APRO / Niza Rivera
Los diez minutos de aplausos que recibió Tatiana Huezo con el largometraje Noche de Fuego fueron de buen augurio para México, pues el filme se alzó con una Mención Especial en la sección de Una Cierta Mirada (Une certain regard) del 74º Festival Internacional de Cannes.
Noche de Fuego de la mexicano-salvadoreña Tatiana Huezo está ambientada en el estado de Guerrero y narra la historia de una madre que busca evitar por todos sus medios que su hija adolescente sea secuestrada por grupos armados.
Mientras que La Civil, de la rumano-belga Teodora Ana Mihai, ambientada en México y coproducida por Michel Franco, obtuvo el “Premio Coraje”, y es una cinta de acción basada en hechos reales sobre una mujer que ante la falta de apoyo de autoridades opta por cazar al cártel que secuestró a su hija.
Una Cierta Mirada es considerada una de las secciones más importantes de todo el festival.
Huezo obtuvo una ovación de unos diez minutos durante la noche de su estreno en la Sala Debussy en medio de un aforo de unas mil personas, situación que el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) destacó en sus redes sociales con algunas fotografías.
Huezo, conocida por trabajos documentales como El Lugar Más Pequeño (2011) y Tempestad (2016), realizó en Noche de fuego –su primera ficción– una adaptación “muy libre” de la novela Ladydi de Jennifer Clement, sobre la violencia hacia las mujeres y el narcotráfico “en contraste con el mundo mágico y entrañable de la infancia”.
Nicolas Celis, productor de la cinta junto a Pimienta Fils, destacó a Proceso en entrevista con la reportera Columba Vértiz:
“Noche de fuego no es un filme de narcos, ni de glorificación de la violencia. Tatiana aborda temas que son difíciles en este país, pero desde una forma tan esperanzadora, tan humana, tan empática, que creo que eso es muy importante”.
La Civil, de Teodora Ana Mihai, coproducida por el mexicano Michel Franco, los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne y el rumano Cristian Mungiu, es protagonizada por la actriz nacional Arcelia Ramírez junto a Álvaro Guerrero, quienes encarnan a los padre de una joven secuestrada.
Según refirió Mihai al diario Los Angeles Times en una entrevista reciente:
“No me interesaba contar una historia de políticos o de narcos, ni siquiera de la chica que se perdía, sino de la madre y del efecto traumático en ella”.