La cosa, estimado lector, es que de pronto el emperador mexica desde su palacio pone de moda palabras o frases que comienzan a utilizarse sin ton un son, y que aun desconociendo el significado, las comenzamos a escuchar en boca de todos, desde el pueblo bueno, el malo y el feo, las usan los que salen en la tele, lo que venden los tacos, en los templos e iglesias, en las escuelas, en el transporte público, y sin duda los funcionarios de alta alcurnia como el llamado “rockstar” de la autollamada 4T.
Para ahondar en el tema y estar al día, a la vanguardia, enterados de todo lo que pasa y por qué pasa, considero que por lo menos debemos identificar frases y qué es lo que remiten, su significado, su esencia; es por eso que, vamos a revisar qué quiere decir golpe de Estado, cuándo se usa y por qué el emperador mexica de pronto la pone de moda, y sus secuaces supongo sin saber o entender el verdadero significado la utilizan como un vocablo que dominaran al derecho y al revés cuando no tienen ni la menor idea de lo que están diciendo.
Revisando mi multicitado Diccionario Enciclopédico Océano y otras fuentes, caí en cuenta que para entender la frase se debe identificar el significado de las dos palabras que la conforman; golpe que es un verbo que refiere impactos físicos como simbólicos, incluso psicológicos que sin duda van acompañados de dolor o malestar. Estado, una característica que permite organizar a una sociedad de manera soberana, es coercitiva y ejerce autoridad con el fin de regular el funcionamiento de la comunidad dentro de un determinado territorio. Ahora, si juntamos las dos palabras el significado toma un rumbo específico, refiere a una acción violenta que es ejecutada por fuerzas militares o grupos rebeldes que buscan derrocar al gobierno de un Estado para apoderarse del control desatando así un conflicto. Esta acción busca la sustitución de las autoridades existentes y el cambio de mando de las instituciones estatales por imposición.
Entonces, según mi citado diccionario se puede decir que un golpe de Estado constituye una “violación y falta de reconocimiento hacia la legitimidad constitucional porque atenta contra las reglamentaciones legales de llegada y permanencia en el poder”.
Dicho lo anterior, sigo sin entender o contextualizar por qué el emperador mexica que vive en su palacio utiliza la frase haciendo alusión a que sus adversarios quieren preparar un golpe de Estado o tienen las intenciones de derrocarlo del trono al que tanto trabajo le costó llegar, esto por consiguiente contagia a sus más fieles súbditos que sin tener claro el significado del término lo usan, y además se les nota en el rostro un aire de expertise cuando lo dicen.
Es así como llegamos con el ahora mal logrado Hugo López-Gatell, el subsecretario que, de ser el hombre del momento, el domador de la pandemia, el próximo salvador de la raza de bronce, el sucesor del falso mesías ha caído en desgracia como los peces, por su propia boca; en qué cabeza cabe pensar, bueno deje que lo piense, decirlo en público, en una tribuna que si bien le iba a solapar lo que este personaje afirmara, de todos modos el raspón nadie se quita, ni siquiera su jefe le entró al rescate y mire que eso ya es mucho; en qué estaba pensando cuando dijo que las protestas de los padres de los niños con cáncer tenían un tono golpista. Y como ya se pudo percatar, estimado lector, las redes sociales fueron inundadas con reacciones de todo tipo, pero la tendencia es cuestionarlo sobre sus declaraciones, mismas que en su momento y al más puro estilo de la patada de ahogado, el presunto implicado dijo que sus palabras fueron manipuladas y hasta editadas para que se entendiera lo que no quiso decir.
Lo cierto es que Hugo resbaló y ha quedado como el subsecretario encargado de la salud que se consolida como el villano del cuento, el funcionario de primer nivel que deja ver su lado inhumano, ajeno al dolor de las familias de estos niños con cáncer, ajeno incluso a estos pequeños niños que los identifica como golpistas o como el pretexto para orquestar un golpe de Estado, pero además en esa ventana dominical de contrapeso (para ayudar a la 4t a no quedar tan mal parada en el día a día), los conductores del programa “El chamuco” respaldaron lo que dijo Hugo, se imagina, estimado lector, López-Gatell y sus secuaces en televisión nacional, lo bueno es que la audiencia de ese programa no es tan alta, pero qué tal la redes sociales…
Las cosas como fueron, aunque este personaje haya salido a querer matizar lo que dijo, la grabación queda para la posteridad, para la historia, para que este momento en la vida del país quede inmortalizado en los libros de texto de las próximas generaciones, porque, no me diga estimado lector que los relatos históricos no necesitan de villanos, de los malos del cuento que le den forma y sabor al relato, ya tenemos varios y ahora sumaremos a Hugo.
Pero de pronto y aunque parezca increíble nos topamos con declaraciones como esta “Que mentirosa y manipuladora es la derecha conservadora. Usan lo de los niños con cáncer -así lo marca el manual de operaciones encubiertas de la CIA que establece que han de hacerse cosas repugnantes- para ir abriendo camino, como en la Guatemala de Arbenz, al golpe de Estado”. Y yo que respetaba a Epigmenio Ibarra, lo perdimos.
Por cierto, Hugo, ponte a chambear, o acaso puedes dormir tranquilo cuando sabes que serás el responsable de la muerte de los niños con cáncer si no apresuras el abasto de sus medicamentos.
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