Si un rumor se ataja a tiempo no se transforma en desinformación, para combatir las paparruchas la primera estrategia es el silencio, lo peor que se puede hacer ante una falsedad es repetirla, incluso durante el proceso de verificación y contraste; el primer paso es ubicar la fuente del dicho, si proviene de fuentes marginales o no tiene autor, ignorarla es lo mejor que se puede hacer.
Los periodistas responsables desarrollan técnicas para verificar y contrastar la información, porque un rumor puede ser la primera pista para una primicia, que tras la investigación se revele un hecho periodístico de interés público. En redes sociales no hay compromiso con esta ética profesional, lo primero que se hace con el rumor es dispersarlo, con lo que logra mayor repercusión pública pues se entorpece la posible verificación al ocultar el origen y multiplicar el mensaje; el silencio deja de funcionar, se tiene que actuar en contra de la mentira, exponerla sin repetirla.
Las benditas redes sociales que tanto alaba el presidente Andrés Manuel López Obrador funcionan a favor del proyecto de la Cuarta Transformación al aprovechar todas las libertades de las que goza el periodismo profesional y la libertad de expresión, sin cumplir con las obligaciones de la ética periodística; la horda tetratransformista se suma con facilidad a las descalificaciones vertidas desde la conferencia en contra de quienes el titular del Poder Ejecutivo considera sus adversarios, sin sentir la obligación de verificar nada.
Los defensores de López Obrador no sólo no sienten la responsabilidad de verificar y contrastar, además, han desarrollado un método para intentar anular cualquier señalamiento al desempeño gubernamental, toda opinión contraria al régimen o sus funcionarios la transforman en mentira y la silencian, como en el caso de las infames declaraciones del subsecretario Hugo López-Gatell.
Lo que dijo López-Gatell acerca del ánimo casi golpista de las protestas de los padres de niños con cáncer por la falta de medicamentos no son un rumor, fue una expresión vil del delirio de un funcionario que perdió piso; ante la miseria de sus dichos, la horda tetratransformista ha salido en su defensa intentando aplicar la estrategia del silencio, en redes sociales fue evidente, al grado de acusar a los adversarios de siempre de difundir un video editado de la entrevista del subsecretario, la atención se colocó en la acción de quien evidenció a López-Gatell, no en lo que dijo, para así desacreditar la fuente.
Una vez distraída la atención acerca de las acusaciones del subsecretario, las benditas redes sociales se dedicaron a difundir los logros de la Cuarta Transformación, sin importar si estaban relacionados o no con el desabasto de medicinas y tratamientos oncológicos, porque así funcionan los fieles, y suelen recurrir a demeritar la participación ciudadana a partir de la mentira; nadie cuestiona la legitimidad de la presidencia de López Obrador, sus más de 30 millones de votos, las críticas se hacen al desempeño de su gobierno ante las crisis, pero los fieles esgrimen como argumento que anula cualquier observación que este es un gobierno elegido democráticamente y que ha prometido que será diferente a los demás, aunque en los hechos se mantengan algunas de las peores prácticas corruptas de los regímenes anteriores.
Al día siguiente, en la conferencia matutina, el presidente exoneró a López-Gatell mediante un leve regaño, antes que por la vileza de sus declaraciones, López Obrador refrendó el permiso que tiene la ciudadanía a quejarse, los padres de niños con cáncer tienen todo el derecho de protestar, dijo, y eso fue todo; ya los fieles de la Cuarta Transformación habían generado el entorno adecuado para pasar por alto la actitud miserable del subsecretario,
Por algo bendice el presidente a sus redes sociales, porque cumplen con la tarea de silenciar las críticas.
Coda. En entrevista con León Krauze, Jorge Ramos describió que el trabajo de los periodistas consiste en reportar la realidad tal y como es, no como quisiéramos, su credibilidad depende de ser lo más fieles posible a la realidad y, si se equivocan, corregir, “nuestro trabajo es cuestionar a los que tienen el poder y hacer las preguntas difíciles, eso es lo único que te diferencia a ti y a mí de los bots y de los troles en las redes sociales”.
@aldan