Las mexicanas Gabriela Agundez y Alejandra Orozco obtienen la medalla de bronce en clavados sincronizados desde la plataforma de 10 metros, en la misma jornada de los Juegos Olímpicos algunos deportistas no tuvieron el mejor de sus días, todavía hay esperanzas para que los deportistas nacionales consigan más medallas, por un día nos emocionemos por su actuación y los apoyemos estando al pendiente de cómo se desempeñan en sus respectivos deportes; cuando termine Tokio 2020, los atletas regresarán al país y, lamentablemente, se reducirá considerablemente el número de personas que los siguen.
Durante el transcurso de Tokio 2020 nos enteramos de las historias terribles de estos deportistas, como una enorme mayoría de ellos logra convertirse en atletas de alto rendimiento en las peores condiciones, sin apoyo de las federaciones ni de los gobiernos, sacrifican todo con tal de llegar a las competencias, consiguen la atención del público mexicano durante unos días y, después, volverán a sufrir el abandono.
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, declaró que se adaptó el lema olímpico para corresponder a la realidad de nuestro tiempo, ahora es, más rápido, más alto, más fuerte, juntos. A la definición de los “mejores” se suma la empatía, la solidaridad. No deja de resultar paradójico, en tiempos de las benditas redes sociales, antes que estos deportistas, son más influyentes descerebrados que consideran mentir como un trabajo que paga la peda o miserables que narran una agresión sexual para obtener seguidores.
“Me he dado cuenta del poder y la responsabilidad que tienen las palabras y las más importantes ahorita son: Amor, fuerza y honestidad”, escribió la youtuber YosStop, presa en Santa Martha Acatitla acusada por el delito de pornografía infantil, en la modalidad de posesión. El domingo, sus seguidores convocaron a una marcha para exigir justicia para YosStop, fue un fracaso, no acudió ni una decena de personas, cuando en las redes se cuentan por miles quienes la apoyan e intentan transformar este caso en un ataque a la libertad de expresión.
YosStop narró de manera miserable y vil la agresión sexual a una menor de edad, ahora en la cárcel, se da cuenta del poder y responsabilidad que tiene, en su mensaje agrega “Transformar tus miedos en tus fortalezas es la herramienta más poderosa para evolucionar. Mi deber es descubrir y entregar todo el potencial de mi voz y mi corazón. Acepto con amor y confío en lo bueno que he construido para ayudar y hacer algo grandioso”; qué manera de victimizarse para evadir toda responsabilidad.
Cuando YosStop salga de la cárcel, podrá continuar con su labor de mercadeo, apoyada por sus seguidores, esos que siguen haciendo famosa a gente estúpida, al mismo tiempo que los deportistas de alto rendimiento continuarán pidiendo limosna para poder representar a su país.
Coda. ¿Tiene YosStop la culpa de ser más influyente que los deportistas que ganan medallas? No, es beneficiaria de un sistema que permite a los delincuentes del partido Verde pagar para que los influencers violen la ley.
@aldan