Todos nos preguntamos qué pasará el próximo domingo 6 de junio, el día de la elección más importante de la historia moderna de México después de la ocurrida en 2018. Me atrevo a calificarla así porque en esta elección los ciudadanos mexicanos mayores de 18 años tendremos la responsabilidad de elegir para nosotros y para nuestros niños y adolescentes entre dos modelos de país: democracia y libertad o dictadura y dependencia. No es mera opinión, llegué a la conclusión de que morena y el Presidente López Obrador quieren imponer una dictadura al no cerrar los ojos a todas las señales que han estado enviando sin el menor recato, comenzando por la ampliación del mandato para el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el experimento para justificar una ampliación similar para el Poder Ejecutivo.
Repasemos algunos números para darle idea de la importancia de esta elección. Nuestro padrón electoral está compuesto por más de 93.6 millones de ciudadanos inscritos. 4 millones más que en 2018. En 2018 votamos el 63.42% del total. Es decir, más de 33 millones de ciudadanos no votaron. En 2018 por ser una elección presidencial a diferencia de la que ocurrirá el próximo domingo, que será una elección intermedia en el ámbito federal, además de las locales, se considera que la votación tuvo una muy alta participación históricamente hablando. Normalmente ocurre que en elecciones intermedias votan aproximadamente el 40% de los electores. Esto quiere decir que el abstencionismo en esta elección podría superar los 55 millones de votos. Si tomamos como referencia que López Obrador fue electo por 30 millones y 33 millones no votaron, podemos inferir la importancia de que todos salgamos a votar el próximo domingo. Hay más de 60 millones de ciudadanos que o no están de acuerdo con morena o que al menos no expresaron con su voto estar a favor de este partido o algún otro.
Para esta elección compiten 10 partidos políticos, de los cuales 3 son de reciente creación. 6 de los 7 partidos que no son nuevos conformaron dos alianzas aunque cada uno tendrá su propio espacio en la boleta electoral y no habrá logotipos combinados. Los nuevos partidos aprobados por el INE son afines al gobierno de López Obrador: PES, Fuerza por México y RSP, pero no pueden por ley integrar una alianza electoral, aunque de obtener diputados sí podrán hacerlo en la Cámara para aprobar cualquier iniciativa que impulse el presidente y su partido en el Congreso.
La alianza oficialista conformada por el partido gobernante de morena, el PT y el partido verde PVEM denominada “Juntos Hacemos Historia” presenta la propuesta de dar continuidad a lo que llaman la Cuarta Transformación, que consiste en aprobar cualquier cosa que les pida López Obrador, incluso sin cambiarle ni una coma a sus iniciativas aunque resulten contrarias a la Constitución como ya ha sucedido. Hoy morena tiene 256 diputados, el PT 48, el PVEM 11, el PES 21 y MC 25, con lo que estos 361 diputados juntos han tenido el poder de cambiar incluso la Carta Magna ya que tienen más de los 334 votos requeridos para conformar la “mayoría calificada” que se requiere.
Por otra parte, se conformó la alianza “Va por México” surgida por la iniciativa del movimiento ciudadano “Si por México”, que demandó a los partidos de oposición unirse para formar un frente competitivo ante los partidos del régimen. Así el PAN, el PRI y el PRD acordaron seleccionar a los candidatos que consideraron más competitivos de cada uno en 219 de los 300 distritos electorales federales. En 81 distritos cada partido presentó sus propuestas independientes o con alianzas locales. El objetivo de esta alianza es mantener el sistema democratico, las instituciones autónomas que regulan el poder presidencial para que no sea absoluto y la libertad básicamente.
Por lo anterior, lo más importante será el resultado de la elección de diputados federales, porque de dependerá de la conformación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, la capacidad que vaya a tener López Obrador de reformar la Constitución para concretar esa Cuarta Transformación que no es más que concentrar todo el poder en su persona, para beneficio de él, su familia y su leales bajo el pretexto de que él encarna al “pueblo”, a los “pobres” en contra de todo los demás ciudadanos que no considera que son parte del pueblo.
La encuesta de encuestas de oraculus.mx indica que morena podría alcanzar no obtendría mayoría, solamente el 40%, es decir, 200 diputados, 9 más de los que obtuvo en 2018, pero esta vez no podrá hacer trampa para obtener una sobre representación como la que tiene actualmente. el PT 20, el PVEM 25, MC 30 y Fuerza por México 15. El resto de los nuevos partidos difícilmente alcanzarán una votación del 3% del total que se requiere para que mantengan el registro como partido político nacional. El total de diputados oficialistas podría alcanzar los 290 por lo que alcanzarían la “mayoría simple” (más de la mitad) pero no podrán reformar la Constitución. Por la oposición se prevé que el PAN obtenga 80, el PRI 85 y el PRD 25, por lo que juntos tendrían solamente 190 diputados, suficientes al menos para impedir cambios constitucionales que lleven al país a la dictadura y el desmantelamiento de instituciones autónomas como el INE, el Banco de México, el IFAI y otras muy importantes que se instituyeron para impedir que el presidente de México tuviera poder absoluto, para combatir la corrupción y garantizar la transparencia que nos ayudó a conocer casos de corrupción del pasado.
El resultado final dependerá del número de ciudadanos que vayan a votar el día de la elección, no de las encuestas. Depende del “voto útil” o “voto inteligente” que apliquen a favor del candidato y partido que pueda ganar al otro, no el que más simpatice. Los ciudadanos suelen pensar el día de la elección que su voto no es importante porque al ver las encuestas piensan que un solo voto, el suyo, no cambiará nada, por eso se produce el efecto de alto abstencionismo, porque millones de personas piensan igual y la suma conlleva a dejar que los partidos y sus acarreados consigan sus objetivos. Si las personas creyeran en la importancia de su voto personal, podrían inclinar la balanza hacia cualquier lado y ese será el caso de la elección del próximo domingo. Así se construye la mayoría y se entrega el poder a los políticos y sus partidos. Por eso se dice que cada pueblo tiene el gobierno que merece. ¿Que va a pasar? No lo sé. Depende de ti.