me siento dentro y fuera
en un alma de péndulo
que mira hacia abajo
Laura Solórzano
¿Por qué salir a votar si ningún candidato merece mi voto?, ¿por qué arriesgar mi vida, si es que se llegara a armar una balacera sobre una casilla de votaciones este 2021? Es un hecho lo que planteamos hace unas semanas, las campañas electorales fueron verdaderamente una basura. Si uno pensaba que los políticos mexicanos no podían ser peores, nos equivocamos. La alcaldesa de Metepec grabada tres veces insultando con una boquita de verdulera, con una actitud de sicaria, de esos clásicos extorsionadores que detrás del insulto tienen algunos miles de pesos que le sirven para pagar el mandar golpear o desaparecer a quien se le dé la gana. Ese es el disfraz real que los aspirantes a algún puesto de elección popular quieren vestir. El poder que otorga un dinero por el cual no se suda ni se trabaja. Para obtener un puesto de alcalde, diputado local, gobernador, diputado federal, lo único que se necesita es tener acuerdos con alguien, hacer y pagar favores; amistades familiares de años. Lambisconería, sexo, complicidad en negocios chuecos. ¿Habrá alguien limpio, sano de todo lo anterior? La respuesta es: ¡Por supuesto que NO! Porque todo aquel que trabaja junto a un corrupto y no lo cuestiona, no lo demanda, y no lucha por quitarle el fuero del que goza con solo llegar al puesto, se vuelve de inmediato su cómplice. Todos en la Cámara de Diputados son cómplices de Saúl Huerta, el diputado de Morena que violó a uno, dos, tres menores de edad, abusando de su pobreza. Todo el que defiende a Salgado Macedonio es cómplice de las violaciones a las mujeres que lo acusan. Y todo aquel que trabaja para la alcaldesa de Metepec, es cómplice de los insultos, extorsiones, amenazas que la mujercita ha lanzado contra niñas menores de edad.
Lo repetiré: El día que ser alcalde, diputado local, gobernador, diputado federal, secretario de gobierno estatal, secretario federal, senador, presidente de la República, sea una actividad de ALTO RIESGO, una actividad en la que no se busque enriquecerse, ese día solamente competirán por esos puestos quienes en verdad quieran trabajar. Es por eso que yo los entiendo. Ningún candidato merece nuestro voto. Pero no vayamos a votar pensando en ellos, en esos personajes que viven de hacer el ridículo, si hacer el ridículo les llena los bolsillos de plata. Votemos pensando en nosotros. La realidad es que la corrupción imperante en todos los gobiernos emanados de Morena, todos sin excepción alguna, han sido igual de mediocres que aquellos gobiernos que dijeron combatir. Justo la alcaldesa que quiere reelegirse como candidata en Metepec es muestra de ello, o el mismo Saúl Huerta, o Félix Salgado Macedonio. Tal como lo es Bartlett, los corruptos Ebrard, Delgado y Sheinbaum, cuyos nombres brillan en la sangre de quienes murieron en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. Lo de Mario Delgado es de lo más vergonzoso, inventarse ser retenido por personas con armas largas. Este que les escribe sobrevivió a un levantón en Tamaulipas, en la ciudad de Matamoros, gobernada justo por personajes de Morena. El nivel de infiltración de agentes del Crimen Organizado en los gobiernos es inconmensurable y se ha permitido porque ahí está el dinero, y es justo el dinero el único que mueve a los candidatos del partido en el poder y sus opositores. El ejercicio de la votación de este 6 de junio no será por el menos malo, o el menos corrupto. Tiene que ser únicamente para brindar equilibrio. Es por la diversidad de partidos en la Cámara de Diputados. Está más que visto que pintar de un solo color las Cámaras siempre será contraproducente para la ciudadanía. Y de eso se trata, de retomar el equilibrio quitando todo el poder a Andrés, quitándole el control de la Cámara de Diputados.