- La SCJN declaró inconstitucional la prohibición del uso lúdico del cannabis; falta que los Congresos atiendan esta disposición y legislen al respecto
- También la Secretaría de Salud y la Cofepris deberán emitir regulaciones, podrían ser similares a las que hay, por ejemplo, en el alcohol
Luego de que este lunes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobara en votación dividida el uso lúdico de la mariguana, algunos actores políticos y expertos en el tema comenzaron a opinar respecto a cómo esto podría impactar en la sociedad, sin embargo, no fue así el caso del gobernador Martín Orozco Sandoval, quien prefirió no comentar nada al respecto.
En entrevista colectiva el panista fue claro y no emitió postura alguna:
–En el tema del uso lúdico de la mariguana desde su punto de vista ¿cómo lo ve?
–Ningún comentario, yo esos temas no los toco.
En ese tenor, asociaciones civiles como Aguascannabis celebraron la decisión histórica del SCJN, pero a la vez reconocieron que todavía queda un largo camino por andar para llegar a una regularización en el uso lúdico de esta planta.
Por otra parte, la alcaldesa Teresa Jiménez, también panista, ya definió su postura y criticó lo aprobado por el máximo órgano de justicia del país diciendo que ese “es un tema delicado y para nosotros es una noticia donde tenemos que poner foco rojo, pues dicen, ‘vamos a legalizar pero les quitamos presupuesto de seguridad’”.
Si bien la SCJN ya dio este paso hacia la legalización del consumo de mariguana, todavía falta generar políticas públicas que desestigmaticen y eduquen sobre el consumo de esta hierba ante la sociedad.
Con la reciente determinación, se obliga a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y a la Secretaría de Salud federal a emitir regulaciones que permitan portar y consumir mariguana, lo que a su vez también recae en el Congreso de la Unión y en los Congresos locales, que deberán legislar para tener una regulación donde se consideren todos los aspectos que implica la legalización de la mariguana, tales como la adquisición, la siembra, el cultivo, la cosecha, la posesión o el transporte de esta, entre otros factores sociales que también se deben considerar.