¿Presencial o en línea? Ese es el dilema/ Alegorías Cotidianas - LJA Aguascalientes
21/11/2024

De vuelta a las aulas después de la vacunación a docentes en todo el país. Para las escuelas es un desafío sanitario mientras que en casa el volver a la rutina escolar no es algo fácil sobretodo con la modalidad híbrida.

Pero, aunque algunas escuelas ya abrieron sus puertas existe aún resistencia por volver. El jueves pasado tuve la oportunidad de observar a cerca de 100 padres de familia. La institución ofrece un sistema híbrido con clases presenciales de máximo 9 alumnos por salón, aunque los grupos enteros son de entre 20 y 25 alumnos.

En este caso el sistema híbrido está dividido en bloques de 3 horas presenciales 3 veces por semana, aunque para los más grandes son jornadas completas 2 días por semana.

Para recibir a los alumnos esta institución invirtió en tecnología para sanitizar constantemente, así como para crear una campaña de concientización entre sus miembros. Pese a ello la respuesta por parte de los padres de familia no fue como esperaban.

Cada uno de ellos escuchó la información que ya habían leído anteriormente y sin embargo no pudieron convencerlos de que es “seguro” el volver a las aulas.

La verdad, aunque intentan convencernos que estamos casi en semáforo verde no dejamos de enterarnos de contagios, personas hospitalizadas por covid, sin dejar a un lado el comportamiento de las personas, se desenvuelven como si nada ocurriera poniendo en riesgo su salud y la de los otros.

Las vacunas pueden aminorar el riesgo de enfermar gravemente mas no de evitar los contagios, en el caso particular de maternal, preescolar, primaria y secundaria el efecto de la vacunación no es para beneficio de los menores sino únicamente de los maestros.

Pfizer ha dado a conocer que la vacuna es segura para adolescentes y adultos, sin embargo, en nuestro país aún no se ha aprobado para menores de 17 años por lo que, en caso de un contagio en una escuela este se podría dar entre estudiantes, docentes, personal administrativos y familiares de los mismos.

Aunque también existen otros factores que pueden intervenir, como lo es el económico. En casa de una manera u otra se han ajustado a un presupuesto, volver a clases esta semana o la próxima requiere una inversión para los padres de familia que incluye cuadernos, uniformes entre otros.


Pedíamos desesperadamente el volver a clases y, al final, no hay presupuesto para volver tan rápido, ni estamos seguros de que sea lo mejor para nuestros hijos.

Algunos estudiantes de bachillerato comentaron que ni presupuesto ni seguridad es lo que no les permite regresar a clase presencial sino la comodidad, no están dispuestos a levantarse a las 5:45 para llegar a las 7:00 a clase, cuando en casa lo pueden hacer 10 minutos antes de la primera clase todos los días.

Digamos que este regreso a las aulas es una probadita de lo que será el regreso total, si bien ahora es paulatino y genera desconfianza en algún momento tendrá que ser no voluntario sino obligatorio.

El regreso híbrido y escalonado también nos hace reflexionar sobre si la educación necesita ser cien por ciento presencial. A nivel universidad y bachillerato algunas materias son teóricas en su totalidad y podrían ser impartidas solo en línea de manera permanente, mientras que otras si no son presenciales no aseguran el aprendizaje.

¿Será que como sociedad no estamos nunca conformes? Primero exigíamos el regreso a clases presencial y ahora no parece tan buena idea.

Mientras tanto los docentes, convencidos o no, están ya en las aulas con estudiantes y transmitiendo para aquellos que se quedaron en casa.

Así como las instituciones hicieron campaña para un sano regreso a las aulas, también es necesario continuar con ella durante el proceso, de manera constante, todos los días.

Esta pandemia nos permitió darnos cuenta que tan solo con lavarnos las manos y no tocarnos la cara podemos evitar muchas enfermedades, pero lo que aprendimos con una tragedia mundial que continúa se nos olvida rápidamente cuando estamos en grupo.

La educación es muy importante, gracias a ella hay innovación y avances tecnológicos, se encuentran curas para enfermedades y nos desarrollamos como sociedad, de hecho, es lo que nos diferencia de los hombres de la prehistoria.

El 2020 y 2021 han sido años muy difíciles para la educación, la deserción aumentó y la calidad, en algunos casos, no ha podido mantenerse.

Los retrasos educativos como efecto secundario de la pandemia no sabemos si se podrán resarcir, regresar a las aulas es por mucho la esperanza del fin del mismo, aunque recupera año y medio de aprendizaje no puede ser llevado a la práctica en un mes, lamentablemente el volver al nivel educativo que tenía la México antes del covid probablemente nos lleve algunos años.

Lo que apremia ahora es tomar la decisión de llevar a los chicos a la escuela o que permanezcan en casa con clases sincrónicas. Mediar entre una opción y otra tiene una relación directa con la dinámica familiar y las necesidades actuales de las familias, las cuales quizá cambiaron.

Con el regreso a las aulas muchos chicos podrán ser ellos mismos de nuevo, no tendrán que ser amos de casa, niñeros y asistentes educativos sino simplemente estudiantes.

La transición de la nueva normalidad tardará más de lo que imaginamos, naturalmente, lo más importante es llegar al grado 0 de contagios y a partir de ahí comenzar a vivir casi como antes.

Mientras tanto, hay que confiar que nuestros hijos serán conscientes de la sana distancia, no se quitaran el cubrebocas, se lavaran constantemente las manos y, sobre todo, que las instituciones educativas públicas o privadas aplicaran fielmente todos los protocolos para garantizar la seguridad de su alumnado y cuerpo docente.

Y usted que dice ¿presencial o en línea? 

Laus Deo

 

@paulanajber


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