De las 155 personas que conforman la Constituyente, 77 son mujeres, 45 de ellas pertenecen a una articulación feminista
Chile se prepara para dejar atrás la Constitución heredada en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet, y en la conformación de la Convención Constitucional el movimiento feminista está presente para plasmar los Derechos Humanos de las mujeres y niñas. De las 155 personas que conforman la Constituyente, 77 son mujeres, 45 de ellas pertenecen a una articulación feminista, además, la Constituyente la preside una mujer indígena mapuche y feminista, Elisa Loncón.
En este momento histórico para la democracia de Chile, la constituyente, periodista y ex candidata a la presidencia de Chile en 2017, Beatriz Sánchez Muñoz, nos habla en entrevista con Radio CIMAC sobre cómo se configura el mapa político chileno y los derechos al cuidado, sexuales y reproductivos, así como la perspectiva feminista que buscan incluir en la nueva constitución que se redactará desde cero.
Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Cuáles son los retos y desafíos que se están enfrentando en el proceso de la Constituyente?
Beatriz Sánchez (BS): Estamos recién partiendo, acabamos de terminar la segunda semana recién de la instalación de la Constituyente, entonces estamos en este proceso diría yo de ajuste, de vivir un proceso constituyente donde no hay reglas establecidas, nos estamos conociendo y estamos entrando a establecer las primeras reglas de funcionamiento que ha sido todo un desafío porque nunca en Chile, en nuestra historia, hemos vivido un proceso como este, siempre hemos estado en procesos con un poder constituido, entonces llegamos 155 personas a establecer reglas.
Creo que estas primeras dos semanas hemos logrado varias cosas: tenemos una mesa directiva, por primera vez, en un órgano de poder lo preside una mujer mapuche, que es uno de nuestros pueblos originarios de mayor representación de Chile y que esto nunca había pasado en nuestra historia, considerar a los pueblos originarios. Por primera vez es un órgano paritario, somos 77 mujeres y 78 hombres, y eso no es una causalidad, eso fue intencionado.
Tenemos ya una mesa directiva, tenemos ya las primeras comisiones, la comisión de reglamentos funcionando, ayer debatimos y concluimos en aumentar esas comisiones de funcionamiento transitorio y la primera que surgió es la de Derechos Humanos, que se votó con una alta mayoría, incluida la derecha.
Lo que pasa es que nos tocó en un momento bien particular porque a propósito de la pandemia, los procesos iban a ser por separado, o sea íbamos a tener un proceso constituyente que no se iba a traslapar con las elecciones presidenciales o parlamentarias, pero la pandemia forzó a cambiar la agenda que se tenía planificada y al final los procesos se cruzaron, por eso en Chile tenemos una elección al mes, entre ellas, elecciones de la Constituyente, de gobernadoras, de parlamentarias.
Creo que es bien interesante que tengamos entre medio elecciones, porque cuando estás entrando a un proceso como este, que no es dejar atrás cualquier Constitución, es dejar atrás la constitución de la dictadura, que lo que vino hacer es a instaurar un modelo neoliberal autoritario.
LLH: ¿Cuánto tiempo tienen para poder dar por concluido el proceso de la nueva Constitución en Chile?
BS: Son 9 meses, que se pueden extender a 12 meses, que lo más probable es que se extiendan, partimos oficialmente el 4 julio, entonces este proceso de la construcción debería de durar hasta el 4 de julio de 2022.
LLH: Tú hablas de crear una Constitución de derechos, social, paritaria, y cuando haces referencia a esto no podemos evitar pensar en las movilizaciones feministas, de temas que tienen que ver con la igualdad entre mujeres y hombres ¿Cómo miras incorporar en la nueva Constitución estos derechos? ¿Cómo se está incorporando en la constituyente de Chile?
BS: Hay una configuración en la correlación de fuerzas dentro de la Constituyente que es bien similar al resultado del plebiscito que le dio luz verde a que estemos aquí en este proceso, porque lo interesante del proceso de la Constitución es que viene de un estallido social, y yo cuando hablo de este estallido no lo analizo como que fue un punto de partida, sino que fue un punto de término. En Chile veníamos arrastrando movilizaciones desde hace mucho tiempo , muy encausadas donde salíamos personas a marchar por diferentes motivos, por la salud, una educación gratuita, de calidad, pública, nosotras las mujeres veníamos marchando cada vez de manera más masiva para manifestarnos para que no hubiese espacios de violencia, por los temas de nuestros derechos sexuales y reproductivos, por educación no sexista.
