APRO/Juan Carlos Cruz Vargas
Las condiciones del mercado laboral mexicano volvieron a la precariedad tras la apertura, casi total, de las actividades económicas.
En abril la población desocupada, la cual considera a la población que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando trabajo, se situó en 2.7 millones de personas, cantidad mayor en 574 mil mexicanos, frente a la del mismo mes de 2020 y representó una tasa de 4.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), misma tasa que la de abril de 2020, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por sexo, la población desocupada se incrementó entre abril de 2020 y el cuarto mes del 2021: en los hombres pasó de 1.4 a 1.8 millones de personas y en las mujeres de 724 mil a 911 mil personas.
Eso no es todo, de acuerdo con la duración del desempleo, en el mes de referencia el 23.6% de las personas desocupadas buscó un empleo por más de tres meses, cuando hace un año y en pleno confinamiento, dicha cifra fue de 8.4%.
Al considerar solamente el agregado urbano de 32 ciudades del país, en donde el mercado de trabajo está más organizado, la desocupación en este ámbito se ubicó en 1.4 millones de personas, que representan una Tasa de Desocupación Urbana de 5.7% para el cuarto mes de este año.
No solo el desempleo incrementó, también la población que labora en la informalidad, la cual atrapó a 30.5 millones de mexicanos en abril, lo que representa una tasa de 55.6% de la población ocupada, proporción superior en 7.7 puntos porcentuales a la de abril del año pasado cuando se ubicó en 47.9%.
De acuerdo con el Inegi, la población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.
Así, se incluye –además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal– a otras modalidades análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas.
Por su parte, la población subocupada, medida como aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de lo que su ocupación actual les demanda fue de 7.5 millones de personas, cantidad inferior en 3.3 millones de personas frente a la del mismo mes de 2020.
De acuerdo con el organismo de estadística, en abril se incorporaron 12.7 millones de mexicanos a la PEA respecto al mismo mes del 2020, para sumar un total de 57.5 millones.
En cuanto a la Población No Económicamente Activa (PNEA), que se dedica al hogar, estudia, está jubilada o pensionada, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades, ésta se ubicó en 39.9 millones de personas (40.9% de la población de 15 años y más), 10.3 millones menos que en abril de 2020.
Mientras que la población ocupada alcanzó 54.8 millones de personas (que representa el 95.3% de la PEA) durante abril de 2021, cifra que significó un crecimiento de 12.1 millones, ya que en igual mes del año pasado se estableció en 42.8 millones de personas.
La población ocupada por sector de actividad se distribuyó de la siguiente manera:
En los servicios se concentraron 23.7 millones de personas (43.2% del total); en el comercio, 10.5 millones (19.2%); en la industria manufacturera, nueve millones (16.4%); en las actividades agropecuarias, 6.6 millones (12%); en la construcción, 4.5 millones (8.2%); en “otras actividades económicas”(que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas), 295 mil personas (0.5%); en tanto que 317 mil trabajadores (0.6%) no especificó su actividad.