Basta leer un poco las publicaciones de las redes sociales para espantase al ver como nuestra querida lengua materna, el español, es destruida a diestra y siniestra sin que interese realmente a los usuarios.
El problema principal quizá sea que vivimos sumergidos en la inmediatez y el desgano, así que no parecería importante el ser relajados cuando lo que necesitamos es estar conscientes sobre cómo nos comunicamos con los demás.
Al idioma le damos poca importancia, de ahí que muchos no tienen buena comprensión lectora o simplemente no leen y por tanto tienen mala ortografía y si a esto le sumamos que en las técnicas de estudio se quitó la memorización el problema es muy grave.
El problema con el conocimiento es parecido al de los números de teléfono, hace 20 años los aprendíamos de memoria porque era estorboso cargar el directorio con nosotros, ahora no los memorizamos, pues los directorios se encuentran en un clic gracias a la tecnología de los teléfonos móviles.
Lo mismo sucede con el conocimiento, ya no se memoriza, pues cuando no sabemos algo en un clic lo tenemos en la palma de la mano así que ¿para que memorizarlo? si se encuentra ya allí, listo para ser consultado, así cuando nuestros estudiantes intentan producir algo el resultado es terrible.
Hace unas pocas semanas mientras daba un curso de ortografía y redacción los estudiantes parecían realizar las actividades bastante bien, sin embargo, al momento de salir de los ejercicios y pasar a la vida real cometían los mismos errores una y otra vez. En el chat y en las tareas donde tenían que producir parecía que no habían repasado ninguna regla ortográfica.
Cuando leía lo que escribían les preguntaba por los acentos, se disculpaban y argumentaban que los habían olvidado, sin embargo, una y otra vez repetían el error sin que hubiera algún cambio verdaderamente significativo al término del curso.
La mala ortografía está por todas partes así que un cambio significativo se lograría con una desintoxicación de las redes sociales y con ejercicios que pueden cambiar ese aprendizaje estableciendo nuevos procesos neuronales para lograr una buena ortografía.
Un buen español incluye conjugar bien los verbos, de manera oral y escrita, ese es uno de los problemas que más se presentan en las redes, lo particular de este fenómeno es que cuando lo encontramos en publicaciones de empresas.
Pero si observamos las redes sociales el fenómeno se presenta desde fanpages hasta muros personales donde no hay una autocorrección que permita tener una redacción limpia.
En alguna ocasión una chica que se dedica a la gestión de redes sociales me comentó que no pusiera atención en cómo escribía por mensaje, pues esos errores de dedo no los cometía cuando hacía los copywriting de las publicaciones, lamentablemente se equivocaba, ya que una vez que programaba el contenido de la semana había que corregir su redacción.
“Somos lo que repetidamente hacemos” decía Goethe y tiene razón, mientras no tengamos un plan de acción que nos lleve a mejorar nuestra escritura no lo lograremos, esa es una decisión personal y cada día se tiene que llevar a la práctica aún si creemos que no es necesario.
Algo importante a tomar en cuenta es que el número de personas con problemas del lenguaje va en aumento por lo que la dislexia no detectada a tiempo produce que las personas no se sientan cómodas escribiendo debido al desconocimiento de su padecimiento.
Muchas personas con dislexia pierden el interés por leer y escribir porque no reciben la atención que necesitan para “controlar” de alguna manera las dificultades lingüísticas. La dislexia se manifiesta hasta en aprender idiomas y en los últimos años he notado que se presenta también en la pronunciación, por lo que la solución también debe tener una relación con el aprendizaje emocional a partir de la evaluación, no marcar los errores sino observar para saber cómo evitarlos.
El español es parte de nuestra identidad, por ello es importante el conservarlo y, como al amor, procurarlo y cuidar el cómo lo usamos cotidianamente.
Para muchos el uso de la lengua materna no tiene importancia, sin embargo, debería ser tan importante como cuando queremos comprar un auto nuevo y nos esforzamos trabajando duro para poder conseguir el dinero suficiente para ello.
Escribir correctamente nos lleva el mismo tiempo que hacerlo mal por lo que es sólo una cuestión de decisión y práctica. Así como invertimos tiempo en tener la mejor fotografía para redes sociales, para mostrar una buena imagen podemos hacerlo para el texto que acompaña la foto.
Una desintoxicación de las redes sociales, mientras se lleva a cabo un taller de redacción podría ayudar muchísimo a resaltar, posterior a esto, como lo que leemos en las redes es un factor que incrementa el fenómeno de la mala escritura.
Finalmente, la escritura, el uso que le damos al español, si permitimos que las redes sociales influencien nuestra manera de comunicarnos es una decisión así que bien vale la pena el seguir luchando por conservar nuestra lengua materna lo mejor que es posible, considerando que todo evoluciona, pero nosotros decidimos como.
Laus Deo
@paulanajber