Entonces el estallido vino a mostrar ese momento en que el elástico simplemente se corta, después de años de movilizaciones donde todo el aparato político no tiene respuesta porque hay una Constitución que lo cierra como candado, que no da el ancho, la gente fuerza la institucionalidad, logra por primera vez que haya un camino institucional de salida, una de las ventanas que se abre es este proceso constituyente.
Las movilizaciones feministas fueron muy importantes también dentro de la movilizaciones largas del estallido.
Y eso hace que de las 77 mujeres que fueron electas, hay 45 que estamos en una articulación feminista, no de mujeres, feminista, como nunca antes habíamos visto en este país, entonces cuando hablamos que queremos hacer una constituyente con enfoque de género, bueno esto tiene un cause, esto tiene un tronco que se puede avanzar, yo en eso estoy muy esperanzada que hay muchas formas de mirarlo que el derecho del cuidado va a ser un derecho consagrado en la Constitución, vamos a poder hablar de economía feminista, una mirada feminista desde el trabajo, una mirada feminista de esta construcción de sociedad donde se pone la vida en el centro, y por supuesto, que va a haber un debate de nuestros derechos sexuales y rLLH: Esto va a marcar las discusiones en América Latina, de hacia dónde tendríamos que estar reconociendo los Derechos Humanos de las mujeres….
BS: Yo coincido con eso, porque además los fenómenos como el estallido que vivimos nosotros, donde se está poniendo en jaque este modelo neoliberal, creo que no lo podemos analizar de manera aislada respecto de lo que está pasando en América Latina o el resto del mundo también. Tampoco podemos analizar los fenómenos de las olas feministas de manera particular sin analizar lo que pasa en América Latina y del mundo, que pueden tener detonantes un poco distintas. En Argentina fue la ley por el aborto legal, gratuito seguro, en Estados Unidos fue el #MeToo a propósito de los casos de acoso sexual en el trabajo y en Chile tiene que ver con esto de que somos ciudadanos de segunda clase y que debemos de tener derechos igualitarios.
Entonces todos estos fenómenos no se pueden explicar como algo que pasa en un sólo país, básicamente los que se necesita son países más democráticos donde haya mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones.
LLH: Tú hacías este recuento de movilizaciones sociales en Chile, que hemos visto que se repiten en Colombia que vemos hoy en día en Cuba ¿Cómo lees lo que está ocurriendo en estos dos países? ¿Y la nueva ola feminista en México de las juventudes?
BS: Yo conversaba con varias compañeras colombianas y también en varios países de Centroamérica que están pasando en situaciones similares, es casi escuchar los mismos discursos de las organizaciones civiles, barriales y vecinales, es escuchar calcadamente lo que pasa en Chile, creo que Colombia y Chile tienen muchas similitudes a propósito del sistema neoliberal extremo y claro es una forma de vida que está “haciendo agua”, que finalmente fracasa, pero esto está profundamente ligado a la política, es una ideología que lo sostiene, no es que simplemente lo lidere el mercado, esto tiene un tinte profundamente político y tiene una movilización o una salida que finalmente es política.
¿Por qué el feminismo tiene tanto que ver? Porque el neoliberal descansa sobre los hombros nuestros, sobre los hombros de las mujeres, el neoliberal necesita que las mujeres hagan el trabajo gratis en sus casas, se basa en que haya una mujer que haga este trabajo doméstico de manera gratuita para alimentar el sistema.
El feminismo es profundamente antineoliberal, el feminismo lo que hace es poner el jaque el sistema neoliberal, cuando hablamos de colectivo es donde el sistema cruje, porque el neoliberalismo busca que todo sea individual es que tu te salves solo, y lo que busca el feminismo en todo lo contrario, es una sociedad que colectiviza sus problemas, es hacerlo en colectivo es para que todos nos vaya bien.
Algo muy personal, creo que parte de lo bien que nos ha ido como Frente Amplio, es porque los bloques feministas dentro del Frente Amplio, que es un conglomerado de partidos, han sido muy poderosos y eso le ha dado un tinte distinto a la política reproductivos.