Se realizó el Dromofest, un festival digital para conversar, discutir y entender mejor los problemas de las drogas desde diferentes perspectivas, con expertos, cultivadores, académicos, periodistas, cineastas y artistas, con el ánimo de desestigmatizar y naturalizar esta conversación. Los productores del evento son Alejandra Inzunza y José Luis Pardo, que han “investigado en cerca de 20 países las causas y consecuencias de la violencia y los conflictos sociales”, se lee en las redes sociales de Dromómanos, su proyecto periodístico que reúne a Colapso. Síntomas de una crisis ambiental, y Aphoteka, una multiplataforma para entender lo que rodea las drogas más allá de la guerra, entre otros. El Dromofest presentó también un Decálogo de ideas para dialogar con niñxs, adolescentes y jóvenes sobre sustancias psicoactivas y políticas de drogas, que LJA.MX reproduce a continuación con la finalidad de promover la urgente conversación sobre la violencia, los estigmas y la guerra alrededor de las drogas, pero también el necesario cambio de narrativa, y qué mejor que empezar la charla que con las infancias.
1.- La idea de un mundo sin drogas no es realista. Las sustancias ilegalizadas hacen parte de nuestra cotidianidad. Querer que no existan no las va a desaparecer. Por eso mejor ¡Apoye, no castigue!
(Y qué dice la ONU: Hablemos de drogas, la información salva vidas. Con el tema de este 2021, “Hablemos de drogas, la información salva vidas”, queremos combatir la desinformación. Debemos tratar y compartir alto y claro los hechos reales sobre las drogas. Es fundamental conocer los riesgos que tienen para nuestra salud y buscar las soluciones para abordar el problema mundial de las drogas, desde la prevención, el tratamiento y la atención basados en pruebas y el cuidado de las personas con adicción a las drogas).
2.- La guerra contra las drogas ha dañado más a la humanidad –y por lo tanto a lxs niñxs– que ninguna sustancia psicoactiva. ¡Por eso exigimos una Regulación por la Paz! Lxs niñxs, adolescentes y jóvenes también pueden ser constructores de paz y memoria.
3.- Digamos “Sí” a la marihuana medicinal para niñxs: el cannabis medicinal y la lucha por el
acceso a la salud van de la mano también para quienes son menores de edad.
4.- No hablemos de “drogas” en abstracto. Debemos saber que los efectos de las sustancias varían según la persona (set) y los contextos de uso (setting) y desde allí reconocer que se pueden gestionar placeres al tiempo que reducir riesgos y daños según esa relación sustancia-persona-contexto.
5.-No solo existen personas “sobrias” o “adictas” es una falsa dicotomía que niega la realidad del continuum del uso de sustancias psicoactivas y la diversidad de experiencias según las características de las personas y sus contextos.
6.- Escuchar, no sermonear. Digamos “Sí al diálogo”, no a “La conversación” ni a la imposición adultocentrista, lineal, moralina, prejuiciosa y desinformada.
7.- Interésate en el ¿para qué? y no tanto en el ¿por qué? del uso de sustancias psicoactivas de lxs niñxs, adolescentes y jóvenes.
8.- El alcohol es también una sustancia psicoactiva, o droga, pero legal. ¿Educas a tus hijos e hijas para un uso responsable del alcohol? ¿Has reflexionado sobre el uso de fármacos controlados en niñxs y adolescentes?
9.- Al igual que con la educación sexual podemos iniciar una educación sobre sustancias
psicoactivas, reducción de riesgos y daños y gestión de placeres desde una temprana infancia, evitando reforzar miedo y prejuicios sobre el tema.
10.- Acompaña, escucha, dialoga, observa, respeta y confía. Tu relación con tus hijos e hijas es única. Nútrela.
Revisa toda la información que contiene el Decálogo aquí:
https://dromofest.org/dromofest-decalogo.pdf