidencia.