Resultado de un trabajo intenso de fiscalización del Instituto Nacional Electoral, el INE decidió imponer multas a los candidatos y partidos políticos por 1,332 millones de pesos, impresionante cantidad que ningún ciudadano de a pie verá reunida en su vida, para reunir el total de las sanciones económicas, se tendrían que trabajar más de 9 millones de días ganando el salario mínimo.
El monto de las sanciones, por más que sea demasiado dinero, es anecdótica, sin restarle importancia, la cantidad de dinero es irrelevante ante lo que nos revela la fiscalización sobre el comportamiento de los partidos y los candidatos en relación al manejo del dinero.
En Aguascalientes, el total de las sanciones a los actores políticos locales fue de 17 millones 143 mil 728 pesos; sobre las multas, Ignacio Ruelas Olvera, vocal ejecutivo de la Junta Local del INE, indicó que la fiscalización electoral no tiene objetivos punitivos, sino que trata de contribuir a la rendición de cuentas, a la equidad en la competencia y a transparentar el dinero invertido en la política; agregó que “cuando la ley es fragmentada, la rendición de cuentas se vuelve turbia y las condiciones de equidad se tornan desiguales; el sistema de partidos con las reglas de la democracia, se convierte en un ejercicio correctivo y de aprendizaje”. Ignacio Ruelas, amablemente, considera que la fiscalización servirá para fortalecer administrativamente a los partidos políticos. Es desde este punto de vista que el dinero se vuelve anecdótico, pues el principal motivo de las multas fue por gastos no reportados, egresos no comprobados e irregularidades en las finanzas de las campañas; esto es lo que nos dicen las multas de los partidos, que son irresponsables y mentirosos.
Hay quien aconseja dar mesada o domingo a los niños para que aprendan a administrar y ahorrar dinero desde pequeños, entre los consejos que acompañan esta práctica es que la cantidad de dinero no sea excesiva, para que aprendan a valorar y que si el menor de edad se gasta su domingo de golpe, no hay que darle más; también se aconseja que en caso de mala conducta se les retire este beneficio.
El INE castiga que los candidatos y partidos políticos ocultan o retrasan sus reportes de gasto, así como gastos de campaña que no pueden comprobar; sí, se les sancionará con un monto histórico, pero lo pagarán del financiamiento público que reciben, de la mesada o domingo que decidimos darles para que trabajaran para nosotros. Si alguno de nuestros hijos hiciera un mal uso de los recursos que se le otorgan, encuentro fuera de toda lógica el castigarlo con una multa que tendría que pagar del dinero que le otorgamos, sí, es posible que el menor aprenda a hacerse responsable de sus gastos, sin embargo, la conducta errónea, la de mentir, no se corregiría; pasa lo mismo con los actores políticos, ¿qué importancia pueden darle al pago de las multas si no es su dinero?
Los partidos políticos y sus candidatos seguirán mintiendo, ocultando sus gastos, malgastando el dinero, porque los recursos no son suyos, porque no hay castigo alguno que se dirija a corregir las prácticas corruptas en las que incurren con alevosía. Estamos formando delincuentes.
Coda. Uno de los problemas más profundos de la democracia mexicana, señala Leonardo Núñez en una investigación sobre la fiscalización del INE, es que “todos los partidos políticos, sin excepción, apuestan a dificultar y esconder sus finanzas durante las campañas en el entendido de que, si los llegan a descubrir, basta con pagar la multa correspondiente (que proviene del propio financiamiento público) y con ello todo estará solucionado. El financiamiento y gasto ilegal en las campañas sigue siendo una parte importante de nuestra realidad”, y parece que lo seguirá siendo.
@aldan