Todos los días la ciudades enfrentan desafíos complejos –como crisis sanitarias o el cambio climático– que requieren respuestas multidisciplinares, articuladas e innovadoras para enfrentarlos de manera oportuna y eficaz, lo que a su vez implica una mayor coordinación entre sectores como el desarrollo urbano, la vivienda, el espacio público, la movilidad, entre otros. No obstante, la gran cantidad de temas que suele ocupar a los gobiernos municipales –el nivel de gobierno más próximo a muchos de los problemas de las ciudades– implica que las distintas áreas de dichos gobiernos tengan tiempo y capacidad limitada para planear, diseñar e implementar políticas, programas y proyectos integrales para atender esos desafíos de manera colaborativa y con una visión común.
Incluso, con frecuencia las distintas áreas municipales suelen operar de manera aislada, fragmentada, sin agenda compartida, que hace que, por ejemplo, las áreas de desarrollo urbano tiendan a ocuparse de labores meramente administrativas como la expedición de dictámenes técnicos o licencias de construcción mientras las áreas de obras públicas se enfocan solo en asuntos de construcción, sin que exista una colaboración más estrecha entre estas áreas, lo que en ocasiones suele resultar en acciones que incluso pueden llegar a ser contradictorias. En ese contexto, es importante conocer qué han hecho otras ciudades para innovar en la gestión urbana, superar la fragmentación institucional y avanzar hacia una visión compartida de ciudad. Veamos tres ejemplos.
En Medellín, Colombia, la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), una empresa pública con personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa y financiera, se encarga de la gestión, desarrollo, ejecución, asesoría y consultoría de planes, programas y proyectos urbanos e inmobiliarios en la ciudad. En ese sentido, la EDU apoya a la administración municipal en materia tanto de planeación integral como de asesoría técnica especializada, así como en el diseño y ejecución de proyectos urbanos y arquitectónicos de infraestructura, vivienda, espacio público, entre otros. Esta empresa opera como una oficina de gestión de proyectos, para lo cual cuenta con un equipo certificado por el Project Management Institute y especialistas en coordinación interinstitucional y gestión social. La EDU aporta una visión multisectorial a la gestión municipal y contribuye a ejecutar proyectos de manera coordinada.
En París, Francia, la Agencia de Urbanismo de París (APUR, por sus siglas en francés), es una asociación pública creada en 1967 por el ayuntamiento para documentar, analizar y desarrollar estrategias integrales que atiendan las dinámicas sociales y urbanas de esa ciudad. La APUR busca acompañar el diseño e implementación de políticas públicas en sectores como el desarrollo urbano, el transporte y la movilidad, la vivienda, el desarrollo económico, el medio ambiente, entre otros. Para ello, cuenta con 84 profesionistas –incluyendo arquitectos, ingenieros, economistas, geógrafos, sociólogos, demógrafos, cartógrafos, etcétera– dedicados a la elaboración de estudios técnicos, análisis de datos, capacitación de funcionarios, formulación de propuestas, entre otras actividades. La APUR ha estado involucrada en múltiples proyectos icónicos de París y ha brindado apoyo técnico clave en procesos de transformación urbana que requieren una visión transversal tanto del gobierno como de la ciudad.
En Boston, Estados Unidos, la Oficina de Nueva Mecánica Urbana (Monum, por sus siglas en inglés) se creó en 2010 al interior de la oficina del alcalde para liderar iniciativas de investigación, experimentación y diseño de soluciones innovadoras a retos de salud pública, equidad racial, vivienda e infraestructura, entre otros. Esta oficina ha impulsado iniciativas multisectoriales para mejorar la prestación de servicios de la ciudad, como la creación de la aplicación móvil BOS:311 a través de la cual los ciudadanos pueden reportar problemas con los servicios públicos, como la acumulación de residuos en la vía pública o fugas de agua, además de realizar el pago de multas, entre otros servicios. De esa manera, esta oficina busca fomentar la colaboración horizontal entre áreas del gobierno municipal e involucrar a la sociedad civil en la creación de políticas, programas y proyectos innovadores.
¿Y en México? Los Institutos Municipales de Planeación (Implan) en teoría buscan informar la toma de decisiones con una visión integrada de ciudad y supuestamente gozan de mayor autonomía técnica, financiera y de gestión, lo que debería facilitar la innovación en la gestión urbana y garantizar mayor continuidad de los procesos de planeación e implementación más allá de los períodos administrativos. Sin embargo, los Implan con frecuencia quedan relegados a funciones meramente consultivas y su incidencia en las acciones que realmente se llegan a ejecutar suele ser limitada.
Por ello, como muestran diversas experiencias internacionales, es importante fortalecer las instituciones de planeación, coordinación y gestión urbana para impulsar acciones multidisciplinares que permitan a las ciudades atender de mejor manera distintos retos como una crisis sanitaria, el cambio climático, la inequidad social o la pobreza urbana. Y en ese sentido, Aguascalientes puede impulsar esfuerzos más decididos para innovar en la gestión urbana y ser un referente de cómo pueden gestionarse mejor las ciudades mexicanas.
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