APRO/Melisa Carrillo
El tabaco provoca la muerte de ocho millones de personas al año y aumenta el riesgo de padecer covid-19 grave, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dejar de fumar “es lo mejor que pueden hacer los fumadores para reducir el riesgo de contraer el coronavirus, así como el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias”, advirtió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el día Mundial del Tabaco, que se conmemora cada 31 de mayo.
La agencia de la ONU recordó que, si bien dejar el cigarro es todo un desafío, sobre todo debido al estrés social y económico ocasionado por la pandemia de covid-19, los beneficios de dejarlo son mayores.
Cuando una persona deja de fumar, presenta efectos positivos casi de inmediato. Su frecuencia cardiaca desciende rápidamente en sólo 20 minutos y el nivel de monóxido de carbono de su sangre baja a un nivel normal en 12 horas.
Entre dos y 12 semanas después, la circulación sanguínea y la función pulmonar aumentan. Además, dejar este hábito disminuye de 40% a 50% las probabilidades de enfermar gravemente si llegan a padecer covid-19.
De acuerdo con la OMS, casi 39% de los hombres y 9% de las mujeres consumen tabaco. Europa cuenta con la tasa más alta de fumadores con 26%, y se estima que para 2025 el número de fumadores se reduzca no más de 22% si no se toman medidas urgentes.
Sin embargo, de los 780 millones de fumadores que tienen la intención de dejar el tabaco, sólo 30% tiene acceso a herramientas para conseguirlo, por lo que el organismo lleva a cabo la campaña “Comprométete a dejarlo”.
Actualmente la OMS trabaja con 29 países para apoyar el abandono del tabaco mediante campañas nacionales de concientización, herramientas digitales, revisión de políticas públicas, capacitación para trabajadores de la salud, apertura de clínicas especializadas, apoyo a las terapias de reemplazo de nicotina, líneas directas y cursos para dejar de fumar.
En este contexto, el organismo pidió a los países adoptar políticas audaces que favorezcan el abandono del tabaco; el aumento del acceso a los servicios para dejar de fumar; la concienciación sobre las tácticas de la industria tabacalera, y el apoyo a personas que intenten apartarse del tabaco.
También instó a los países a combatir el tabaquismo creando entornos libres de tabaco y brindando a las personas información, apoyo y las herramientas que necesitan para dejar este hábito de manera definitiva.