Finalmente después de mucho tiempo la actividad cultural empieza a recuperarse, en este caso corresponde a nuestra máxima entidad musical, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes regresar y abrir otra vez al público los espacios culturales. La Sinfónica no ofrecía un concierto presencial desde aquellas maravillosas noches llamadas Las lunadas de la Sinfónica teniendo como escenario los jardines y explanada del Teatro Aguascalientes y participando la orquesta completa, pero un concierto en un escenario destinado para este fin no se hacía desde el 23 de octubre del 2020, esa ha sido, de hecho, la única ocasión que la Sinfónica ofreció un concierto de manera presencial en su nueva sede, la Sala de Conciertos. Aquel concierto lo recuerdo muy bien porque fue, además de significativo el hecho de que la Orquesta ocupara este nuevo espacio con todo y sus problemas de acústica, la ocasión en la que mi libro Su Majestad la Música se presentara oficialmente, presentación hecha por la maestra Margarita Benavides, integrante de la sección de violoncellos de la OSA y directora del EVA, Encuentro Vioncellístico de Aguascalientes, y por el maestro Julio Vázquez Valls, director de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Y así, después de todo este tiempo nuestra Sinfónica regresa a los conciertos con público, de verdad que hacía mucha falta, otra vez las noches de los viernes empiezan a tener sentido.
Además de ser un temporada breve, termina el próximo viernes 2 de julio, el repertorio seleccionado no exige la presencia de la Orquesta completa en ninguna de las fechas programadas, son obras que convocan acaso unos 20 o 25 músicos, esto con el fin de respetar la sana distancia en el escenario, por fortuna el repertorio es muy abundante, prácticamente inagotable, y nos permite seguir disfrutando de grandes conciertos. Considerando estos mismos cuidados, se permitió sólo el acceso al 50% de la capacidad de la sala que es de 1500 personas.
Para este primer concierto el maestro Lanfranco Marcelletti diseñó un interesante programa en donde tuvimos la oportunidad de disfrutar música compuesta por la dinastía Bach, sin duda, una de las dinastías más grandes en la siempre inconclusa historia de la música, más grande, incluso que la dinastía de los Scarlatti.
Este primer concierto inició con la obertura “La clemenza di Scipione” de Johann Christian Bach. Conforme a lo programado se interpretó después una de las tantas, se conservan más de 300, cantatas compuestas por Johann Sebastian Bach, en este caso fue la BWV 51 en do mayor con la participación de la soprano Ana Rosalía Ramos y con solos de trompeta a cargo del maestro Alfredo. Esta primera noche con la Sinfónica terminó con el Concierto para flauta H.484.1 en re menor de Carl Philippe Emmanuel Bach, la solista fue la maestra Megan Maiorana, principal de la sección de flautas de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. La dirección estuvo a cargo del maestro Lanfranco Marcelletti, director titular de la OSA.
Es un programa corto, sin intermedio con el fin de no prolongar mucho la presencia del público que llenó todas las butacas disponibles para esta noche, lo que por supuesto me generó inmensa alegría, ya ves, nunca falta; el viernes por la mañana alguien me dijo, “ya quisieran meter por lo menos 300 personas”, lo que pasa es que si nunca vas a los conciertos careces de una opinión bien fundamentada, y nos queda claro que la Sinfónica de Aguascalientes es una de las orquestas con mayor poder de convocatoria en nuestro país, y existe una cercanía entre la orquesta y el público melómano de Aguascalientes.
Yo no conocía a la maestra Ana Rosalía Ramos, sé que vive en Aguascalientes desde hace dos años pero nunca la había escuchado cantar y ciertamente qué agradable sorpresa. Tuve la oportunidad de charlar brevemente con ella y con la maestra Mariorana el pasado jueves durante el receso en el ensayo en el Teatro Aguascalientes y me dejó una grata impresión, pero escucharla cantar en vivo fue un impacto tremendo. Es una soprano coloratura, que no es cualquier cosa, ella podría abordar sin el menor problema el repertorio de los grandes belcantistas, asunto que no es para cualquier cantante operista, las exigencias de este tipo de repertorio, las florituras, todos esos ornamentos que ponen a prueba la voz son de una exigencia mayúscula.
La maestra Ana Rosalía Ramos cumplió solventemente con las exigencias de la partitura del padre de la música, en la primera de las cuatro partes que integran la cantata BWV 51con todo el ensamble, el resto de la obra dominó el bajo continuo, responsabilidad del clavecín, cello y contrabajo, y por supuesto, con las intervenciones solistas de la trompeta que también cumplió con puntualidad el compromiso.
Finalmente, la maestra Megan Maiorana dejó su silla como principal de sección para participar como solista en el concierto para flauta en re menor de C.P.E. Bach. Ya conocemos su capacidad, ha sido solista en ocasiones anteriores y no fue sorpresa, su talento lo tenemos perfectamente claro quienes somos asiduos asistentes a los conciertos de la OSA, así que solo nos dispusimos a disfrutar intensamente de la magia que hace surgir de su flauta traversa.
La próxima semana continúa nuestra Sinfónica con el segundo concierto de temporada en donde escucharemos la “Obertura Don Giovanni” de Mozart, selecciones de la “Suite Don Juan de Gluck”, y finalmente la “Sinfonía Op.12, No.4 G.506” de Luigi Bocherini. El director para este concierto será el maestro Francisco Hernández Bolaños. La cita con su majestad la música es el próximo viernes 11 de junio a las 20:30, nuevo horario de los conciertos, en el Teatro Aguascalientes. Por ahí nos vemos si Dios no dispone lo contrario.