El final de una década y el inicio de la siguiente suele estar marcado por eventos relevantes en todos los ámbitos, social, político, ideológico, cultural, por supuesto, musical, de hecho la música marcó la pauta en muchos sentidos en el rumbo cultural de finales de los años 60 y principios de los 70. Muchas cosas sucedieron en aquellos años maravillosos, entre ellas, por ejemplo, la muerte de verdaderas luminarias en el rock, referentes absolutos, Brian Jones, fundador de los Rolling Stones muere el 3 de julio de 1969, Jimi Hendrix, pocas semanas después de su presentación en el Festival de la Isla de White al sur de Inglaterra deja de existir, esto fue el 18 de septiembre de 1970. Janis Jopline muere pocas semanas después, el 4 de octubre de ese mismo 1970. Jim Morrison, el rey lagarto, da su último suspiro el 3 de julio de 1971 en la ciudad de París después de haber dejado a The Doors.
Por otro lado, Bob Dylan sufre un accidente en su motocicleta que lo mantiene alejado de la escena del rock y se refugia en su casa de Woodstock. El accidente, aunque fue el 29 de julio de 1966, lo mantuvo fuera de acción mucho tiempo y vivió en ese exilio voluntario el cambio de década con todo lo que esto representó.
Los Rolling Stones e invitados sufren uno de los episodios más tristes y lamentables en la siempre inconclusa historia del rock el 6 de diciembre de 1969 en el abandonado autódromo de Altamont al norte de California en un intento de hacer su propio Festival de Woodstock, compartieron el escenario con los Stones agrupaciones como Crosby, Stills, Nash & Young, Santana, Jefferson Airplane, The Flying Burrito Brothers. También estaban programados los legendarios Grateful Dead, se presentarían después de C.S.N. & Y y antes de los Rolling Stones, pero debido a los tristemente célebres disturbios decidieron no subir al escenario. Todo este festival con el asesinato de Meredith Hunter quedó registrado en el film documental Gimme Shelter. Lamentablemente este mini festival es más reconocido históricamente por la violencia y los disturbios que por la música, el saldo fue un asesinato y tres muertes por accidente, dos en automóvil y un ahogado en un manto acuífero.
Por todo esto podemos leer entre líneas lo desgastada que estaba está generación que buscaba la paz en medio del caos y que proponía hacer el amor y no la guerra, usaba flores en el cabello y decía que el amor siempre es la respuesta. Para colmo de males, The Beatles anuncian su definitiva e irrenunciable separación el 10 de abril de 1970. Como vemos, algunos de los iconos de esta generación del Flower power habían muerto y otros se desmembraban buscando seguramente nuevas formas de expresión musical, alejándose, quizá involuntariamente del sonido característico de la inolvidable década de los sesenta.
El nacimiento del nuevo decenio mantuvo un poco de la esencia propia de los diez años anteriores, en agosto de 1970 se organizó el último gran festival masivo de rock dando continuidad a los dos festivales organizados en Inglaterra, en la Isla de White en 1968 y 1969 pero ya se percibían los cambios, ya eran evidentes nuevas formas de hacer y entender la música, de hecho, desde 1969, cuando la corte del rey Carmesí publicó el disco In the Court of the Crimson King nace el rock progresivo, al menos así me lo parece aunque evidentemente el tema está sujeto a discusión, y a partir de entonces los cambios en la música serían irreversibles, no solo en el rock, el jazz se ve violentamente impactado por la publicación del majestuoso Bitches Brew de Miles Davis que cambia muchas cosas en el devenir, a veces caprichoso, del jazz.
Los 60 llegan a su fin con todo lo que esto significa en diferentes ámbitos: lo político, cultural, ideológico, en fin, el impacto es frontal y permea en toda la sociedad, no sólo en lo musical.
El mundo estaba sacudido por la intervención armada de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, un conflicto que duró 20 años y lesionó irreversiblemente a toda esa generación que protestaba por las calles de diferentes ciudades de la Unión Americana pidiendo el fin de esta atrocidad que se extendió de 1955 a 1975 con las evidentes pérdidas de todos los países involucrados.
Los jóvenes en Estados Unidos usaban el rock como un certero vehículo de protesta en contra de su gobierno con la evidente represión de la autoridad. Paralelamente la población afroamericana levantaba la voz exigiendo sus derechos ciudadanos y reclamando el fin del racismo. Grandes voces se levantaron en ese momento como la de Martin Luther King, una de las figuras más influyentes en esta generación que con su discurso I had a dream movió y activó conciencias.
Todo esto sucedía en la transición de los 60 a los 7, y en la música, de manera paralela con el naciente rock progresivo se gestaba otro movimiento igualmente creativo, solvente y contundente, el heavy metal que con la publicación del disco Master of Reality de Black Sabbath alcanzaba una de sus formas más sublimes. Deep Purple y Led Zeppelin venían a completar una terna de grupos que le daban al rock otros rumbos que redefinirían este concepto de música y llevándolo a alturas inhóspitas, incluso insospechadas.
Estos grandes discos de hace 50 años no surgieron de manera espontánea, son consecuencia de un largo y lento proceso cultural, finalmente la música, como todas las manifestaciones de arte, es el pulso de los tiempos que le vieron nacer.